CAN, Una comunidad que resiste a morir

CAN, una comunidad que se resiste a morir

Por: Carrasco Vega

La comunidad Andina de Naciones (CAN), desde hace algunos años ha atravesado serios problemas de integración; contradictoriamente al motivo por la cual estos países andinos decidieron juntarse. Como se sabe inicialmente fueron 5 en 1969 (Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú) que firmaron el Acuerdo de Cartagena, con el propósito de mejorar, juntos, el nivel de vida de sus habitantes mediante la integración y la cooperación económica y social. También fue conocido como Pacto Andino, Grupo Andino o Acuerdo de Cartagena. El 13 de febrero de 1973, Venezuela se adhirió al Acuerdo y el 30 de octubre de 1976, Chile se retiró de él.

Los principios fundamentales del Acuerdo de Cartagena fueron abandonados muy pronto, sin que se hubiera alcanzado ningún logro concreto. Consuelo Ahumada, (El modelo neoliberal y su impacto en la sociedad colombiana) comenta que “en realidad el Pacto Andino respondió a intereses y objetivos diferentes. Su creación y puesta en marcha deben entenderse dentro de la estrategia de Estados Unidos y sus multinacionales para consolidar mercados en el continente."

Al hacer una revisión de la documentación existente vemos que la comunidad ha tenido algunos avances, pero asimismo, muchas limitaciones y estancamientos, en cuanto al cumplimiento de sus objetivos. Obviamente existen los que están  contentos y positivos hacia el futo de la CAN, muchos de ellos, miembros de gobiernos de los países que la integran como Saúl Pineda Hoyos, asesor de la comunidad en el 2006, que manifiesta que son grandes los logros obtenidos en la CAN como sistema andina de integración, supranacionalidad de la norma comunitaria, zona de libre comercio integrada, arancel externo común para los 4 países, interconexión eléctrica y avances en materia de cooperación política.

Para el Internacionalista Peruano Juan Mariátegui, “la Comunidad Andina es como el ave fénix, que renace no de sus cenizas, lo hace superando crisis las que Cierta prensa alarmista peruana, con un sesgo anti-comunitario quiere crear”.

Respecto a Perú, en el segundo gobierno de Alan García se tenía la intención de retirarse de la CAN, pero se desestimo esta decisión tras subir al poder Ollanta Humala, que con una intención integradora bolivariana unió fuerzas con sus pares andinos para tratar de salvar a una alicaída Comunidad, aunque tuvo que amoldarse al rumbo económico peruano, que al parecer piensa más en Asia que en la CAN.

La editorial del periódico El Nuevo Siglo recoge la opinión de su columnista Héctor Rojas Jiménez “Sería ingenuo desconocer el eco que tienen las advertencias de algunos sectores en torno de que las diferencias políticas, económicas y de prioridad comercial en los cinco países de la zona Andina son tan grandes e, incluso, irreconciliables, que la existencia de la CAN termina siendo un obstáculo para apuntalar una nueva era de interacción entre Colombia, Venezuela, Bolivia, Perú y Ecuador. En otras palabras, que tiene más sentido práctico que cada una de esas naciones negocie acuerdos bilaterales con las restantes cuatro, en vez de tratar de encuadrar sus tratativas en una normatividad andina que muchas veces se torna inflexible para maniobrar ante las particularidades y coyunturas”.

¿QUÉ HA PASADO CON ESTE SUEÑO DE INTEGRACIÓN?

Si tratamos de comparar el origen con el presente nos damos cuenta que muchos de los mecanismos establecidos para el logro de los objetivos trazados, se han implementado a medias y en algunos casos tardíamente. Todo se vino abajo en pocos años de su integración, pero no por conspiraciones internacionales sino por la mezquindad de sus propios miembros. Cada país andino se resistía a cooperar porque temía perder poder y soberanía en su territorio, todos querían ganar pero nadie quería conceder.

Lo demás fue una lenta agonía. Chile, apostando unilateralmente por el monetarismo, se apartó de un Pacto donde no tenía nada que ganar y los demás países terminaron convirtiéndose en economías endeudadas y frágiles que, en algunos casos, ni siquiera pueden darle de comer a sus ciudadanos.

Si bien es cierto que se ha profundizado en la coordinación con otros esquemas de integración principalmente con MERCOSUR y un tanto menos con el ALCA y los TLCs con Estados Unidos; debido los inconvenientes para lograr acuerdos conjuntos pues Bolivia y Venezuela (hasta cuando era miembro) con actitudes necias, criticaron a Perú y Colombia cuando negociaban este tratado.

En los 90´s hubo un proceso de liberación de mercados y un rápido crecimiento a nivel mundial que pudo haber significado la resurrección de la CAN pero el hecho de ser poco competitivos, mala educación, atrasados tecnológicamente los hundió aun más frente a la invasión de productos asiáticos.

Existen otra serie de factores que han contribuido al deterioro de la Can, y son los llamados Mecanismos de Integración Andina, puesto que se encuentran totalmente obsoletos e inoperantes; en sus cuarenta años de existencia, no han sido sometidos a revisión y modificación alguna con el fin de ponerlos al día con las nuevas innovaciones y dinámicas del comercio exterior y el mundo de la globalización. Por ejemplo, el llamado Arancel Externo Común, fue imposible ponerlo en práctica; El Parlamento Andino con sede en Bogotá, cumplía funciones sin ninguna identidad y razón de ser con la Normatividad de la Junta del Acuerdo de Cartagena, sus miembros eran nombrados casi que a dedo por los gobiernos de turno o por sus respectivos Congresos; es por eso que se puso fin a su existencia.

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