Colombia Y Su Problema Social
Enviado por licor • 7 de Octubre de 2013 • 2.307 Palabras (10 Páginas) • 447 Visitas
Dado que el problema no es propiamente material sino mental, sería de lo más conveniente que revisemos nuestros paradigmas, nuestros imaginarios colectivos y todos esos constructos mentales, prejuicios y preconceptos que hemos construido en torno a los demás y para nuestro voraz apetito, esa forma de utilizar al otro solo cuando sirve a nuestros intereses, ese doble discurso de "trabajar por los pobres" solo cuando esto posiciona el nombre en la campaña política. Esa doble moral de organizaciones de ayuda y beneficencia de solo aportar cuando hay catástrofe y están seguras que saldrán por la televisión. Esa doble moral de hacer las leyes para pagar impuestos y dejar una vía de escape (elusión) para el conglomerado empresarial que se representa. Ese doble discurso de una Colombia en donde haya la paz y se respeten los derechos humanos, y condenar a los demás al ostracismo. No es de extrañar, que existan tantas formas perversas de sobrevivir- unos se adaptan delinquiendo con la violencia, otros se adaptan robando en el erario público, unos se adaptan oprimiendo a los demás y se hacen ricos, otros se adaptan robando el dinero de los contribuyentes, con el cual se hacen ricos y después los humillan, otros se adaptan siendo cómplices de delitos, otros se adaptan conspirando con los ricos para que estos se hagan mas ricos, otros se adaptan haciendo componendas en los tribunales y juzgados para favorecer y obtener grandes sumas de dinero, unos de adaptan extorsionando, otros se adaptan secuestrando, pero ya sea así o de otro manera, todos buscan adaptarse para poder sobrevivir en este DARWINISMO SOCIAL, al cual los ha condicionado el sistema. Todas estas conductas son enteramente reprochables, después de todo, ¿Quién dijo que robarse 1.000 millones de pesos del erario público sea, sea más aceptable QUE lo que hace un ladrón al robarse 500 millones de un banco por medio de un atraco? Toda conducta lesiva en menoscabo de un bien que no es de uno, es altamente reprochable, sin importar el medio que se utilice o la persona que lo haga. ¿Quien dijo que es más loable la conducta del empresario rico que no paga al asalariado, lo que este se merece por su trabajo. (En 5 años de labor (10.000.000), que la conducta del ladronzuelo de la calle que roba 100.000 pesos? Ambas conductas son eminentemente reprochables, pero el imaginario social condena de manera más vil al este ultimo, y quien sale por la cámara de televisión es el ladrón-delincuente de la calle, mientras que el adinerado rico que se apoderó(fraudulentamente) de 10 o 15 millones de pesos asiste al cóctel con la clase empresarial y la clase dirigente, y pretende tener autoridad moral para lanzar juicios contra el ladronzuelo de la calle, y presentarse como paradigma moral, a quien se debe imitar. No es extrañar que ya no sea malo robarle al Estado, pues es un pecado venial que se paga en una casa-cárcel, mientras que el ladronzuelo, comete un pecado capital, que paga en uno de las mazmorras de una cárcel publica. Pero ya sea en una u otra forma como se pretenda adaptarse para sobrevivir, si se hace fraudulentamente es perverso, no importa quien lo haga. No trato aquí de hacer apología al comportamiento salvaje y perverso que muchos ponen de presente en las calles del País, pues la perversidad no se legitima con la perversidad, ni la existencia del mal justifica, la conducta maligna; pero si es bueno dejar claro que el mal es perverso, condenable e inaceptable, no importa si lo hace el ladrón de la calle o el Ministro del Gabinete, no importa si lo hace el delincuente con una arma o si lo hace el Eminente empresario al firmar un contrato leonino para el Estado y para los contribuyentes. No importa si se hace en la calle del cartucho o en Palacio de Nariño, no importa si se hace en las comunas de Medellín o en el Alpujarra, no importa si lo hace el simple y sencillo policía que es cómplice de un negocio ilícito o si se hace en la Oficina de un Honorable Oficial de las fuerzas armadas, no importa si lo hace el delincuente con ínfulas de político o el eminente Senador con apariencia de cordero pero con mentalidad de delincuente. El mal es "mal" y es dañino y de ningún modo inaceptable, Pues esconde la verdad y crea descaro y cinismo. La degeneración del conflicto y el aumento de los problemas en Colombia, deben abordarse en la forma mas profunda con un componente eminentemente moral, y replantear muchos juicios de valores y la forma como se juzgan las cosas. Esa doble moral que dice reconocer la diversidad e igualdad racial, cuando por otro lado se excluye, se estigmatiza, se discrimina y en muchos casos el trabajo menos importante se les deja a etnias y clases desfavorecidas. Esa doble moral de querer acabar con la violencia, cuando no se acaba con el caldo de cultivo.
Esa forma de resolver problemas eludiendo la causa, porque toca puntos álgidos, o porque no conviene a la clase empresarial o dirigente.
El problema reside en la mentalidad, por eso, me causa risa, verdadera risa, el intento bien intencionado de reformar el Congreso (a menos que estén intentando una reforma moral, que no creo sea el caso). Pues la espiral de perversidad, tal como el camaleón encontrará la forma de mimetizarse en la nueva legislación para el Congreso, la perversidad hallará de nuevo la forma de burlar la ley sin violarla. Pueden atestar el capitolio de leyes anticorrupción, pueden la Jurisprudencia y el acervo de la ley aumentarse mas, pero hasta que no se cambie la mentalidad, y el problema se aborde con un componente eminentemente ético, seguirá él circulo vicioso y el juego del gato y el ratón. Después de todo, ¿Quien dijo que no van a haber disputas en las elecciones por llegar al poder? ¿me pregunto de que medios se seguirán valiendo estos expertos para seguir figurando en el escenario?, ¿Quién dijo que se acabaron los grandes corruptos del sector privado que financian la corrupción, la impunidad y la conspiración en el país? ¿Quién dijo que se ha acabado la manipulación al electorado, que en muchos casos - aun con las evidencias- terminan eligiendo a "los BARRABAS"?. Aquí lo que hay es un problema de mentalidad que no se agota en los intentos superfluos de decirle a los colombianos a través de anuncios publicitarios que cambien – cuando los mismos que emiten esos anuncios ni cumplen con los mensajes bonitos, por cierto, pero que en la praxis no dicen nada-, pues la acción debe ir mas allá, es un asunto que debe empezar por desaprender preconceptos, prejuicios, estigmas, sagas, y crear nuevas bases de aprendizajes y propender por nuevos imaginarios sociales con un sentido mas humano. El problema es eminentemente de mentalidad, lo demás es pura consecuencia. Hace muchos siglos Salomón dijo: "Tal como es el hombre en su pensamiento, así es él".
Sinceramente qué cuando se piensa que las
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