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Corriente intelectuales de principio del siglo XIX Historia Argentina II


Enviado por   •  29 de Junio de 2019  •  Reseña  •  420 Palabras (2 Páginas)  •  214 Visitas

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Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Departamento de Historia

Historia Argentina II

Practico N° 2

Profesora responsable: Norma Lorenc

J.T.P.: María J. González Bonori

Estudiante: Roque Flores

El siguiente escrito consiste en una breve reseña de los capítulos V y VI de “Historia de la ideas en la Argentina” de Oscar Terán, en el cual se destacará las principales características del positivismo argentino y el modernismo cultural, como así también sus máximos exponentes. Las dos líneas de intelectuales comienzan a desarrollarse a fines del siglo XIX y comienzo del siglo XX. En consonancia con la aparición y desarrollo de los discursos nacionalista en todo el mundo y la fuerte inmigración en argentina, a partir de la promulgación de la ley de Avellaneda en 1876.

Para desarrollar el estudio del “positivismo argentino” el autor selecciona a dos personajes y textos: José Ramos Mejía “Las multitudes argentinas” y a José Ingenieros “Sociología argentina”. Los dos autores se desarrollan en las ciencias sociales, estableciendo conceptos rígidos de sistematicidad, cientificidad y profesionalismo. Es decir, hacen ciencias sociales a través de  métodos y conceptos científicos de las ciencias naturales. Además hay que destacar  que las elites dominantes se preocupaban por el comportamiento de las multitudes urbanas, en una época de industrialización e inmigración. Y es en este sentido, que el positivismo ofrece las herramientas necesarias para explicar dichas manifestaciones sociales que sucedían en el pais, producidas por  la modernidad y modernización de la sociedad.

En cuanto al modernismo cultural los exponentes seleccionados son: Manuel Gálvez y su obra “El diario de Gabriel Quiroga” y Leopoldo Lugones y su libro El payador”.

El movimiento modernista es caracterizado como reaccionario al discurso positivista que se legitima por poseer un saber cargado de métodos, conceptos y leyes científicas. Es decir, un movimiento intelectual anti-positivista, que no se enfoca en lo  científico, racional o filosófico, sino en la belleza como verdad suprema, que través del hacer artístico-literario el uso de la fantasía e imaginación nos permiten ver más allá del discurso racional. En definitiva, una corriente estético-intelectual donde el poeta o escritor fuera aquel ilustrado que a través de la estética hallara la esencia de la cosa y nos permitiera ver los sentidos del vivir.

En concreto, ambas líneas de pensamiento acuden a la necesidad de las elites gobernantes de formular discursos en torno a la idea de identidad nacional. En pleno proceso de nacionalización cada corriente aporta propuestas y acciones en busca de construir una identidad colectiva, que sirva para la cohesión de las masas y mantener el poder político-económico en los sectores dominantes.

 

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