Crisis Del Euro

Crisis en Grecia con el Euro

La crisis del euro o crisis de la zona euro, también llamada Crisis de la deuda soberana de la Eurozona es una serie de acontecimientos que han venido afectando negativamente desde principios del año 2010, a los estados de la Unión Europea. La crisis económica griega tuvo lugar tras el comienzo de la crisis económica en Estados Unidos en agosto del año 2007. A partir de esta crisis Grecia emitió gran cantidad de deuda pública para financiar el déficit público. El nivel de deuda comenzó a ser bien preocupante a principios del 2010. La situación se agudizó al descubrir que el gobierno conservador había tapado durante años la verdadera cantidad de la deuda. Esta deuda hizo que el gobierno se viera en la obligación de hacer recortes en el sector público, esto llevo a los residentes de Grecia a hacer manifestaciones desde el comienzo de la crisis.

El 23 de abril de 2010 el gobierno griego tuvo que pedir un préstamo a la Unión Europea, en lo que llamaron la primera petición de "rescate" ante la falta de poder para sostener la deuda pública. Grecia se convirtió así en el primer país europeo en solicitar ayuda externa; luego le siguió Irlanda y Portugal. A pesar de los esfuerzos por reducir la deuda, el gobierno griego tuvo la obligación de pedir un segundo “rescate” en verano del 2011, lo que provocó rigidez con la Unión Europea y en el Fondo Monetario Internacional.

La crisis empezó con la divulgación de rumores sobre la deuda de Grecia y el riesgo de suspensión de pagos por parte del gobierno. También se sacó a la luz pública que durante años el gobierno griego había contraído deudas profundas, gastando sin control, lo cual incumplía los acuerdos económicos europeos. Al momento de la crisis la financiera exigió subir las tasas mucho más altas para así entonces prestarle dinero a Grecia.

Todos los países de la eurozona se vieron afectados por el impacto que tuvo la crisis sobre la moneda europea. Existió el temor de que los problemas financieros de Grecia hicieran que se quebrantara la economía de otros países no tan estables de la eurozona como por ejemplo Portugal, Irlanda, Italia y España, que al igual que como Grecia, tuvieron que tomar medidas para reajustar sus cuentas.

A partir de marzo de 2010, la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) dilucidaron en conjunto medidas dirigidas a rescatar la economía griega, se estancaron durante largo tiempo por desacuerdos con Alemania, economía líder en la zona, y los otros países miembros. Durante esas negociaciones y ante imposibilidad de la eurozona de llegar a un acuerdo, la desconfianza aumentó en los mercados financieros, mientras el euro experimentó una caída regular y las plazas bursátiles caían.

El 2 de mayo finalmente, la Unión Europea (UE) y el FMI acordaron un plan de rescate de 750.000 millones de euros, para intentar evitar que la crisis se expandiera por la eurozona. A esta medida se añadió la creación, anunciada el 10 de mayo, de un fondo de estabilización colectivo para la eurozona. Al mismo tiempo, todos los mayores países europeos tuvieron que adoptar sus propios planes de ajuste de sus finanzas públicas, inaugurando una era de austeridad.

Esta era de austeridad llevo a Grecia a tomar medidas drásticas para poder salir a flote de la gran deuda que habían contraído. Medidas de austeridad para poder salir de la crisis en Grecia:

Reducción de gastos en medicamentos de al menos 1.076 millones de euros en 2012, y de horas suplementarias para médicos en hospitales por un valor de 50 millones de euros. Cortes en gastos militares de 300 millones de euros.

Eliminación de 500 cargos de alcaldes, adjuntos y personal de instituciones locales (ahorro de 30 millones), reducción de gastos del gobierno central vinculados a las elecciones (270 millones).

Reducción del presupuesto de inversión pública en 400 millones de euros.

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