DERECHO PEBNAL DE MINIMOS

En el texto el paradigma del derecho penal mínimo y el sistema de las garantías penales y procesales, el autor parte del planteamiento de que en el derecho penal como alternativa de minimización de la violencia y de la arbitrariedad, la sanción opera no sólo como garantía frente a los delitos sino a las venganzas y reacciones arbitrarias. De ahí, que señale que los fines del garantismo penal están dirigidos a la defensa social y a la garantía de los derechos fundamentales, tanto de los perjudicados por los delitos como de los posibles imputados y condenados, a través de la prevención de estos ataques injustos, así como de las penas informales o excesivas para los posibles culpables, cuya tutela se procura mediante los limites impuestos por las garantías penales y procesales.

Igualmente, el autor en su texto abarca la actual crisis del derecho penal y señala que la misma deviene de la quiebra de las funciones garantistas, como son la prevención de los delitos y la prevención de las penas arbitrarias, de su capacidad de represión y castigo de las ofensas injustas y de la garantía frente a los castigos excesivos e injustos, en rol a su función de defensa social. Señala además que esta crisis converge de la inflación legislativa y del crecimiento desmedido de normas y con ello de las figuras del delito y del volumen de los asuntos penales, así como de la cantidad de personas presas y sometidas al control penal, que esta llevando al colapso de los aparatos judiciales y con ello al principio de legalidad como garantía fundamental del derecho penal.

HIPÓTESIS

¿CUÀL PUEDE SER LA SOLUCIÒN A LA ACTUAL CRISIS DEL DERECHO PENAL?

CONCLUSIÓN

En mi criterio el derecho penal mínimo enfocado a la defensa social y a la garantía de los derechos fundamentales, tanto de las victimas de las conductas penales como de los posibles imputados a través de la prevención de los delitos y de las penas excesivas para sus titulares, cuya tutela se procura mediante los limites impuestos por las garantías penales y procesales, es un planteamiento válido de aplicar en nuestro sistema penal actual, el cual sin detenerse a estudiar la raíz del problema, busca endurecer las sanciones para los infractores de la ley penal, sin advertir que está no es la solución, pues la carencia de una política social y criminal enfocada a la prevención del delito es quizá el punto determinante para erradicar o por lo menos minimizar el foco delincuencial que afecta a la sociedad. Pues no basta crear tipos penales y endurecer las sanciones, si no hay una garantía a los derechos fundamentales de los coasociados y una política social que garantice el cumplimiento de los mismos.

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