Derecho Humano
Enviado por katiuska_m44 • 16 de Julio de 2015 • 3.055 Palabras (13 Páginas) • 170 Visitas
Los derechos humanos
Son aquellas «condiciones que le permiten a la persona su realización». En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición»
Los Derechos Humanos cuentan con varios principios básicos los cuales son:
• Universalidad: Los derechos humanos tiene carácter de una proposición universal. Estos se aplican a todos y a todas por igual ya que sus principios y objetivo de protección son válidos para todo ser humano.
• Temporalidad: Los derechos humanos existen en todos los tiempos. Estos no cambian, se modifican solamente para responder a las necesidades
• Progresividad: Los derechos humanos incrementan siempre de acuerdo con las necesidades y a la evolución y cambios constantes de la sociedad.
• Irreversibilidad: Es la imposibilidad de regresar a la condición previa.
• Transnacionalidad: Es el principio que describe la cooperación entre organizaciones de derechos humanos en más de un país. Uno de sus logros es fomentar esta cooperación transnacional.
• Integridad: Es una adhesión a un código de valores éticos. Es ser personas sólidas, completas y honestas en el trabajo que se hace.
• Intransferibilidad: Los derechos humanos no pueden ser transferidos de una persona a otra.
Generaciones de los Derechos Humanos
La Primera Generación: los derechos civiles y políticos. Se recogen bajo esta denominación todos aquellos derechos individuales que se discutieron en Europa y Norteamérica durante los siglos 18 y 19. Su respaldo ideológico está conformado por las teorías de la Ilustración, por las Revoluciones Burguesas y por la Guerras de Independencia. Se iniciaron como demandas de reconocimiento y respeto por la dignidad de los ciudadanos y por su derecho a participar activamente en la vida política de los diferentes estados tanto en Europa como en Norteamérica con su reflejo posterior en los países latinoamericanos. La demanda aquí es por el respeto a la vida, a la integridad personal, a la libertad individual, al debido proceso, al Habeas corpus,etc. En la actualidad esta primera generación de derechos encuentra su pleno reconocimiento en el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, sancionado por las Naciones Unidas en 1966.
La Segunda Generación: los derechos económicos, sociales y culturales. Si los derechos de la primera generación protegen al individuo frente al poder del estado político, ahora se exigirá cierta intervención del mismo para garantizar a los ciudadanos los bienes sociales básicos a fin de alcanzar un nivel de vida aceptable para todos. El derecho a la educación, a la salud, al trabajo, a al seguridad social etc, conforman todos ellos este nivel de demandas. Estos derechos encarnan, a su vez, las reivindicaciones propias de las luchas obreras de los últimos doscientos años. Su reconocimiento expreso se ha consignado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1966.
La Tercera Generación: los derechos de la solidaridad. Su origen se encuentra en las demandas sectoriales elevadas por diversos sectores dela sociedad. Son reclamos presentados por determinados colectivos sociales que intentan salvaguardar bienes culturales o naturales que representan valores importantes para ellos. En otras palabras se trata de una demanda de solidaridad entre países ricos y países pobres para superar las desigualdades económicas y culturales. En particular se refieren al derecho al medio ambiente, a la autodeterminación de los pueblos, al derecho de las minorías étnicas y al respeto por los bienes culturales de la humanidad. Esta generación se plasma en la Declaración de la Comisión Internacional de Derechos humanos de Teherán (1968).
Resulta entonces claro que las así llamadas generaciones de los derechos humanos son la expresión de los reclamos de las sociedades según sean sus propias necesidades en momentos determinados. Una de tales necesidades modernas es sin duda el reclamo de muchos estados por la paz política. Ello se encuentra justificado por el deseo de proteger a los civiles en los estados de conflicto nacional o internacional, buscando evitar la barbarie de la degradación de la guerra.
El origen de la Declaración Universal de Derechos Humanos
La filosofía de los derechos humanos comenzó con la Ilustración. En El Contrato Social (I,4), Rousseau buscaba “una forma de asociación … en la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes”.
El texto de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 está inspirado en el texto de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
Luego de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional decidió bosquejar una carta de derechos que afirmara los valores defendidos en la lucha contra el fascismo y el nazismo.
El armado de dicha carta fue confiado a un comité presidido por Eleanor Roosvelt y compuesto por miembros de 18 países. La Carta fue redactada por el canadiense John Peters Humphrey y revisada luego por el francés René Cassin.
El texto final es pragmático, resultado de numerosos consensos políticos, de manera tal que pudiera ganar una amplia aprobación.
La Declaración Universal de Derechos Humanos
Fue adoptada por la tercera Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948 en París.
Ninguno de los 56 miembros de las Naciones Unidas votó en contra del texto, aunque Sudáfrica, Arabia Saudita y la Unión Soviética se abstuvieron.
“En medio de la Guerra Fría, y frente a una oposición creciente al colonialismo, tomó dos décadas para que las Naciones Unidas se pusiera de acuerdo sobre cómo hacer [la Declaración] legalmente vinculante”.
VIGENCIA DE LOS TRATADOS.
La vigencia de los tratados en el derecho interno se presenta relacionada a la interrogante acerca del valor que tienen los trámites de promulgación y publicación, reiteradamente exigidos por los tribunales como requisitos para que ellos se consideren incorporados en Chile. Este punto plantea naturalmente la cuestión de vigencia internacional del tratado correspondiente para Chile, y en cumplimiento de las obligaciones que e él emanan, particularmente en situaciones en que el tratado ha entrado en vigencia
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