Desarrollo Humano
Enviado por leonardotere • 2 de Febrero de 2013 • 2.521 Palabras (11 Páginas) • 423 Visitas
UNA TARDE DE ENERO CUALQUIERA
Reflexiones sobre: “101 cosas que ya sabes, pero siempre olvidas.
El arte de vivir en un mundo complicado”
(…) ¿Cómo escribir sobre algo que ni siquiera comprendemos?-Te refieres a la vida…- contesto. Exacto, es decir, ya lo sabía: la vida es dura, es difícil, que necesitamos ser positivos y esas cosas… es más hasta lo de “alejarme de la gente negativa” lo sabía, pero…- ¡No comprendo! ¿Qué quieres decir?- refuto con gesto cansado de horas y horas de leer y pensar en ¿cómo el contenido del libro podría cambiar su vida?
El no respondió; camino hacia la televisión y la encendió, tomó el control remoto y cambio constantemente de canal, uno tras otro, esperando que en algunos de esos destellos de luz, encontrara claridad en sus ideas- No te compliques la vida recuerda “Mirar mucha televisión no aporta nada a la calidad de su vida”- Dijo ella en tono de burla- ¡Es más, empecemos por ahí!, ¿tú qué opinas de esta frase?- Continuo.
Apagó la televisión y contesto- No lo sé, a la televisión tampoco la tenemos de satanizar, ya que sabiéndola utilizar con fines educativos, es una excelente herramienta para los maestros, como en… ¡Telesecundaria!- dijeron al mismo tiempo y con la misma entonación. Ella se puso de pie y con su tono de voz que se asemeja a la de un político siguió- Sí, pero quizás lo que Zelinski quiere dar a entender es que, la información que reciben las personas y la culturalización por está, es muy raquítica, por ejemplo, novelas con temas irrisorios, vulgares, imágenes que no existen, modos de vida que enseñan… en un palabra “cero aprendizaje” Todo está solucionado y la gente que lo ve se queda con cero actividad cerebral después de estar horas frente a esa caja electrónica.
Mientras ella decía lo anterior, él busco en la pantalla el apartado al que se refería su compañera y leyó en voz alta- “La gente decide ver la televisión porque es algo fácil de hacer. Por supuesto, a causa del bajo rendimiento de la televisión desde el punto de vista de satisfacción, a la larga, el camino fácil resulta ser difícil e incómodo”- Tras decir esto, en la habitación se generó un silencio incomodo; ninguno se atrevió a contradecir estas palabras, ya que muy en el fondo, quizás les recordó todos aquellos momentos de su vida que pasaron frente al aparato, como aquella ocasión en la que él tuvo una discusión con su madre por no ponerse de acuerdo sobre el programa en turno. Tal vez, alguno de los dos pudo argumentar o discutir sobre lo planteado…pero nadie hablo. Posiblemente él, si hubiera recordado lo que en aquel curso expuso ante sus compañeros podría haber dicho:
“La televisión es el medio más accesible para los niños, puesto que se encuentra presente en la mayoría de los hogares y no requiere de habilidades muy complejas para recibir la información que ofrece. Oír y mirar (ni siquiera escuchar y observar) son las acciones que necesita realizar su receptor en búsqueda de entretenimiento y pasar el tiempo. Es decir, sólo con mantener encendida muchos tienen el placer de entretenerse. Por lo tanto, la televisión es el único medio que desempeña la función no sólo de informar o entretener, quien además tiene el valor de generar compañía a los televidentes. A estas características se le llama Hiperestimulación sensorial. (Ferrés, 1994), Pero no fue así.
-Bueno, bueno, sí, pero más allá de esta idea “que ya sabía pero siempre se me olvida”, la intención del autor es otra, más profunda; entiendo que nos quiere hacer reflexionar sobre las cosas que verdaderamente son importantes y que todos nosotros ya hemos aprendido, pero por alguna misteriosa razón seguimos olvidando. Se trata, sencillamente, de que actuamos guiados por las emociones en lugar de consultar con nuestro intelecto y que –interrumpiendo abruptamente y sacando de su mochila a un estuche sucio de DVD, ella continuo- ¡Ayudar al lector a reducir al mínimo el número de cosas importantes de la vida que sigue olvidando y la cantidad de ocasiones en que las olvida! – Se acerco al Reproductor de DVD, y mecánicamente, haciendo gala de su sobrenombre “cinéfila”, en un abrir y cerrar de ojos, puso en marcha la película “Up in the air”, protagonizada por George Clooney.
Evidentemente, él no comprendió los actos de la mujer. Le parecían arranques de irracionalidad que tarde o temprano terminaría en una discusión como de costumbre. Pensaba ¿Cómo se le ocurre ver una película? ¿Qué acaso no estamos (…)?, y antes de que de su boca saliera alguna frase ofensiva, quiso bajar la pantalla de su computadora y antes de que esto ocurriera, leyó entre líneas: El problema es que la sociedad quiere que seamos”razonables” de una manera que pone trabas a nuestra agudeza y creatividad. Cuando pensamos en algo nuevo y diferente no tenemos que ir muy lejos para que alguien nos diga que estamos siendo irrazonable”. Tal vez tenga que ver con lo que estamos hablando ¿Pero una película?- pensó
Sin embargo, lo qué no pensó en ese instante de frustración por verla hacer algo fuera de contexto y lugar, algo fuera de lo establecido y por lo que estaba a punto de detenerla, es que por desgracia estas actitudes suele ocurrir con mucha frecuencia en su escuela donde labora, donde les dice a sus alumnos lo qué tienen que escribir, dibujar, leer… - se dijo así mismo con sonrisa de vergüenza -y como escribas algo que no va con tu edad, o forma de pensar del profesor o institución educativa, de inmediato llaman a tus padres o te envían al psicólogo. Continuamente la gente se empeña en racionalizar todo lo que hace.
En otro tiempo y espacio, tras reflexionar sobre ese lapsus de inestabilidad por lo ocurrido, se dijo- Está bien pensar en los pros y en los contras de las cosas o situaciones que nos encontramos en la vida antes de actuar. Pero lo que no podemos es llegar al punto de racionalizar y darle mil vueltas al hecho de comerte un filete o pescado, o si es mejor ir a la playa o a la montaña de vacaciones. A veces es necesario, hacer aquello que primero hemos pensado, aquello que nos apetece, dejarnos llevar por el instinto y las corazonadas. Lástima que no lo dijo justo en el espacio y tiempo oportunos
-Mira, acuérdate de como empieza la película, tiene que ver un poco con lo de “Zelinski”- con actitud entusiasmada mientras se quitaba los zapatos deportivos para subir sus pies sobre el sillón y estar más cómoda mientras observaba el “film”. En la Televisión, en primer plano aparecía Ryan Bigham interpretado por “Clooney” vistiendo saco y pantalón obscuros, camisa blanca y bien peinado, subiendo al estrado de lo que asemejaba ser
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