EL COMPROMISO DEL MAESTRO RURAL.

EL COMPROMISO DEL MAESTRO RURAL

La preparación cultural que  tenían algunos de los maestros comprendían la escuela primaria y los primeros tres años de preparatoria, otros iniciaban otras carreras pero por circunstancias de cuestión económica tenían que dejarla, por lo tanto se dedicaban a la docencia ya que era en lo que había oportunidad. El compromiso fundamental del maestro rural era impartir la enseñanza que dará al niño el conocimiento de la lectura, la escritura, operaciones fundamentales de matemáticas, geografía, historia de México y ciencias naturales.

Escuela oficial para niños y la escuela oficial para niñas; los horarios de ocho a doce por la mañana y de 15 a 17 por la tarde. Los grupos de tercer grado se extendían el horario matutino hasta las 13 horas.
Los programas son con estricto apego a las materias académicas clásicas y horarios rígidos con la sola variante de trabajos manuales para niños (artesanías sencillas), economía doméstica para las niñas (Costura y bordado).

En cuanto a los métodos de enseñanza, cada maestro inventaba el suyo o imitaba a sus propios maestros, pero el error más grande que se presentaba consistía en que los temas de las asignaturas no se impartían de acuerdo con el grado y grupo, persistiendo la manía antipedagógica.
El fenómeno de migración de los maestros de las escuelas del estado hacía las escuelas de Federación era por la cuestión económica, ya que el salario del maestro rural en la federación sumaban 56 pesos por mes pero eran puntuales y seguros y en el estado los sueldos tenían retraso hasta de cuatro meses, siendo los salarios de dos a tres pesos diarios menguados, que se veía gastado en: las tres comidas del día, alojamiento, ropa, calzado y mandar dinero a casa.

También se inicia el auge de la escuela rural que se veía como el advenimiento de una nueva escuela. En las montañas, valles, barrancas, riberas de ríos, por donde quiera, comienza a surgir la Escuela Rural Federal. Las condiciones en las que trabajaron los maestros rurales eran bajo arboles; una mesa, varias vigas y un pizarrón colocado sobre un atril improvisado era todo el mobiliario que contaban. La escuela lo constituía toda la aldea; el material didáctico estaba en la naturaleza: el bosque, rio, montaña, pájaros, estrellas, etc.

Cada escuela tenía sus materias que la cual lo diseñaba para impartir clases por ejemplo: La Lectura, Escritura, Operaciones fundamentales de las matemáticas, Historia de la patria, Geografía, Amor a la patria y Solidaridad social.

ESCUELA RURAL FEDERAL DE TEXCALTITLAN ZINGUILUCAN, HIDALGO.

En estas escuelas semiurbanas llevaban los mismos programas y calendarios oficiales que con pocas variantes se habían realizado desde tiempo antes; el aspecto pedagógicos, se vive la transición del paso a la escuela laica. La escuela estaba instalada en uno de los salones grandes y fríos. Seis grandes bancas-pupitres, un pizarrón y 60 niños y niñas que contaba con escolaridad para formar tres grupos, de primero a tercer año.

Escaseaba el agua potable, cada choza tenía un barril donde había un tlachiquero, que percibe su dotación de aguamiel, los niños tomaban pulque, a veces como único alimento que en ocasiones se llegaba a la embriaguez. Con este problema que se presentaba en la escuela el maestro rural toma su posición para establecer estrategias para impartir las clases. El primer método que se tomo fue en aprovechar las horas de la mañana lo mejor posible, ampliando el horario y dividiéndolo en tres sesiones, comenzando con primer año Dividiendo el pizarrón en tres partes, aplicando tarea de aritmética a segundo y tercer año y comenzando a dar clases al primer grado.

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