El Compromiso Del Maestro Rural
Enviado por paumagu • 7 de Noviembre de 2012 • 1.575 Palabras (7 Páginas) • 905 Visitas
EL COMPROMISO DEL MAESTRO RURAL
Efrén Galván Escobedo
• Al ser designado profesor del Departamento Foráneo del Estado en 1931, principia mi labor docente dentro de un humilde conglomerado de maestros cuyas características sobresalientes eran: una total entrega a su misión y una extrema pobreza que soportaban con gran dignidad. Su nivel cultural era muy variado, los había autodidactas cuyos conocimientos podrían abarcar hasta el cuarto año de la escuela, o bien “destirpados” de un segundo o tercer año de la carrera de derecho; un maestro que había desertado de un seminario para sacerdotes y había estudiado teología. Cuatro años de labor docente en escuelas semiurbanas en Zacapoaxtla, Zinacatepec y Coxcatlán; llevaban los mismos programas y calendarios oficiales que con pocas variantes se habían realizado desde tiempo antes; en el aspecto pedagógico, se vive la transición del paso de la escuela laica, persisten grupos que piden que en la escuela se enseñe el catecismo del padre Ripalda.
• La escuela oficial para niños y la escuela oficial para niñas; los horarios, de 8 a 12 por la mañana y de 15 a 17 por la tarde. Los grupos del tercer grado extendían el horario matutino hasta las 13 horas. Los programas son con estricto apego a las materias académicas clásicas y horarios rígidos con la sola variante de trabajos manuales para niños (artesanías sencillas), economía doméstica para niñas (costura y bordado). En cuanto a los métodos de enseñanza, cada maestro inventa el suyo o imita a sus propios maestros, el error mas frecuente consiste en que los temas de las asignaturas no se imparten de acuerdo con el grado y grupo, persistiendo la manía antipedagógica, en tanto que el director o el inspector no le ponían coto, a mí me gustaba agregar el álgebra a la aritmética de sexto año.
• El fenómeno de la migración de los maestros de las escuelas del estado hacia las escuelas de la Federación tuvo a mi parecer dos causas primordiales. La primera, que el pago de los sueldos era con retraso de hasta cuatro meses, siendo los salarios de dos a tres pesos diarios menguados por los gastos de translado a la oficina recaudadora más próxima. Al llegar el fin de año, con probabilidades de cambio en la situación política, cosa que era común, y con los gastos inherentes al fin de año, los maestros “venden” sus recibos, los compradores los toman con el “módico” 35 % de descuento. Ellos si pueden cobrarlos. Si consideramos un presupuesto de un peso diario por las tres comidas en una fonda humilde, alojamiento en una casa particular de ancianos que complementan su presupuesto, rentando por 50 centavos diarios un cuarto en el que había una cama entre los trebejos, quedaba, en términos reales, un peso para ropa, calzado y mandar dinero a casa. ¿Cómo hacer milagros? Con los descuentos, los salarios reales del maestro rural en la federación sumaban por mes 56 pesos, pero eran puntuales y seguros.
• La segunda que se iniciaba en el auge de la escuela rural que se veía como el advenimiento de una escuela nueva. En las montañas, los valles, las barrancas, las riberas de los ríos, por donde quiera, comienzan a surgir pequeñas construcciones blancas, es la Escuela Rural Federal, en cuyos inicios no tuvieron locales propios. Los maestros trabajaron bajo los árboles; una mesa, varias vigas y un pizarrón colocado sobre un atril improvisado era todo el mobiliario. Se perciben grandes cambios; se acaban los horarios rígidos. La escuela es toda una aldea. El material didáctico está en la naturaleza: el bosque, el rio, la montaña, los pájaros, las estrellas… A las ciencias naturales que se viven sólo resta agregar los elementos sistematizadores y clasificadores, tarea que el maestro debe asumir. Luego la lectura, la escritura y las operaciones fundamentales de las matemáticas; la historia patria y la geografía y en el contexto escuela-comunidad infundir los conceptos de amor a la patria, de solidaridad social. En fin, el programa oficial en el lenguaje y nivel intelectual de quienes nos escuchan y ven como sus guías.
• Me sumo pues al éxodo iniciando mis labores en la Escuela Rural Federal de Texcaltitla Zinguilucan, Hidalgo. Es lo que aún quedaba de una antigua hacienda pulquera, pero persistiendo todas sus características fundamentales. En una enorme y antigua construcción típica de casco de hacienda, grandes salones que debieron ser graneros, bodegas de aperos de labranza, que rodean un enorme patio donde quedaban algunos abrevaderos y carretas; enfrente del gran portalón o entrada principal está la iglesia. En un segundo piso hay habitaciones que se supone ocupaban las oficinas y la casa del hacendado, que esta comunicada con el foro de la iglesia, era lo mejor en instalaciones de vivienda. La escuela rural estaba instalada en uno de los salones grandes y fríos. Seis grandes bancas-pupitre, un pizarrón y 60 niños y niñas que tenían escolaridad
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