EL FUTURO DE LA DEMOCRACIA.

MILTON JAIR GOMEZ LUCIO, 2202

SOCIEDAD Y POLÍTICA II.

NORBERTO BOBBIO.

Introducción no pedida.

Nos da su opinión de que si le preguntan si la democracia tiene un porvenir y la cuál sea éste, Su intención sobre el estado actual de los regímenes democráticos y retomando la idea de Hegel. Tanto mejor si de estas observaciones pudiera extraer una tendencia en el desarrollo (involución) y por tanto intenta algún pronostico cauteloso sobre su futuro.

Una Definición mínima de democracia.

Hablla de democracia, en cuanto contrapuesta a todas las formas de gobierno autocrático, es considerarla caracterizada por un conjunto de reglas (primarias o fundamentales) que establecen quién está autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qué procedimientos.

Pór lo que respecta a la modalidad de la decisión la regla fundamental de la democracia es la regla de la mayoría. Si es válida una decisión tomada por unanimidad. Peoro la unanimidad es posible solamente en un grupo restringido u homogéneo, y puede ser necesaria en dos casos extremos y contrapuestos

Los ideales y la “cruda realidad”

La democracia se ha transformado en un régimen semianárquico que tendrá como consecuencia la “destrucción” del Estado.

Habla de la democracia real (usa esta expresión en el mismo sentido en el que se habla de socialismo real. Grecia se volvió Roma , la ilustración rusa se convirtió en la revolución rusa.

El nacimiento de la sociedad pluralista.

El estado de naturaleza de Hobbes y de Locle es una prefiguración de la sociedad de mercado.

El modelo ideal de la sociedad democática era el de una sociedad centrípeda. La realidad que tenemos ante nosotros es la de una sociedad centrifuga, qué tiene un solo centro de poder (la voluntad general de Rosseau). L sociedad real qye subyace en los gobiernos democráticos es pluralista.

Poder invisible.

L a falsa promesa de la democracia real, con respecto a la democracia ideal, es la eliminación del poder invisible. A que diferencide la relación entre democracia y poder oligárquico.

Más que una falsa promesa, en este caso se trataría de una tendencia contraria a las premisas: la tendencia ya no hacia el máximo control del poder por parte de los ciudadanos, sino, por el contrario, hacia el máximo control de los súbditos por parte del poder.

EL ciudadano no educado

Otra falsa promesa se refiere a la educación de la ciudadanía. En los discursos apologéticos sobre la democracia, desde hace dos siglos hasta ahora, jamás falta el argumento de acuerdo con el cual la única manera de hacer de un súbdito un ciudadano es la atribuirle auqllos derechos que le escritores de derecho público del siglo pasado llamaron activae civitatis.

Veamos alrededor, en las democracias más consolidadas se asiste impotentes al fenómeno

...