ENSAYO SOBRE LA EVOLUCIÓN DEL PAPEL DEL DOCENTE EN LA EDUCACIÓN MEXICANA
Enviado por MaritzaAZ95 • 25 de Abril de 2014 • 1.428 Palabras (6 Páginas) • 553 Visitas
Considero relevante el papel que ha desempeñado el maestro a lo largo de la Historia de la Educación en México, y que aún en la actualidad (aunque no muy reconocido) sigue ejerciendo en el rumbo que va tomando nuestro país.
En la época prehispánica, el docente solía ser un anciano, un sacerdote, un guerrero o persona con una trayectoria reconocida. No había opinión más importante que la que él podía ofrecer, pues por lo regular, eran personas de edad avanzada y eso significaba que eran personas sabias (gracias a su experiencia). Por consiguiente, los maestros de la época eran personas respetadas, cuya palabra era considerada sabía y absoluta. Lo anterior, nos lleva a considerar que la instrucción de la época era totalmente empírica (experiencia).
El maestro cumplía un papel protagónico en la cultura, ya que era un personaje de gran aprecio en la sociedad mexica. En la época, las personas eran personas muy espirituales; practica de rituales religiosos.
Pensaban que con la educación, se lograba hacer sabios y humanizar el corazón de la gente. Lo que nos lleva a sentir, que definitivamente, los maestros llevaron a las personas de la época a ser personas de bien, respetuosas a sí mismos y a todo lo que les rodeaba, pues tenían valores y principios (claro, sin mencionar la lucha por territorios: traían muchas muertes y destrucción).
Sin embargo, ocurrió una transformación totalmente drástica con la llegada de los españoles; ellos fueron quienes llegaron a evangelizar a la población indígena de Mesoamérica sin bastarles con haberse adueñado del territorio mexicano.
Las primeras manifestaciones educativas de los conquistadores fueron realizadas por los frailes franciscanos, pues eran los únicos que sabían leer, escribir y descifrar códices, pero se limitaron a la evangelización de los indígenas y a la enseñanza de algunos oficios y artes. Claro, sabemos que aquello les convenía: manipular el nombre de Dios a su antojo para dominar principalmente la mente de sus súbditos, hacerlos sumisos y que mejor si de paso, aprendían a realizar algún trabajo para obtener una ganancia extra (si era económica, mejor).
Como es de esperarse, el racismo y la discriminación se hicieron presentes en la época, manteniendo frases como: “El que hubiere de ser maestro, no ha de ser negro, ni mulato, ni indio; y siendo español, ha de dar información de vida y costumbres y de ser cristiano viejo”. Lo cual no me parece tenga algún sentido, nos quedamos completamente en lo mismo en cuestión de instrucciones, sin evolución alguna, no íbamos más allá de los conocimientos más arcaicos y obsoletos del yugo español.
Pese a lo anterior, los líderes coloniales sentían que la educación de los niños podía producir buenos ciudadanos, evidentemente así era, se contaban con buenos profesores, solo se olvidaron de brindar equitativamente la educación a mestizos, indígenas y españoles por igual. Además se decía que de los maestros dependía el futuro de los niños (en la actualidad sigue considerándose igual).
A partir de la colonia la educación juega un papel ideológico en el Estado y tiene como objetivo brindar instrucción básica a las clases bajas.
Lo bueno, es que es cierto que no hay mal que dure cien años, y llega una época en la cual, por fin se preocupan de las clases más bajas, para que puedan recibir instrucción; este es el Método Lancasteriano.
En este periodo, el maestro era llamado: escuelero, preceptor y él, era el jefe del taller o curso de los pequeños. Se encargaba de vigilaba la labor de los monitores y su capacitación muy de cerca. Los monitores fueron personas de gran ayuda para los maestros de la época, pues eran alumnos que destacaban en clases por aprender rápido. Eran seleccionados cuidadosamente y se les asignaba un número mínimo de 10 niños por cada uno de ellos. Lo impresionante del Método Lancasteriano es que aún en pleno siglo XXI, sigue viviendo en la enseñanza cotidiana de nuestro país, haciéndose presente en aquellos alumnos destacados de la clase que le son de utilidad a las docentes para enseñar a los demás pequeñitos a adquirir algún conocimiento deseado.
La labor del docente era represiva, ya que sus métodos de enseñanza eran muy tradicionales y disciplinarios, claramente, no se le permitía a los alumnos expresarse o siquiera a pensar por sí mismo. Hasta cierto punto, al docente se le veía como a un ser temido, rígido y estricto.
El método Lancasteriano, se basa en la mera transmisión
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