Educacion

SAN AGUSTÍN DE HIPONA, SU CONCEPTO DE EDUCACIÓN

¿Quién fue San Agustín de Hipona?, para el cristianismo, la religión y sobre todo para la filosofía, fue un personaje que cumplió un papel fundamental debido a su interés por descubrir y defender la verdad divina, es decir, la verdad de Dios.

Es mucho lo que se puede abordar sobre este personaje en materia de historia, sus estudios y su motivación para consagrar su vida a la búsqueda de la verdad que es Dios mismo, su papel en la Patrística, sus posturas frente a los pensamientos y prácticas que separaban el concepto del BIEN y el MAL, entre ellas el maniqueísmo y algunas otras que se expresan explícitamente en sus obras que lo hacen ser consagrado como uno de los principales pensadores de la humanidad.

Pero lo que nos atañe a nosotros como futuros educadores es lo concerniente a su postura frente al tema de la enseñanza, por eso centro mi atención principalmente en su filosofía educativa, basada en la validez de permitirse dudar y a su vez resolver dichas dudas en la búsqueda de la verdad a través de la fe y la razón, en este proceso San Agustín nos habla del “MAESTRO INTERIOR” refiriéndose a la verdad misma que es Dios. En cada uno de sus discursos defiende su amor a Dios y a Cristo hecho verbo y se presta de eso para dar ejemplo de su postura frente a la educación.

Su discurso es hermoso en el sentido más amplio de la palabra, concibe al educando como poseedor de la verdad a si como al educador, me refiero a que valoraba los conocimientos del discípulo, no consideraba que este aprendiera lo que antes no sabía, si no que de la mano del maestro ambos encontraban la verdad poniendo al maestro al nivel del discípulo así como lo hizo Jesús cuando vino a la tierra y se rebajo al nivel del hombre.

No descarta las disciplinas liberales impartidas en la época como: la gramática, la dialéctica, la retorica, la música, la aritmética, la geometría y la astronomía, pero como buen cristiano recalca la importancia del estudio de las verdades religiosas llevándonos esto al estudio de la Teología y la Filosofía.

Culmino este ensayo con dos frases que tocan mi sentir como docente y que reúne en esencia lo que San Agustín nos da a entender como educación “Alegría y no tedio debe experimentar quien enseña para que su enseñanza sea eficaz” y “Quien enseña aprende del que aprende” (Nicola Abbagnano, 1992)

BIBLIOGRAFIA

Nicola Abbagnano, V. A. (1992). Historia de la pedagogia (Vol. nueve ). (J. H. Campos, Trad.) Madrid, España: Fondo de cultura económica .

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