El Caso Mas Grande Del Mundo

Conocido en lengua muisca como Vicachá que significa "El resplandor de la noche", y luego renombrado como quebrada San Francisco, el curso del agua nace en el paramo de Cruz verde y vierte sus aguas en pleno centro de Bogotá.

Era el río más caudaloso de la región y durante sus primeros siglos, abasteció de agua a toda la ciudad, pero esto trajo como consecuencia el uso del rio como botadero de desperdicios y recolectores de desechos, trayendo consigo enfermedades y convirtiendo sus aguas en corrientes malolientes.

Estas causas, además de las inundaciones que generaban desbordes, afectando a los ciudadanos, trajeron como propuesta la canalización del rio el cual tuvo inicio en 1917, esto además dio un gran salto a la modernización de la capital, su objeto primordial era atraer a los turistas con tan espectacular majestuosidad y permitiendo amplios espacios peatonales. Según la Alcaldía Mayor de Bogotá describe el eje ambiental: “Se construyo sobre el curso del Río San Francisco y en toda su extensión se encuentra adoquinado, permitiendo amplios espacios peatonales en el costado norte y sur. Entre la Carrera 3 y la Carrera 5 tiene un espejo de agua que recuerda a los visitantes el curso del Río San Francisco”

Sin duda al principio fue muy positivo para la ciudad de Bogotá, planteando la eminencia de la transformación de los espacios tradicionales y sofisticación del lugar. Pero en el transcurso del tiempo el olvido está acabando con el eje ambiental y el cuidado del agua se desintegra, los ciudadanos no tienen sentido de pertenencia y ya no es lo que fue en su inauguración, la obra del arquitecto Rogelio Salmona se está desmoronando a pedazos.

Según el artículo publicado en el periódico el tiempo por Carol Malaver, “la Fundación Rogelio Salmona, el proyecto buscaba recuperar espacios importantes del centro histórico, que en la década del 60 hasta se inundaban en época de aguaceros”, sin duda se tenía las mejores intenciones del mejoramiento de la capital. Pero, María Elvira Madriñán, presidenta de la Fundación, agrega su planteamiento en el artículo exponiendo que:

“El proyecto no se construyó en su totalidad y tampoco se hicieron obras técnicas previstas en los diseños que garantizarían que el agua llegara más limpia y con mayor caudal, y un canal interceptor de aguas lluvias que evitaría su invasión en la nueva vía” además agregó: "El peor problema es que para el Eje no hay doliente y sin eso el ciudadano de a pie tampoco se va a interesar por preservar este lugar."

Lo que es muy verdadero por la visualización del lugar, es deprimente que el objetivo primordial se haya perdido, lo que anteriormente se querían mejorar, actualmente se está desintegrando. El Rio San Francisco ya no tenga su curso natural por causas antrópicas y convirtiéndose el eje ambiental en un

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