El Estudio Independiente
Enviado por lunalee • 22 de Septiembre de 2012 • 10.891 Palabras (44 Páginas) • 534 Visitas
HENRI WALLON
Psicólogo, pedagogo y médico francés, nacido en París el 15 de junio de 1879 y fallecido en su ciudad natal el 1 de diciembre de 1962. Considerado, junto con el suizo Jean Piaget (1896-1980) y el bielorruso Lev Vygotsky (1896-1934), como la figura más brillante de la psicología infantil, concibió el desarrollo mental de los niños como una sucesión de estadios, deteniéndose en el análisis de los aspectos cognitivos, biológicos, afectivos y sociales.
Hombre de profundas inquietudes humanísticas desde su temprana juventud, no sólo destacó por sus trabajos sobre psicología infantil y pedagogía, sino también en sus facetas de pensador, neuropsiquiatra y político.
Cursó sus estudios superiores en la École Normale Superieur (Escuela Normal Superior) de París, donde obtuvo los títulos de Licenciado en Filosofía (1902) y Medicina (1908). En 1914, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, sirvió al ejército francés en calidad de facultativo, y pasó varios meses desatado en el frente de combate. Durante este intenso período de su vida, tuvo ocasión de analizar a fondo algunas de las lesiones cerebrales de los soldados que caían heridos o de los que habían resultado muertos en el transcurso de las batallas, de donde obtuvo valiosos saberes que luego pudo aplicar a su trabajo como neurólogo.
También por aquel tiempo, asqueado de la guerra, comenzó a definir claramente su pensamiento político, contrario al fascismo y a cualquier otra forma de ideología totalitaria, y cada vez más cercano a las posiciones tradicionales de la izquierda progresista francesa.
Tras la conflagración bélica internacional, Henri Wallon trabajó como médico en varias instituciones psiquiátricas, ocupación que desempeñó hasta 1931. Paralelamente, se fue adentrando cada vez más en el estudio de la psicología del niño, y, dentro de esta parcela, interesándose vivamente por los problemas que plantea su educación. Así, entre 1920 y 1937 impartió numerosos cursos y conferencias sobre estas materias en la Universidad de la Sorbona (París), donde, en 1925, fundó un Laboratorio de Psicobiología del Niño que enseguida alcanzó un prestigio internacional.
En dicho año de 1925, obtuvo el grado de Doctor en Psicología con una tesis centrada en la educación de niños problemáticos, cuyo contenido habría de convertirse en la base del texto de una de sus obra más célebres: El niño turbulento (1945). Tras la redacción de esta tesis doctoral, inició un fecundo período de producción impresa que arrojó otros frutos tan interesantes como los titulados: Evolución psicológica del niño (1941), Del acto al pensamiento (1942), Los orígenes del pensamiento en el niño (1947) y Los orígenes del carácter en el niño (1949).
Entretanto, no descuidaba su cada vez más intensa actividad política; y así, en 1931 viajó a Moscú, donde se le invitó a incorporarse al Círculo de la Nueva Rusia, integrado por un grupo de científicos y humanistas consagrados al estudio del materialismo dialéctico (más que como corriente filosófica, como forma de gobierno). Cinco años después, intervino activamente, en París, en la creación de un Comité Internacional de Coordinación de la Ayuda para la España Republicana, organizado a partir de una reunión de la Conferencia Europea que había tenido lugar el 13 de agosto de 1936. Henri Wallon fue uno de los intelectuales que, junto a los escritores André Malraux (1901-1976) y Jean Cassou (1897-1981), y a los científicos Irène (1897-1956) y Jean Frédèric Joliot-Curie (1900-1959), se sumaron con entusiasmo a esta iniciativa, presidida por el filósofo Víctor Basch(1864-1944) -que militaba, a la sazón, en la Liga para los Derechos del Hombre- y por el brillante físico Paul Langevin (1872-1946).
Al año siguiente (1937), el propio Henri Wallon asumió la presidencia de la OIE (Office Internacional pour l'Enfance), una comisión creada en defensa de los derechos del niño, que puede considerarse como una de las instituciones precursoras de la UNESCO.
Por sus ideas progresista y antitotalitarias, en el transcurso de la II Guerra Mundial (1939-1945), Wallon fue perseguido por la Gestapo, lo que le obligó a vivir en la clandestinidad durante un prolongado período de tiempo. Cada vez más convencido de la necesidad de combatir el fascismo desde posiciones marxistas, en 1942 se afilió al Partido Comunista Francés del que ya se había declarado simpatizante, vinculación que mantuvo hasta el final de sus días.
Director de Instituto de Psicología de la Universidad de París, Henri Wallon fundó, en 1948, la revista Enfance, que pronto se convirtió en una de las publicaciones de pedagogía y psicología infantil más prestigiosas de todo el planeta.
Teorías psico-pedagógicas.
Wallon, se basó en el materialismo dialéctico y en sus propias observaciones clínicas para describir el desarrollo intelectual y emocional del niño, rechazando de plano las aportaciones psicológicas o, según él, parapsicológicas de Sigmund Freud (1856-1939), a las que tachaba de decadentes y complacientes con el pensamiento burgués.
Otro aspecto muy original de sus aportaciones es su punto de partida, que arranca de la comparación entre las diversas etapas del desarrollo motriz e intelectual del niño sano, y el bloqueo mental y las insuficiencias funcionales del menor minusválido. De ahí que su obra haya sido definida como una "psicobiología de naturaleza genética, comparativa, dialéctica y materialista".
Según Wallon, el desarrollo experimenta diversas crisis y conflictos, que implican un reajuste, una nueva organización de las estructuras mentales, en la que cobran singular importancia los fenómenos de maduración del sistema nervioso. Aunque sus ideas no son dispares, mantuvo ciertas controversias con Jean Piaget, sobre todo en lo relativo a las transiciones entre cada una de las fases del desarrollo. Según el suizo, cada uno de estos estadios ha de haber concluido en todos sus dominios antes de que sobrevenga el siguiente, lo que hace pensar en fases de descanso o intermedio entre uno y otro; sin embargo, Wallon estima que los estadios se imbrican y superponen entre sí de un modo complejo, marcados por crisis (como en la adolescencia), oposiciones al cambio y otros factores. En suma, para el psicólogo parisino no hay un simple paso de un estadio a otro, sino una profunda fase de transformación que, en el mejor de los casos, está siempre dominada por un conflicto: la necesidad de elegir y valorar entre la fase anterior y el estado siguiente.
Así pues, Wallon contempla cada uno de estos estadios como un territorio que, por una parte,
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