El Valor De La Historia

EL VALOR DE LA HISTORIA Y LA CULTURA EN NUESTRAS VIDAS (DE QUÉ MANERA IMPACTO EN NUESTRO COMPORTAMIENTO).

La historia es un relato de los hechos del pasado, es algo que todos debemos conocer. Por poner un ejemplo, resultaría bastante difícil saber quiénes somos como individuos sin saber más o menos quiénes son y que hicieron nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, también es conocer nuestro pasado nos sirve para entender mejor nuestro presente y sólo si entendemos bien lo que ocurre ahora podremos diseñar mejor nuestro futuro.

La historia nos transmite habilidades específicas: como formular preguntas como buscar respuestas, como pensar de manera lógica. Quien controla la historia y el modo como esta se escribe tiene control sobre el pasado y quien controla el pasado gobierna el presente ya sea de que sabemos todo lo que necesitamos conocer acerca de un asunto.

Es evidente por tanto que la historia es una necesidad social. Ella nos proporciona nuestra identidad nos ayuda a encontrar cuando nos preguntamos quienes somos y como es que somos así, aprendemos a ser escépticos y adquirimos los rudimentos del juicio crítico. De esta manera la historia nos muestra cómo cambia la humanidad en el trabajo y en el juego.

Se puede afirmar que la historia prepara a los jóvenes para el mundo en que viven. Si bien es cierto que para incorporarse al mundo laboral nosotros no necesitamos demostrar conocimientos históricos, lo cierto es que si no los tienen no tendrán una visión crítica de la sociedad en la que viven. El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla

Si la historia es una ciencia social y humana, no puede abstraerse del porqué se encarga de estudiar los procesos sociales: explicar los hechos y eventos del pasado, sea por el conocimiento mismo, sea por que nos ayudan a comprender el presente, al estudiar los hechos y procesos del pasado humano, es un útil para la comprensión del presente y plantear posibilidades para el futuro la historia tiene una proyección al futuro por su potencia transformadora como herramienta de cambio social, hasta ahora se han encargado de interpretar el mundo y de lo que se trata es de transformarlo.

A pesar de todo esto la historia proporciona a los alumnos los elementos necesarios para entender la actualidad. La historia intenta entender todo lo que es humano en su conjunto y como ciencia social es la más próxima a la vida cotidiana, por esto puede explicar el funcionamiento de la sociedad. La historia tiene una función claramente pedagógica. Requiere de un aprendizaje activo y crítico y sirve para adquirir hábitos y técnicas de estudio y de trabajo.

Así pues la historia puede describir solo de manera aproximada el alcance del comportamiento humano con ciertos indicios de sus extremos y promedios.

La historia puede brindar una conciencia de la profundidad temporal y espacial.

La historia nos puede mostrar que la mayor parte de los pueblos no lo han hecho y quizá nos ofrezca alguna guía para evitar los errores del pasado, pero la historia también es diversión al menos para quienes disfrutan al dar libre rienda a su curiosidad ya sea que prefiramos el chismorreo histórico.

Una vez que lo han descubierto quizá quieran saber cómo hemos llegado a conocer lo que hemos aprendido y deseen recurrir a las fuentes más cercanas en el tiempo a las personas. La historia nos brinda una sensación estimulante un gasto personal por observar y quizá por participar en los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor y que algún día también serán historia.

La historia forma la capacidad de juzgar comparando diversas épocas y sociedades. La historia capacita para el análisis de una situación histórica, con el que se aprende a descomponer los elementos de esta situación y determinar las causas y las consecuencias. La historia desarrolla la conciencia política y el espíritu crítico pero abierto, democrático y tolerante. La historia permite una aproximación a las diversidades culturales y potencia el respeto por las otras culturas y sociedades

La cultura es la manifestación, en diversos planos, de la actividad del hombre por mejorar. La cultura en sí es todo un proceso que se nos aparece a través de las distintas fases históricas, como producto de la actividad de cientos de generaciones. La Cultura proporciona a los seres humanos una inmensa capacidad de elección que permite muchas y diferentes soluciones satisfactorias para los desafíos de la vida. Estas elecciones, una vez realizadas, se convierten en la base del conocimiento cultural. Así, la cultura puede ser considerada como un almacén de las elecciones realizadas durante largos períodos de tiempo.

Los seres humanos comienzan su aprendizaje a los pocos minutos de nacer, pero seguimos aprendiendo hasta la muerte. En el proceso de aprendizaje de la cultura, obtenemos la particular impresión de que aprendemos (nuestra propia cultura) como parte del mundo natural. No podemos ver, oír o sentir algo sin que simultáneamente percibamos las dimensiones culturales.

El sistema cultural se encuentra en un estado de equilibrio total (lo que es raro y posiblemente sólo haya existido en las mentes de los científicos sociales), siempre hay nuevas necesidades. Puede que no sean lo bastante urgentes como para que alguien se vea forzado a hacer algo. Son retos inmensos a los que las personas responden inventando nueva cultura.

Existen inventos sociales como: el Clan fue un invento para adaptar algunas relaciones de parentesco, pero no todas, a fines totalmente nuevos: el Estado fue un invento para crear una jerarquía de papeles en la que se pudiese fijar el poder, independientemente de individuos específicos: la Sociedad Anónima de propiedad abierta fue un invento para financiar grandes empresas cuando nadie tenía dinero suficiente para sostenerlas solo.

La cultura creada por el hombre, integra sus propias condiciones materiales de existencia (ser social) y la conciencia social en la que se transparenta y refleja. Es que la cultura, si bien encarna y concreta la actividad humana,

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