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En el siguiente trabajo teniendo como eje central el texto de María Béjar en “Historia del siglo XX, cap 8: Crisis y desintegración del tercer mundo.


Enviado por   •  26 de Octubre de 2016  •  Trabajo  •  4.147 Palabras (17 Páginas)  •  362 Visitas

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Introducción

En el siguiente trabajo teniendo como eje central el texto de María Béjar en “Historia del siglo XX, cap 8: Crisis y desintegración del tercer mundo.” Se aborda el tema de la problemática en la comprensión global de las implicancias internas e externas propias de los acontecimientos históricos de Medio Oriente y Occidente luego de la Guerra Fría. Se intenta en el siguiente trabajo comentar las situaciones de algunos de los países musulmanes más influyentes tanto como revuelta social revolucionaria, con carácter nacionalista e ideología sectaria o como veremos más adelante alguna forma de los tipos de terrorismo. Es un tema complejo y vasto debido a la diversidad de etnias, y culturas existentes en Medio Oriente que confluyen en un devenir histórico conflictivo  provocando la fluctuación de fronteras entre un país y otro. Sumado a los conflictos con países occidentales con culturas completamente diferentes que pretenden influir políticamente o económicamente por interés propios de la misma índole. Occidente ha dado a los fundamentalistas y por extensión a todos los musulmanes, las categorías y etiquetas de violentos, agresivos, terroristas, radicales, militantes, de vestimenta tradicional y en guerra con la modernidad, así como de seres que actúan con irracionalidad. A raíz de los atentados la violencia antiislamica se ha incrementado de una manera alarmante en muchos países, como el resentimiento a EEUU o al mundo occidental en general por parte de Medio Oriente.         

Desarrollo

“La historia del terrorismo se extiende ampliamente hacia el pasado, pero el hecho mismo de la existencia de esta historia ha sido frecuentemente ignorado o incluso completamente suprimido. Esto tiene que ver con el hecho de que el terrorismo no se presenta siempre con igual intensidad. Cuando resurge después de un período de relativa calma, hay una tendencia a considerarlo un fenómeno nuevo y sin precedente.” (Walter Laqueur)

 En la postguerra fría el islamismo ha ganado terreno, en parte como opción que encauza la protesta social, pero también debido a la frustración y la ira generadas por regímenes autoritarios y corruptos que han exacerbado las diferencias étnicas y religiosas atraves del manejo discrecional de los recursos estatales. Los grupos militarizados proponen la vigorización del islam en los estados con orientación secular y orientan crear estados islámicos independientes en las áreas de mayoría musulmana incluidas en países con otro credo oficial. En los últimos años, sudeste asiático se ha erigido en uno de los escenarios calientes de la llamada “lucha global contra el terrorismo”. Esto tiene fuertes consecuencias:

En primer lugar, la generalización del concepto terrorismo dificulta el diálogo con los grupos que expresan reivindicaciones políticas y sociales. La ausencia de canales de participación y el hecho de que las organizaciones armadas incrementan la radicalización de los conflictos, la polarización de las sociedades, la petrificación de las identidades y los alcances de la violencia.

El Islam es una religión monoteísta abrahamica que está compuesto de cerca de 60 países de mayoría musulmana. El islam es tan variado que podemos hablar de varios Islam. Hay tantos Islam como existen países musulmanes.

Por otro lado, el fundamentalismo islámico puede adoptar la vía democrática para llegar al poder como en Turquía con el partido de bienestar.

También puede hacerlo a través de un golpe de estado como en Sudan en 1989 o la revolución de Irán en 1979, pero también como resultado de una guerra civil, Afganistán 1966. En estos tres casos una figura religiosa destaca por encima de todos los demás líderes. La figura del líder religioso es determinante en el proceso fundamentalista porque encarna al apóstol del Islam, Mohamed.

La interpretación del Islam en estos países no se centra en la FATWA (resolución religiosa para interpretar el Corán) de los ULAMA (eruditos islámicos) sino en el emir o imán que le da al Islam un carácter peculiar. Ya que las interpretaciones personales tienden a ser más radicales y extremistas como lo es el caso de Afganistán.

el fundamentalismo islámico deriva su nombre de la aspiración de volver sobre las fuentes, es decir, el Corán, La Sunna (la tradición del profeta, los dichos y hechos de Mohamed) y la Sharia (la ley revelada). Dentro de los planes del fundamentalismo están el rescate de los valores propios e intrínsecos al Islam, la restauración del Estado Islámico y la oposición a todo lo que haya entrado en la sociedad (Umma) musulmana como Bid´a (innovación). Bid´a es todo aquello contrario al Islam. El fundamentalismo apegado al Islam primigenio no establece distinción entre política y religión. Por ello algunos casos, como en el Irán, los líderes fundamentalistas suponen la dirección política de la sociedad debe recaer en los ulama o líderes religiosos. “

El fundamentalismo puede interpretarse como una reacción cultural contra Occidente y política contra sus propios gobiernos para instaurar su propia visión del Islam. El suicidio en el Islam está prohibido, sin embargo el fundamentalismo aprueba los actos suicidas con un énfasis en que el mártir tiene asegurado el paraíso.

La aspiración básica de los fundamentalistas es acabar con los gobiernos “títeres” del capitalismo, para poner fin a la difusión de la cultura occidental en sus sociedades y establecer en cambio un estado islámico donde operen las leyes de la Sharia y los principios del Corán y la sunna.

En segundo lugar, el rotulo de “terrorista” engloba reclamos e identidades diferentes e instala la lógica amigo/enemigo que clausura la vía política y favorece la agudización de la violencia. A pesar de la utilización de la palabra “terrorismo” este fenómeno no es definido. La confusión existente se basaba en el dilema de si se trataba de castigar un “acto terrorista” o una “opinión contraria”. Al mismo tiempo es complejo porque se condenaba el acto pero no el pensamiento.

Por otro lado, la definición se enfoca en los daños a la población civil y por otro lado enfatiza “la subversión al orden público” como la define el Terrorism Act de Gran Bretaña.  

La definición gira en torno al contenido político y del concepto de “presión política”. Para el FBI “el terrorismo consiste en una utilización ilícita de la fuerza y de la violencia contra personas o bienes tendiente en intimidar u obligar a un gobierno, la población civil o parte de ella, en la búsqueda de objetivos políticos o sociales”. Y para Gran Bretaña “la práctica o la amenaza de una acción que tiene como objetivo influir el gobierno o intimidar el público o parte de él, para promover una causa política, religiosa o ideológica”.

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