Eurocentrismo
Enviado por maria.carrasco.1 • 14 de Noviembre de 2013 • 3.430 Palabras (14 Páginas) • 280 Visitas
IMPLANTACIÓN DEL EUROCENTRISMO EN AMÉRICA
1.- EL COLONIALISMO, GERMEN DEL PENSAMIENTO CONSERVADOR.
El colonialismo es el dominio territorial, económico y cultural establecido durante largo tiempo sobre un pueblo extranjero que se ve sometido al país dominante. Aunque este término existe desde la época de la Antigua Grecia, hay variantes en su significado, pues en el caso de las antiguas colonias griegas o en el de América se usaba más bien la palabra “colonización” en vez de colonialismo, ya que en estos casos los territorios colonizados no estaban subordinados a la metrópoli, y a todos los habitantes de estos primeros se les consideraba como otros ciudadanos más de la potencia europea. En la edad contemporánea se identifica más con la dominación política de gentes de otra raza que habitan en un territorio separado por el mar de la potencia colonial, que generalmente suele ser un país europeo.
A diferencia del imperialismo; el colonialismo busca llevar su cultura más allá de sus tierras. El colono es quién debe ir a la colonia a implantar su cultura y establecerse allá. El proceso que vive la población de la colonia es llamado aculturación (pasar a llevar una cultura con otra "más poderosa"). El colonialismo no es un término tan económico como el imperialismo, el cual busca materias primas y mano de obra en la colonia para luego producir en el país y finalmente retornan y vender en la propia colonia de donde extrajo la materia.
La colonización europea de América comenzó a finales del siglo XV después de que Cristóbal Colón, llegara en 1492 con el apoyo de la Corona de Castilla. A partir de ahí, el Imperio español, el Imperio portugués, y desde comienzos del siglo XVII el Imperio Británico (1607), Francia (1608) y los Países Bajos (1625), conquistaron y colonizaron una gran parte del territorio americano, sometiendo a sus pobladores nativos.
El Imperio español y el Imperio portugués fueron los primeros en realizar la conquista, y se asentaron principalmente en el sur de Norteamérica, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica (imperios Azteca e Inca, respectivamente). España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. En el Caribe, dominó sobre todo Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo a la península de Florida dentro de sus posesiones caribeñas. Desde los asentamientos antillanos, tomó posesión por la fuerza de los grandes estados existentes en América en ese momento: en América del Norte llegó a apropiarse del Imperio azteca, en el actual México, estableciéndose en sus ciudades, además de dominar a tlaxcaltecas, tarascos, mixtecas y zapotecas. A partir de ahí controló una gran parte de América Central, dominando a las poblaciones de lengua maya, a los pipiles, los niquiranos y los pueblos de habla ngäbe de Veragua (Panamá). Desde Panamá se emprendió la conquista de la zona andina de América del Sur hasta la zona central de la actual Chile, controlada por el Imperio incaico en el actual Perú. También colonizaron a las Américas, los franceses, británicos, holandeses, alemanes, italianos, daneses, suecos y rusos.
La mayor parte de los indígenas murieron por el efecto de varias enfermedades (sobre todo la viruela y en menor medida el sarampión y las paperas, entre otras) contra las cuales no estaban protegidos. Asimismo, los escasos conquistadores emprendieron guerras aliados con los pueblos originarios, que llamaron guerras "justas" bajo su ideario medieval, para sometimiento de otros pueblos, donde se produjeron gran cantidad de muertos tanto allí como después en las condiciones de trabajo y vida impuestas y de las guerras de conquista sobre las culturas Azteca, Inca, y los pueblos Mapuche, Ranquel y Het, Wichí, Pazioca (Diaguita), Guaraní, Charrúa, de los Abipones, Chiriguanos, Toba, Arawak, etc.
Utilizaron la guerra y las deportaciones masivas en los numerosos tratados con las poblaciones indígenas locales y que sistemáticamente fueron aislados por los gobiernos norteamericanos en las llamadas reservas indias para que no entorpecieran el desarrollo del país.
2.- LA IGLESIA COMO PRODUCTORA DEL CONOCIMIENTO.
La España de la conquista era religiosa, y entre sus fines primordiales figuraba la evangelización de los nativos, y la vigencia de la fe católica en los territorios conquistados, como un asunto de estado. Ya había probado España su fidelidad cristiana con la Reconquista de Granada.
Los métodos adoptados para obtener la conversión fueron muy diversos. Una de las fórmulas empleadas fue la conocida como doctrina, se trataba del compromiso adquirido por el conquistador para que fueran evangelizados todos los indígenas que le habían correspondido en sus repartimientos; los niños debían recibir las enseñanzas religiosas todos los días y los adultos tres días a la semana. El convento fue el centro neurálgico de la evangelización y a su alrededor se configuraron numerosas poblaciones. En él atendían los religiosos las necesidades espirituales de los nuevos cristianos al mismo tiempo que las materiales, ya que junto a las dependencias de culto y habitación de los frailes, disponían de enfermerías, escuelas y talleres.
Los mismos misioneros desempeñaron un importante papel en la a culturización del indígena, al poner un especial empeño en su incorporación a las actividades artesanales de tradición europea como parte destacada de su educación. La escuela de San José de los Naturales, creada por los franciscanos en México, o las organizadas por el obispo Vasco de Quiroga en Pátzcuaro (Michoacán) son una referencia para comprender diferentes proyectos de vida para el indígena a partir de su incorporación al cristianismo. En ellos están presentes muchas de las ideas procedentes de los movimientos utópicos de la edad media y del renacimiento, que encontraron en América un terreno propicio para su puesta en práctica.
En el año 1493, entre los meses de abril y septiembre, los reyes de España y sus sucesores recibieron la donación de las tierras conquistadas y por conquistar en occidente, por parte del propio papa Alejandro VI, con el cargo de evangelizarlas.
Las instituciones religiosas en América dependían por el Real Patronato Indiano, otorgado por el Papa Julio II, en el año 1508, de la corona española, que tomaba intervención en la designación de las autoridades religiosas y sostenía el culto económicamente, pagando sus servicios a los religiosos y construyendo iglesias y catedrales.
Aproximadamente fueron 110 religiosos los que llegaron anualmente a tierras americanas a cumplir su misión evangelizadora, que podía incluso incluir la fuerza en caso de guerra
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