FRANQUISMO
Enviado por padilla_paula • 16 de Mayo de 2013 • 3.047 Palabras (13 Páginas) • 585 Visitas
HISTORIA DE ESPAÑA
TEMA 10
LA DICTADURA FRANQUISTA ENTRE 1959-1975: ASPECTOS SOCIALES, POLÍTICOS Y ECONÓMICOS.
Introducción
El régimen de Franco fue una dictadura conservadora que surgió como consecuencia de la victoria de los sublevados en la Guerra Civil Española. El 1 de abril de 1939 finalizaba la guerra y con ella la legalidad republicana. Empezaba una nueva etapa para España, la dictadura franquista. , que va a estar dirigida por el vencedor de una contienda que había causado graves daños al país y dividido profundamente a los españoles. Franco instauraba así un sistema político-social que se apoyará en las fuerzas contrarias a la república, a las que aglutinará y controlará.
La dictadura franquista contó con numerosos apoyos, tanto internos como externos, que explican su larga duración, casi cuarenta años (1939-1975). La Iglesia Católica, gran parte del ejército y la oligarquía apoyaron al franquismo. En el exterior, primero contó con la ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista. Después, durante la Guerra Fría, le apoyaron Estados Unidos y sus aliados.
La España de Franco era una anomalía en Europa Occidental, donde se habían instaurado democracias después de la Segunda Guerra Mundial. La dictadura no respetó los derechos y las libertades de los ciudadanos, pues los opositores al régimen fueron perseguidos, encarcelados y, en ocasiones, ejecutados. España también fue un país menos modernizado y desarrollado que los que había en su entorno.
En la dictadura franquista se distinguen dos fases, la primera de ellas, entre 1939 y 1959, se caracterizará por el retroceso económico, consecuencia de la guerra y de la política autárquica, por la involución ideológica y por la dureza de la represión, consecuencia de los odios amasados en la guerra y los años anteriores.
La dictadura evolucionará para garantizar su permanencia en su segunda fase, entre 1959 y 1975, realizando una serie de cambios que vendrán forzados por las presiones extranjeras y las transformaciones de la propia sociedad española.
MODERNIZACIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICO
El desarrollo económico 1960-1973
La política económica autárquica de los primeros años del franquismo tuvo unos resultados negativos: el descenso de la renta per cápita, el retroceso de la actividad industrial, inflación, déficit comercial, descenso del nivel de vida y aparición del mercado negro.
A principios de los años 50 comenzó una fase de lenta recuperación económica coincidiendo con la ayuda norteamericana y con el cambio de la política económica del gobierno. La economía española se abrió al comercio internacional y disminuyó la intervención del Estado.
Una serie de ministros tecnócratas pertenecientes al Opus Dei aprobaron entre 1957 y 1959 una serie de medidas de reforma económica conocidas como “Plan de Estabilización” para acabar con el modelo autárquico y modernizar y liberalizar la economía española. Las medidas concretas fueron: devaluación de la peseta para fomentar las exportaciones, limitación del gasto público, incremento de impuestos y facilidades a la inversión de capital extranjero en España. En conjunto este Plan resultó un éxito y puso las bases para el espectacular desarrollo de los años posteriores.
Durante la época de los 60 la economía española experimentó un espectacular y acelerado crecimiento, se completó la modernización e industrialización del país y aumentaron los niveles sociales de bienestar y consumo.
La renta per cápita pasó de 300 dólares en 1960 a 2000 en 1973. El crecimiento del PIB fue el más elevado de todos los países en esa época. Las exportaciones se duplicaron y se pasó de exportar productos agrícolas a vender al exterior buques y manufacturas industriales. España dejó de ser un país agrario y se transformó en un país industrial y urbano.
El gobierno intentó coordinar y orientar el proceso de desarrollo mediante los llamados “Planes de Desarrollo”, cuyo responsable fue López Rodó. Se trataba de unos proyectos donde se fijaban objetivos y procedimientos para estimular la producción a través de inversiones públicas y ayudas a las empresas privadas (rebaja de impuestos, subvenciones y concesión de créditos oficiales). El Primer Plan de Desarrollo se inició en 1964, sin embargo, estos programas gubernamentales no fueron en realidad la causa del éxito económico, sino el esfuerzo colectivo y el trabajo de todos los españoles.
Existieron, además, otros factores que explican el rápido desarrollo económico español de este período (1960-1973):
La favorable coyuntura económica internacional.
Las masivas inversiones de capital extranjero y la creciente actividad de grandes empresas multinacionales estadounidenses, alemanas, suizas, francesas o británicas, especialmente en los sectores químico, electrónico y del automóvil como FORD, IBM, General Motors, Standard Oil, atraídas por la mano de obra barata.
Los ingresos procedentes del turismo. La llegada de visitantes extranjeros fue favorecida por los bajos precios de nuestro país.
Los envíos de dinero que los emigrantes españoles realizaban a sus familiares residentes en España.
Los reducidos costes laborales, pues los salarios se mantuvieron a niveles bajos.
Las enormes inversiones estatales en obras públicas, como por ejemplo en construcciones hidráulicas (pantanos).
Sin embargo, a pesar del triunfalismo de las autoridades, esta expansión económica (calificada como “milagrosa” por la propaganda oficial) resultó desequilibrada e insuficiente, provocando importantes problemas:
Desigual crecimiento de los diferentes sectores productivos: la industria y el sector terciario experimentaron un fuerte impulso, pero el desarrollo de la agricultura resultó insuficiente y vacilante.
Éxodo rural masivo hacia las ciudades y emigración de los trabajadores a Europa. La emigra exterior afectó a los sectores sociales con rentas más bajas procedentes de las zonas rurales más subdesarrolladas de Andalucía, astilla y Galicia. Esta emigración exterior ocultó las importantes limitaciones de la economía nacional para generar empleo.
Aumento de los desequilibrios regionales al concentrarse el crecimiento económico y la riqueza en torno a determinadas zonas: se incrementó el desarrollo de Cataluña, País Vasco y Madrid, mientras que grandes extensiones de Castilla, Galicia, Extremadura, Andalucía y Aragón continuaron desindustrializadas. El intento más notable del gobierno para fomentar la industrialización de las regiones deprimidas fue la creación de los “Polos de Desarrollo y Promoción”, con resultados poco eficaces en la mayoría
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