Geometria Del Poder

1. Restauración Histórica del espacio y Tiempo de Venezuela

En Venezuela muchos fueron los personajes de gran envergadura política que vehementemente intentaron transformar la estructura socioeconómica del país, motivados en parte, por una convicción personal, así como también por el interés de dejar huellas imborrables en el ideario nacional mediante proyectos que favorecen gran parte de la colectividad social. Tal es el caso de Antonio Guzmán Blanco, el “Ilustre Americano”, quien tuvo la oportunidad, durante más de quince años, en la última parte del siglo XIX, de influir determinantemente sobre el rumbo del país. Es de reconocer que su trayectoria política estuvo marcada por una fuerte influencia ideológica liberal que, definitivamente, moldeó su proyecto de país. Era el progreso, junto a una virtuosa visión futurista, ejes fundamentales de su pensamiento. Cuando llega al poder en 1870 implanta una serie de medidas tendentes a modernizar el país, y especialmente a Caracas, ciudad a la cual Guzmán intentó impetuosamente darle cualidades parisinas.

En la presente investigación se intentará resolver la siguiente interrogante: ¿qué papel desempeñó la orientación político-ideológica de Antonio Guzmán Blanco en el progreso de la Venezuela decimonónica? Para ello, inicialmente, se destacará lo relativo a las bases ideológicas del Guzmancismo. Seguidamente, se abordará someramente el contexto político-económico del régimen Guzmancista y, finalmente, se presenta una síntesis del impulso modernizador de Guzmán Blanco en la construcción de vías de comunicación, haciendo especial mención en la importancia del ferrocarril como elemento modernizador de la época.

No es fácil comprender la complejidad de un personaje que marcó la vida nacional durante casi dos décadas. Guzmán Blanco, de orientación Liberal, exponente en todo momento -desde la formalidad- del federalismo, debe su orientación ideológica a los años de juventud en los que oía pasivamente las discusiones de aquellos viejos veteranos militantes del Partido liberal, quienes se agrupaban en su aposento a discutir temas políticos. Con el tiempo, va orientando su pensamiento hacia las ideas más progresistas de su época. Fue justamente su ímpetu liberal lo que le motivó a emprender una serie de obras públicas, en especial las referidas a vías de comunicación.

Durante el septenio (1870-1877) Guzmán Blanco hubo de comprender la necesidad de un contundente apoyo del sector comercial para establecer un gobierno prolongado y estable. Lo paradójico de tal situación era que la figura del liberalismo y la federación habían sido otrora, banderas ideológicas de los que se enfrentaban a la hegemonía de los grupos oligárquicos nacionales y extranjeros. Sin embargo, esta alianza aunque contradictoria del gobierno con la oligarquía mercantil, no va a opacar los principios ideológicos del Liberalismo y la Federación.

Por así decirlo fue una estrategia necesaria para sobrellevar los duros inconvenientes económicos de la república. Tanto la oligarquía mercantil como la figura de los caudillos regionales, configuraron el plan de acción del Gran Partido Liberal Amarillo.

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