Hiraoka
Enviado por zatza • 22 de Agosto de 2014 • Tesis • 1.376 Palabras (6 Páginas) • 762 Visitas
HISTORIA
Hiraoka, la empresa que soñó un hombre. Esta historia empieza en un local de veinte metros cuadrados lejos de Lima, en un pueblo ayacuchano. A Carlos Chiyoteru Hiraoka le habían dado su liquidación por tiempo de servicio, tenía 27 años y la experiencia de un joven que hizo crecer dos pequeñas tiendas. Ahora quería la suya propia.
Era 1941 Carlos Chiyoteru Hiraoka, había llegado de Japón unos años antes, primero a dar un vistazo invitado por su hermano que ya vivía en el Perú; después para quedarse. Trajo en su equipaje sus herramientas de odontólogo recién egresado, no sabía que en vez de cuidar dentaduras iba a fundar un negocio tan popular que su apellido es moneda común en el lenguaje limeño. A Hiraoka de Miraflores, le digo al taxista y no necesito precisar más.
Tras un tiempo en Lima haciendo cachuelos, Carlos Chiyoteru vio en un periódico el aviso que lo llevó como administrador hasta Ayacucho. Dejar la capital fue más fácil que dejar su natal Kumamoto. Se decidió a pesar de que todavía no hablaba bien el español por tratarse del bazar de una familia japonesa, Comercial Ishikawa, ahí lo recibieron y le enseñaron los tejes y manejes del comercio y Carlos Chiyoteru aprendió, porque tres años después el negocio se expandió al pueblo de Huanta con él de administrador, hasta que la persecución a los japoneses vino con la Segunda Guerra Mundial y el local tuvo que cerrar. Entonces es cuando recibe la liquidación y empieza su propia historia. como reza el conocido refrán "JUNTO A UN GRAN HOMBRE, SIEMPRE HAY UNA GRAN MUJER". Don Carlos era muy amante del trabajo, es así que, gracias a él, en 1939 tuvo la oportunidad de conocer a una hermosa y distinguida dama llamada Rosa Torres Galván, nacida en Huanta el 29 de diciembre de 1920, hija de dos connotados ciudadanos huantinos: Don Melquiades Torres Girón y Doña Zoila Galván de Torres, quien ingreso a trabajar como Cajera de la casa comercial Ishikawa, que administraba Don Carlos destacándose, además de su belleza -que hacía mérito a la flor que llevaba por nombre-, por su responsabilidad, eficiencia, puntualidad, honradez y honestidad.
Cupido no se hizo esperar mucho, por cuanto, la unión entre Don Carlos y Doña Rosa se formalizó mediante el matrimonio celebrado el 18 de setiembre de 1941, que duró mas de 60 años, fruto del cual, nacieron en Huanta, sus 8 hijos: Carlos, Vidal, Raúl, Guillermo, Luís, Jesús, Carmen y Martha, todos formados y educados en el trabajo, la responsabilidad, la disciplina y el respeto a los demás, dentro de un marco de principios, valores y virtudes propios de una honorable y muy destacada familia huantina. Don Carlos quería mucho a Huanta, su tierra adoptiva, y se sentía muy agradecido y reconocido por haber sido recibido en ella con los brazos abiertos; permitiéndole sentirse como en su propia casa; por ello siempre solia decir: "tenemos que devolverle a Huanta 1° lo que nos ha dado",
Desde la puerta de Importaciones Hiraoka de Miraflores no es posible darse cuenta de que tres torres de siete pisos componen todo el local. Ha sido diseñado con discreción, dejando ver solo lo que se quiere; me doy cuenta recién del detalle al ver la maqueta que muestra Raúl Hiraoka Torres al momento de la foto. Se necesita espacio para tener stock de la variedad de electrodomésticos que aquí se venden.
Cuatro de los ocho hijos de Carlos Chiyoteru quedaron a cargo de esos comercios que todos los taxistas conocen sin necesidad de referencias. En el segundo piso de la filial de Miraflores, el tercero del clan familiar habla con la calma de un profesor de yoga. Difícil imaginar que traspasando la puerta 300 personas bajo sus órdenes no paran de moverse. Pero aquí Raúl sigue contando los orígenes remotos de la empresa sin inmutarse por el tiempo. Dice que su padre era un liberal para su época se adaptó a las costumbres, aprendió a hablar castellano, quechua, a disfrutar la comida; a todos trataba por igual, gente de ciudad, campesinos pobladores de las alturas, así se hizo querer; se casó con una huantina, una que
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