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Historia Y Poder De La Prensa: Raul Sohr


Enviado por   •  31 de Agosto de 2012  •  1.721 Palabras (7 Páginas)  •  1.758 Visitas

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Historia y poder de la prensa: Raul Sohr

“todo sistema se pone a prueba en los momentos de crisis

.la relación entre poder y prensa quedo tempranamente ilustrada, y en forma magistral, en un revelador incidente:

En 1815, Napoleón volvia desde su auxilio en la isla de Elba en el cuso de su itinirario hacia Paris el diario Capitalina le montileur titulo de la siguiente forma:

9/03: el moustro escapo de su lugar de destierro

10/03 el ogro corso he desembarcado en cabo Juan

11/03 el tigre se ha mostrado en Gap. Tropas avanzan para detener su marcha, continua su miserable aventura como un delincuente en las montañas.

12/03 el montruo ha avanzado hasta Grenoble

13/03 el tirano está ahora en Lyon, todos están aterrorizados por su aparición

18/03 el usurpador ha osado aproximarse hasta 60h de marcha de la capital

19/03 Bonaparte avanza a marchas forzadas, pero es imposible que llegue a Paris

20/03 Napoleón llegará mañana a las murallas de París.

21/03 El emperador Napoleón se halla en Fontainebleau

22/03 Ayer por la tarde su majestad el emperador hizo su pública entrada a las Tullerias, nada puede exceder el regocijo universal.

Napoleón describió con claridad brutal el sueño que muchos gobernantes no se atrevían a confesar: “la libertad de prensa debe estar en manos del gobierno, la prensa debe ser un poderoso auxiliar para hacer llegar a todos los rincones del imperio las sanas doctrinas y los buenos principios, abandonarla asi misma es dormirse junto a un peligro”.

Pocos días antes de morir escribió “a la larga, siempre el espíritu vence al sable”.

Mientras el poder del estado busca la coherencia y la concentración, la prensa es en su conjunto difusa y contradictoria. En las sociedades democráticas, los medios de comunicación tienden a reflejar un amplio espectro de visiones e intereses. De una forma u otra, la prensa es un espejo, aunque imperfecto, de la sociedad. En ella se reflejan las diversas corrientes, aunque no de un modo representativo.

En todo el mundo la prensa se estructura en torno del poder, sea éste de orden político, económico o social. En el fondo, la prensa es parte de las estructuras de poder, y como tal refleja sus ambigüedades, sus pugnas y sus debates. La propiedad privada de los medios de comunicación asegura, en la mayoría de los casos, una estrecha identificación con intereses bien establecidos.

Los Estados aspiran a controlar los escenarios en que intervienen. Los medios de comunicación independientes, por su parte, se concentran en el “desorden”, es decir que prestan atención especial a los conflictos entre las diversas expresiones de poder. Los espacios de la prensa dependen de las pugnas y de la fuerza de quienes la protagonizan.

En aguas revueltas de los conflictos de poder la prensa recoje su mejor pesca noticiosa, pero las redes informativas no se lanzan al azar sino desde “angulos” no en vano se ha dicho que la mejor manera de asegurar la libertad de prensa es ser propietario de una.

Las relaciones entre el poder político y el poder de la prensa poseen el carácter de una lucha constante el primero por dominar al segundo, es una verdad de dos caras por un lado el estado ha circunscrito a la prensa a lo largo de la historia; la otra cara revela que la prensa es el campo donde se libran muchas de las batallas que conciernen y se originan del seno del propio estado.

Walter Mear, director ejecutivo de la agencia Associated Press (AP) resumió la oposición básica entre el periodismo y el gobierno:

“el asunto de ellos es conservar secretos. Nuestro trabajo es descubrirlos.”

Una prensa independiente siempre ha supuesto un peligro, para los poderes establecidos. Ya la explotación de la prensa de Johann Gutenberg, puesta a punto a mediados del siglo XV, quedo bajo custodia de las monarquías absolutistas que regían Europa y que se apresuraron a reservarse el monopolio.

En el siglo XVI el cardenal wolsey eminencia gris del reinado de enrique VIII de Inglaterra dijo: “debemos destruir a la prensa o la prensa nos destruirá a nosotros” sintetizaba los ánimos de palacio y de la iglesia hacia un medio que pese a las prevenciones, se escaparía de su control. En 1671, en Estados Unidos el gobierno británico de virginia fue igualmente elocuente “la Ilustración he traído al mundo la desobediencia, la herejía y las sectas; la prensa no sólo las divulgó, sino que también lanzón libelos contra el gobierno”.

La ley mantuvo una espada afilada para sancionar el naciente periodismo, en Inglaterra bajo el reinado de Jorge III (1760-1820), un párrafo que ofendió a un emperador ruso costó a su autor cepo y un año de cárcel.

De todos modos. La prensa escrita sólo cobró fuerza en las primeras décadas del siglo diecinueve. Antes de ellos la información circulaba por boca, y en algunos cafés se podían conseguir gacetas, escritos anónimos que en mayoría contenían alegatos tenciosos de diversas corrientes políticas y filosóficas antes que informaciones.

Durante la revolución francesa la ruptura política produjo corrientes libertarias que proclamaron el derecho ciudadano a la prensa sin censura, en el articulo 11 de la declaración de los derechos del hombre de agosto de 1789 dice: “la libre comunicación del pensamiento y las opiniones

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