Historia en educación

La Historia en educación básica tiene una trascendencia para el alumno, le permite tener una visión general de la conformación de su mundo actual, claro esta desde la perspectiva de un aprendizaje socializado, con la tendencia a la reflexión y análisis situacional.

El maestro en su función de orientador debe tener claridad en el uso de una metodología acorde a las necesidades de sus alumnos, no sin antes adentrarse en el conocimiento de los mismos, por ende es un proceso de construcción constante.

El programa actual se fundamenta en la línea filosófica constructivista, haciendo énfasis en la investigación – acción, intentando clarificar las actitudes de los alumnos en el sentido de crear un panorama de enseñanza – aprendizaje claro y motivador.

Para un servidor, como tantos otros maestros, no ha sido fácil romper viejos esquemas, que en su momento fueron parte de mi formación y de mi personalidad, sin embargo el intentar ser crítico en el trabajo de otros, obliga a serlo en el propio y poder identificar las fallas que he tenido en el ejercicio docente.

Las instituciones en que se ha laborado adolecen de los materiales básicos para el manejo de la Historia como asignatura, como es el caso de mapas, fotografías de personajes históricos, globos terráqueos, etc. en ocasiones las limitantes materiales son un punto que interfiere en el diseño de la estrategia y por consecuencia de las actividades, pero en el sistema actual eso es parte de una cotidianeidad, no por ello se cierra el paso a la creatividad en busca de resultados satisfactorios.

Trabajar la Historia implica un esfuerzo productivo del maestro y permitir que el alumno se interese en conocer los hechos que han incidido en el mundo de hoy con una actitud participativa, reflexiva y motivante.

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