Imperios Del Siglo 16
Enviado por chewi • 18 de Septiembre de 2013 • 3.355 Palabras (14 Páginas) • 604 Visitas
ROMANO
Imperios del siglo XVI
El mundo se hace mas grande y adquiere conciencia y consentimiento de si mismo. Estos grandes espacios unificados, estos imperios, suscitan grandes adversarios. Si los grandes personajes y sus imperios chocan, es natural que se establezcan alianzas entre los personajes principales, de una parte, y los enemigos secundarios, de otra. Hay entrecruzamiento de intereses, de políticas, de planes diplomáticos, todo a gran escala, escala única a proporciones mundiales.
La palabra imperio no representa la misma realidad, ni las mismas ideas, ni las mismas aspiraciones para todos los casos.
Imperio otomano del siglo XV o siglo XVI: cuando Carlos V llega al poder, quiere suscitar una resurrección. Amplía la base territorial y lo funda sobre la universalidad religiosa de su dominio. La oposición surge de la pluralidad de lenguas y del hecho de que venía femándose un sentimiento de grupo nacional. Su primera idea esta destinada al fracaso. A una tentativa constitucional y política centrípeta corresponde una realidad espiritual y religiosa centrifuga.
Pero si fracasa en el plano de lo que les es mas querido, tiene éxito en la creación del primer imperio colonial moderno. Unas civilizaciones son abatidas y se alzan otras, se desaparecen unas formas de alimentación y se consagran otras y todas son trasplantadas, unas religiones son barridas y sustituidas por otras.
Sin embargo, tendrá otro fracaso, dejara la corona imperial a su hijo, quien será mas que el rey de España, el sueño imperial se desvanece. El espíritu burocrático de Fernando I le lleva a ocuparse del imperio de ultramar. Así termina la época de los conquistadores y empieza la de los virreyes. Se perfila la idea de un imperio nuevo, moderno.
Frente a esta realidad se alza el Imperio turco que lanzará puntas de avanzada hasta el Occidente cristiano. Aunque le falta la fuerza para llevar la invasión hasta las ricas ciudades, hay posibilidades de expansión en el Mediterráneo. Desde ahí el imperio otomano se convierte en una verdadera potencia europea. Comienzo de la hegemonía española, hegemonía si y no, equilibrada y comprometida por la potencia turca.
Puntos de contacto entre el imperio español y turco:
• Origen: nacen el corazón de sus tierras y tienen la altura y la consistencia de la tierra.
• Ni el uno ni el otro tendrán suerte nunca en el mar.
• Estas debilidades marítimas encuentran una correspondencia exacta en la fuerza terrestre de los dos imperios. Los jenízaros turcos eran un cuerpo selecto, de primera calidad, disciplinados, bien armados, muy móviles, equivalentes a las unidades españolas.
Estos imperios nueves requieren de un cuerpo nuevo de especialistas de la administración: los funcionarios. Mientras que estos dirigen y toman decisiones, en estos grandes conjuntos étnicos que son los imperios, se encuentran funcionario de diferentes nacionalidades. Esto demuestra de que modo estos funcionarios no están ligados ya por un vinculo de orden feudal a su soberano, su relación de dependencia es una relación de empleo sobre las bases de la estabilidad. Ahora la administración se impone y organiza: los archivos.
Dificultades en la formación de los imperios:
• Las distancias, a medida que van creciendo, crean problemas de organización que hacen mas lentas y difíciles las comunicaciones, las relaciones, los movimientos, las decisiones, los intercambios.
• Los imperios tienen necesidad de dinero. Estas necesidades de dinero van mas de prisa que la recepción del mismo. De modo que se impone buscar anticipos. Entra en juego el banquero, instrumento útil pero al mismo tiempo expresión de un limite puesto a la acción imperial.
Se conquistan grandes espacios y los elementos esenciales de estas conquistas son siempre las armas. Montados en sus caballos, y con el efecto psicológico de sus armas de fuego, lograran éxitos fulminantes.
Estados modernos:
Estos imperios trastornan la vida de los hombres, de todos los hombres, de las multitudes de una escala nunca conocida hasta entonces. De una parte, matanzas de poblaciones, deportaciones, esclavitud, de otra, mejora de los niveles de vida, de los regímenes alimenticios, difusión de determinados productos que habían sido solo del dominio de las esferas socialmente superiores. Estos imperios contribuyeron poderosamente a construir la unidad del mundo. Así quedaba fijada la tarea del hombre moderno. Para que estos puedan tener una vida sana y una función concreta, es preciso que el estado moderno, se afirme. Sin embargo es inevitable el conflicto con las fuerzas feudales. Y también es inevitable el conflicto con las fuerzas burguesas y campesinos. Durante las primeras fases de la crisis del feudalismo, se había producido un cierto movimiento de liberación política de los burgueses e incluso de los campesinos. Esta liberación política se ve comprometida porque el estado, en su lucha contra las autonomías feudales, no puede hacer causa común con otras formas de autonomía, sino que tiene que luchar contra todas. Y si en los momentos de tensión social ha de elegir a un aliado, es inevitable que este sea la clase nobiliaria. Y en muchas ocasiones por estas alianzas no llegó a realizarse la reforma interna del estado. Todas las fuerzas nuevas, a pesar de que sus intereses mas concretos deberían estar al lado de los campesinos, negaran su aceptación y tomaran una posición a favor de los señores. De este modo aquellos campesinos que se habían hecho la ilusión de tener un jefe espiritual y en su doctrina religiosa, la propia doctrina social, se quedan sin jefe y sin doctrina. Lo que se les prohíbe a los pequeños nobles y a los campesinos, se les concede a los grandes feudatarios. Algunas ciudades se sublevan, y piden la reducción de impuestos, derecho a llevar armas, etc., pero la revuelta no es contra el rey, ni contra el estado, es una revuelta nacional contra los grandes. Esta sublevación quedo rápidamente truncada ya que la organización burguesa había alcanzado grande y armónico desarrollo y estaba legalizada por los edictos reales.
Son necesarias otras condiciones para que el estado se establezca. Es preciso que llegue a alcanzar una cierta entidad territorial. Donde llega a ser un imperio las cosas son fáciles. Hay otros casos , en las extraordinarias ciudades que habían constituido el motor pueden manifestarse movimientos de nivel cultural, el placer de vivir en ellas sea mayor que en las ciudades de vida ruda, pueden encontrarse grandes personalidades, pero tales ciudades están condenadas. Una de las razones esenciales de esta condena radica en el hecho de que estas ciudades se encuentran con toda una serie de obligaciones. Todos los estados-ciudad van perdiendo fuerza militar: el gran
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