Investigación URSS

UNIÓN SOVIÉTICA (STALIN)

Surgimiento de Estados Autoritarios

• Condiciones que dieron lugar al surgimiento de estados autoritarios: Factores económicos; división social; impacto de la guerra; debilidad del sistema político.

Al  comenzar la primera guerra mundial, Rusia era una de las primeras potencias mundiales y además era una gran potencia, el régimen zarista parecía consolidado: con un capital humano sin igual en Europa. Era la quinta fuerza económica en escala mundial.

La guerra reveló las debilidades de un país en que el 80% de la población se dedicaba a labores rurales, mientras que una sola parte podía trabajar en industrias.

Debido a esto el zar tuvo que dimitir lo cual dejó su cargo en un gobierno provisional el cual estaba dividido en dos, compuesto por soldados y obreros urbanos que a su vez se dividían en mencheviques y bolcheviques. Los campesinos tenían desfavorables condiciones y vivían en miseria lo cual el partido bolchevique tomó en cuenta y se favoreció de esto para asegurar los derechos de los campesinos y de la clase obrera, así nacen las asambleas de trabajadores llamadas Soviets. Los bolcheviques dirigidos por Vladimir Ilich Lenin presionaron a favor de una revolución socialista. Esta revolución estalló en 1905 con varias marchas dirigidas por los obreros. En 1917 se derrocó al zar sin embargo para los socialistas extremos y los bolcheviques esta revolución no fue suficiente para las reformas que se dieron, ellos querían más así que se inició otra revolución en 1917 a cargo de Lenin con el ejército rojo y la resistencia a cargo del ejército blanco. Inmediatamente estallan movimientos contrarrevolucionarios en muchas partes, apoyados por la intervención de numerosos países, entre ellos Japón, Inglaterra, Francia, Polonia, Alemania, Checoslovaquia y Estados Unidos. El sistema soviético logra sobrevivir por el gran apoyo popular; hacia 1922 se retiran las tropas intervencionistas y en 1924 es reconocido el nuevo régimen por la mayoría de las potencias.

La historia de la Unión Soviética comenzó en 1922 al suscribirse el Tratado de la Unión entre las  repúblicas socialistas soviéticas de Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Transcaucasia (Georgia, Azerbaiján y Armenia) ya con los bolcheviques dirigiendo los soviets (consejos) de cada nación y habiendo resultado ganadores en la Guerra Civil Rusa posterior a la Revolución de Octubre.  Los bolcheviques pudieron hacer frente rápido a la resistencia y expandir rápidamente la revolución. (Ver anexo 1)

En 1922, se creó la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS). Este sufrió una transformación importante tras la muerte de Lenin y asume el cargo Stalin. El reconoció que la revolución no podía expandirse a todo el mundo lo cual lo hizo pensar y fortalecer a la URSS, la cual fue apoyada por la revolución de un solo país. Esta revolución fue llevada a cabo por los soviets (obreros y campesinos) los cuales lideran el Partido Comunista pero la realidad era otra porque Stalin implantó una dictadura, creó un Estado totalitario basado en el Partido Comunista y los soviets.

No permitió la existencia de otros partidos opositores, ni la libertad de expresión salvo la del Partido Comunista. En pocas palabras era el Estado el que controlaba y dirigía todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos para esto se valió de la policía secreta y de campañas de terror para mantener su autoridad y su régimen autoritario, justificando sus acciones en la necesidad de combatir al capitalismo y de acabar con los enemigos del Estado.

El programa de gobierno bolchevique, inspirado en la teoría marxista y en el estudio de la realidad rusa, consistía en la nacionalización de los puntos centrales de la economía (fábricas grandes, bancos, comercio con excepción del pequeño, principales comunicaciones), en el establecimiento de derechos obreros en todas las empresas y en el control de las que siguieran siendo de propiedad privada, para pasar después, una vez creadas las condiciones necesarias, a la socialización completa, es decir, a que todos los medios de producción fueran de propiedad social. Sin embargo, las durísimas condiciones de la guerra civil y de intervención, junto con la oposición al nuevo régimen de muchos propietarios medios que no querían perder sus escasos privilegios, obligaron a instaurar el llamado comunismo de guerra.    

Desde que Lenin asumió el poder hasta el fin de la guerra civil implementó una nueva política económica denominada Comunismo de Guerra que consistía en una estatización sumamente violenta contra la industria misma, haciendo así que el Estado asuma la propiedad de cualquier empresa privada y de ciertos sectores financieros.

Éste consistió en concentrar todos los esfuerzos del país en rechazar la contrarrevolución: los campesinos sólo conservaban el grano indispensable para su subsistencia y para la siembra, entregando todo lo demás; en las ciudades, toda la producción no indispensable para la simple supervivencia se dirigía también al apoyo del nuevo poder.

• Métodos utilizados para establecer estados autoritarios: Persuasión y coerción; papel de los líderes; ideologías; uso de las fuerzas y propaganda.

A lo largo de la historia de la Unión Soviética (1922-1991), hubo períodos en los que las autoridades soviéticas suprimieron y persiguieron diversas formas de cristianismo, en diferentes grados dependiendo de los intereses del Estado. La política marxista-leninista soviética defendió consistentemente el control, la supresión y la eliminación de las creencias religiosas, y alentó activamente el ateísmo en la Unión Soviética.​ Sin embargo, la mayoría de las religiones nunca fueron oficialmente prohibidas.

El estado abogó por la destrucción de la religión y declaró oficialmente que las creencias religiosas eran supersticiosas y atrasadas. El Partido Comunista destruyó iglesias, sinagogas, mezquitas y templos budistas; ridiculizó, acosó, encarceló y ejecutó a los líderes religiosos, e introdujo un sistema de creencias llamado ateísmo científico, con sus propios rituales, promesas y divulgadores.​ Las creencias y prácticas religiosas persistieron entre la mayoría de la población,​ en las esferas doméstica y privada, pero también en los espacios públicos dispersos permitidos por un estado que reconoció su fracaso para erradicar la religión y los peligros políticos de una guerra cultural implacable.

Las tácticas soviéticas variaron a lo largo de los años y se volvieron más moderadas o más duras en diferentes etapas. Las tácticas comunes incluyeron la confiscación de propiedades de la iglesia, la burla a la religión, el hostigamiento a los creyentes y la difusión del ateísmo en las escuelas.

Desde el comienzo de la Unión Soviética su Gobierno estuvo basado en un unipartidismo administrado por el partido bolchevique. Después de la política económica del comunismo de guerra llevada a cabo durante la Guerra Civil, el Gobierno soviético permitió que algunas empresas privadas coexistieran con la industria nacionalizada durante los años 1920.

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