LA FIEBRE DE LOS TULIPANES

LA FIEBRE DE LOS TULIPANES

La fiebre de los tulipanes fue un suceso que podemos situar entre los siglos XVI y XVII en los Países Bajos. Este suceso es importante ya que fue la primera burbuja financiera de la que tenemos constancia en la historia, podemos ver situaciones similares repetidas en otros momentos, como por ejemplo la burbuja inmobiliaria que se dio en 2007 en Estados Unidos.

Los tulipanes llegaron por primera vez a Europa en el siglo XVI, poco después en los Países Bajos encontraríamos gran éxito de esta planta.

Las pujas de los tulipanes se realizaban en la parte trasera de tabernas, lo que hacía que al principio pocos participaran en la puja pocas personas, pero poco a poco al ver los beneficios que se obtenían se convirtió en una actividad en la que cada vez participaban más personas, esto conllevó a que los precios aumentaran por un mayor número de pujas.

El éxito de esta planta desembocó en que se realizaban inversiones con los tulipanes, esperando obtener un beneficio mayor en el futuro, como con cualquier inversión que se realice. Realmente, el comercio de tulipanes llegaba a ser peligroso ya que con lo que se comercia es con los bulbos, que en un futuro se convertirían en los tulipanes, pero no se podía predecir cómo sería el tulipán resultante del bulbo.

Este desconocimiento del aspecto que tendría el tulipán llevaba a que las transacciones de negocios se convirtieran en un proceso complejo. Para empezar, se clasificaban los bulbos con mucho cuidado y con riesgo de confusión o una futura posible mezcla de esta clasificación. Además, al no saber el aspecto que tendrían los tulipanes resultantes, en el mercado se utilizaban los conocidos libros de tulipanes, donde se encontraba un dibujo del supuesto resultado que en un futuro se obtendría, esta situación implicaba que se entrara en un el mercado de futuros.

Esta locura con los tulipanes hizo que ciertas especies llegaran a valer lo mismo o incluso más que una casa, lo que se convertía en una auténtica burbuja especulativa. Llegando a puntos que la gente incluso hipotecaba sus casas para poder permitirse comprar un bulbo.

Pero, si ya era difícil averiguar el aspecto de los tulipanes en condiciones normales, la aparición de un virus lo hacía todo mucho más difícil. Este virus, alteraba el aspecto del tulipán, haciendo que le salieran ciertas marcas o rayas blancas, lo que hacía que la planta todavía tuviera mayor valor. Aún así, este virus acababa siendo letal para la planta.

En este momento, se inventó un antecedente al comercio virtual que conocemos actualmente, ya que, se pasó a comerciar con contratos de papel y no simplemente con los bulbos, lo que hizo que se perdiera el interés en cultivar las plantas, lo único que importaba era comprar y vender y que el dinero lo pusiera otra persona, así es como el comercio de tulipanes se convirtió en un comercio acelerado y frenético.

 Al ver que los precios subían demasiado, en las pujas se optó por una nueva técnica, que consistía en invertir todo lo que tuvieran en los bulbos y luego transferir la responsabilidad de pago antes de que se desenterrasen los bulbos, así era como obtenían más dinero.

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