LOS POBLADOS DIRIGIDOS Y DE ABSORCIÓN DE MADRID
Raúl BernalTrabajo22 de Mayo de 2017
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LOS POBLADOS DIRIGIDOS Y DE ABSORCIÓN DE MADRID.
Práctica 1: Arquitectura años 50.
Historia de la arquitectura // ETSAM 2014/15.
Raúl M. Bernal de los Santos
ÍNDICE
CONTEXTO CULTURAL
EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA EN ESPAÑA
LOS POBLADOS DIRIGIDOS Y DE ABSORCIÓN
LOS POBLADOS DE FUENCARRAL
EL POBLADO DIRIGIDO DE FUENCARRAL
BIBLIOGRAFÍA
CONTEXTO HISTÓRICO
En 1939 termina la Guerra Civil Española y con ella un corto pero intenso periodo de democracia y de cambios en el país. En ese mismo año comienza en el resto de Europa la Segunda Guerra Mundial que no terminaría hasta 1945. Finalizadas las dos contiendas provocadas por el fascismo, comenzaría una nueva etapa en la historia, Estados Unidos de América se impondría como primera potencia del mundo occidental en contraposición de la URSS, cabeza del bloque comunista.
La Guerra Fría, la reconstrucción y la paz en Europa; y el régimen totalitario de la Dictadura de Francisco Franco en España, marcarían las más de dos décadas comprendidas entre los años 1945 y 1966.
La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, económico, social, militar, informativo e incluso deportivo. Las razones del enfrentamiento fueron de carácter principalmente ideológico que se extendieron a la política. Aunque no hubo un enfrentamiento militar directo entre los dos bloques beligerantes si hubo apoyos de uno u otro bando a guerras en terceros países, como la guerra de Corea (1950-53) o la de Vietnam (1959-75), o golpes de estado, como el de Brasil de 1964. Este periodo también supuso una carrera armamentística lo que conllevó a numerosas tensiones, como la Crisis de los Misiles en Cuba (1962). La gran competencia entre los dos bloques se pudo ver en todos los ámbitos, cabe señalar la Carrera Espacial, que permitió lanzar al espacio el primer satélite artificial por parte de la URSS (1957), o llevar al hombre a la Luna por parte de los EEUU (1969). En el año 1950 terminaría la Guerra Civil en China, a partir de ese momento el país se convertiría en una república socialista aliado de la Unión Soviética.
En estos años Estados Unidos vivió una revolución cultural impulsada por el rápido desarrollo industrial y el consecuente fenómeno de consumismo. Alemania Occidental y Japón experimentaron una sorprendente recuperación económica que en menos de dos décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial, había transformado a ambos países en potencias económicas. Aunque Francia y Gran Bretaña tenían un mayor peso político, Japón y Alemania superaban a los dos países europeos que obtuvieron la victoria en la guerra e incluso su presencia en el comercio internacional superaba a la de la URSS.
Estas décadas trajeron a Europa occidental una serie de cambios que la transformarían para siempre: el fin del periodo colonial, el desarrollo del Estado de Bienestar, el tratado de París de 1951 y el tratado de Roma 1957 que conformaron la Unión Europea.
En los Estado Unidos, además del fenómeno de consumismo el cual también se extendería poco a poco a Europa, se verían movimientos en pro de los derechos humanos y de la igualdad racial encabezados entre otros por Martin Luther King; la revolución sexual, o el movimiento Hippie.
En España estos años se pueden dividir en tres épocas.
Una primera desde el final de la Guerra Civil y hasta principios de los años 50, la Posguerra. El país estaba completamente en ruinas y empobrecido, además la autarquía económica y el ostracismo impuesto por el resto de los países europeos y por Estados Unidos agudizaron esta situación. España sufrió sanciones económicas y diplomáticas por mantener un régimen político dictatorial el cual además apoyó y fue apoyado por la Alemania Nazi y por la Italia de Mussolini.
La segunda época correspondería a los años 50, la cual algunos historiadores han llamado “decenio bisagra” []. En este periodo el país empezó a abandonar tesis fascistas para convertirse en la época dorada de Nacionalcatolicismo. El dictador Franco colocó al frente del gobierno a los llamados “tecnócratas”, políticos acólitos, la mayoría de ellos, al movimiento religioso Opus Dei. Estos gestores introdujeron en España un sistema económico de corte capitalista-liberal. Esto permitió al país salir de una situación extremadamente delicada donde el hambre y la pobreza, la inflación y la escasez de productos era enorme. El viraje a posiciones más liberales permitió una apertura internacional del estado, consumándose cuando España fue admitida en la ONU en 1955. Más tarde en 1959 el presidente de los Estados Unidos Eisenhower visitó el país. Esta visita buscaba atraer a España a la lucha contra el bloque soviético la cual fructificó en la instalación de bases militares americanas en suelo español con la contraprestación de una ayuda económica, la atracción de capitales y de empresas norteamericanas.
La tercera época desde 1959 es el comienzo del llamado Desarrollismo económico. En 1957 comenzó el Plan de Estabilización y Liberalización impulsado por los “Tecnócratas” que daría paso a un largo periodo de crecimiento económico. España por fin se industrializaría, pasando de ser un país rural y agrícola a un país principalmente industrial y con una sector turístico muy potente. Los movimientos migratorios produjeron que población en las grandes ciudades y áreas industriales aumentase enormemente. La ciudad de Madrid, por ejemplo, pasó de una población, en 1940, de 1.096.466 habitantes a tener 3.146.071 habitantes en 1970 []. La necesidad de trabajo y una vida mejor empujó a miles de personas a moverse del campo a la ciudad y de España a otros países europeos y americanos.
CONTEXTO CULTURAL
La cultura en la España Franquista, dado el aislamiento al que estaba sometido el país, se podría decir que tuvo una trayectoria distinta al del resto del mundo occidental.
La Guerra Civil supuso un punto de inflexión para la creación artística, literaria y científica en España. Fue el fín de la llamada Edad de Plata de las letras y ciencias españolas. Ésta, que fue una época de gran producción científica y artística-cultural, se vio interrumpida por la guerra y sus consecuencias. Una gran parte de los creadores de este momento glorioso tuvieron que exiliarse, unos cuantos perecieron o incluso fueron ejecutados, muchos fueron depurados por no ser afines al bando golpista y ganador de la guerra.
La creación artística posterior al conflicto, durante la dictadura, tuvo que pasar por el tamiz del aislamiento, el de la censura y sobre todo el del nuevo gusto de los potenciales clientes-compradores-mecenas. Ha venido a llamarse este hecho como “páramo cultural o páramo intelectual” []. Aun así poco a poco la producción cultural, según se alejaba la posguerra, volvió a prosperar pero con unas características propias.
Se podrían dividir a los creadores en tres grupos. Los exiliados, que continuaron realizando su trabajo fuera de España y que no tuvieron que hacer frente a ningún tipo de censura, pero la obra de muchos de ellos se vio influenciada en algún modo por la distancia y el exilio. De este grupo podríamos citar Juan Ramón Jiménez, premio Nobel de literatura; el cineasta, ganador de un Oscar, Luis Buñuel; Pablo Ruiz Picasso, insigne creador; Pau Casals, intérprete y compositor musical o a los arquitectos del GATEPAC entre muchísimos otros.
El segundo grupo de creadores sería el correspondiente a los creadores afines a la dictadura o identificados con alguna de las corrientes político-sociales de ésta. Los cuales exaltaron o colaboraron dentro de su campo con el régimen. Destacan el literato José María Pemán, el pintor Carlos Sáenz de Tejada, el director cinematográfico Sáenz de Heredia, el compositor Joaquín Rodrigo o los arquitectos Pedro Muguruza y Luis Gutiérrez Soto. Algunos de ellos incluso adoptaron una nueva forma de crear con la entrada de la dictadura en España.
Como tercer y último grupo hablaríamos de los que se han dado por llamar los creadores del “exilio interior” []. Artistas o escritores ideológicamente opuestos o indiferentes, o con criterios estéticos completamente ajenos al Movimiento Nacional. Una buena parte de la creación de estos años se debe a este conjunto. Entre los muchísimos y variados artistas de este grupo se destacan los escritores Antonio Buero Vallejo, el premio Nobel Vicente Alexandre o Carmen Laforet; los pintores mundialmente conocidos Tapies o Dalí, y aunque este tuviera ideas políticas cercanas al franquismo, su creación está muy lejos de acercarse a esto; los célebres escultores Chillida u Oteiza, los reconocidos cineastas Luís García Berlanga, Carlos Saura o Juan Antonio Barden; y los arquitectos Miguel Fisac, Alejandro de la Sota o Francisco Javier Sáenz de Oíza entre otros muchísimos.
No se puede hablar de una corriente artística uniforme en ninguno de los campos ni en ninguno de los grupos anteriormente citados. Aunque destacarían el cubismo y la abstracción en las artes plásticas, el neorrealismo en el cine, y el tremendismo o la poesía y novela social en la literatura.
EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA EN ESPAÑA
Zona de chabolas en Madrid. 1956. Foto del libro La quimera moderna.
Después de la Guerra Civil,
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