LOS PROBLEMAS DE LA INSTRUCCIÓN EN LAS DEMOCRACIAS BURGUESAS

LOS PROBLEMAS DE LA INSTRUCCIÓN EN LAS DEMOCRACIAS BURGUESAS*

Con el socialismo en el poder había aparecido no solamente un nuevo interlocutor en la carrera pedagógica, sino también un nuevo demiurgo, capaz de intervenir operativamente en la construcción de una escuela nueva.

Se pueden recordar algunos pensadores de nuestro siglo, que expresan mejor la toma de conciencia de la situación que ha madurado y al mismo tiempo contribuyen a cambiarla. Me referiré en primer lugar a un pensador norteamericano, John Dewey, máximo teórico de la escuela activa y progresista, del learning by doing.

“social2 o socialidad, evidentemente, no quiere decir socialismo desde el momento que existe una sociedad, y por ello una socialidad, burguesa; y si bien es cierto que Dewey no es insensible a los problemas sociales y a la presencia de instancias socialistas, sin embargo en su insistencia en la función social de la escuela se ha de señalar un motriz de lo que podríamos llamar la ilusión pedagógica, sobre la cual ya oímos hablar a chernishevski, a Tolstoi y a Marx.

Esta profunda exigencia de una escuela como instrumento de una vida social mejor se traduce en el plano inmediatamente pedagógico en una adhesión critica y creativa, en la línea de la tradición de sus predecedores Pierce, james, horace Mann, en aquellas tendencias a la practica que buyse reconocerá como típicas del sistema educativo estadounidense.

Lo más importante pedagógicamente es que aquel contacto activo con una notable cantidad de materiales ofrece al mundo el acceso a todos los recursos de la ciencia, y más aun a la comprensión de la sociedad; es finalmente, un medio de estudio y de descubrimiento que, “confiando una responsabilidad mucho mayor a los mismos estudiantes... de también la posibilidad de suscritar la curiosidad de los alumnos y de proporcionarles métodos adecuados al descubrimiento de las cosas”.

Durante mucho tiempo, en muchos de sus escritos “hacer” que el sugiere es todavía en gran parte el hacer campesino o artesanal —digamos individualista y preindustrial – que era quizás estadísticamente predominante en estados unidos en el inicio de su carrera de filosofo y pedagogo.

Dewey puede ser considerado uno de los más geniales observadores en relación entre educación y producción, entre educación y sociedad; la formula, ya recordada, de su pedagogía, el learning by doing, el aprender haciendo, centra la unidad de instrucción y trabajo. Pero no es la misma unidad de la que hablaba Marx; se trata ciertamente de la adecuación dinámica de la escuela a la vida productiva real, dinámica en el sentido de que la escuela puede ser llamada a colaborar en el cambio, aunque añadirá, corrigiendo la inicial ilusión pedagógica, “no es realista considerar que la escuela sea el vehículo principal de cambios intelectuales y morales”.

Otro pensador, perteneciente a la tradición

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