La Construcción De Ciudadanía Y La Identidad Desde Los Primeros Grados De La Escuela Primaria. Una Experiencia Con Niños De 6 años En Un Sitio De Memoria.
Enviado por magla87 • 2 de Febrero de 2014 • 2.820 Palabras (12 Páginas) • 524 Visitas
La construcción de ciudadanía y la identidad desde los primeros grados de la escuela primaria. Una experiencia con niños de 6 años en un Sitio de Memoria.
Sosa, Rosa Gladis
UEPC (Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba)
magla87@gmail.com
351-7619374
No es fácil realizar un recorte acotado a una ponencia de un proyecto que viene implementándose desde hace trece años, pero que comenzó a gestarse en el año 89. Somos parte del equipo de coordinación de un proyecto que interviene actualmente en el primer ciclo de 126 escuelas primarias de Córdoba Capital. Este proyecto es compartido por el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba y el sindicato docente UEPC –Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba- desde el año 2000.
El proyecto se originó en el sindicato, como “108 Escuelas Urbano Marginales”, nombre que fue ampliamente discutido, que fue y sigue siendo fuertemente polémico. Esta designación se estableció por los alumnos que asistían a determinadas escuelas, no en relación con el espacio geográfico sino con su condición de excluidos. Excluidos del trabajo formal, de la vivienda digna, de la cultura letrada, excluidos en una palabra de la sociedad, viviendo en los márgenes de la misma.
En este sentido es necesario volver a las características ya olvidadas de la escuela de las décadas del 80 y los 90. En la mayoría de estas escuelas había turno intermedio, este fenómeno hacia que con suerte los alumnos tuvieran tres horas de clases porque además a había que asistir (está claro que sin nada en la panza es difícil aprender…) Pero además no había cooperadora, no había como mantener los edificios, que además se deterioraban rápidamente con la sobrepoblación. Los vidrios se rompían, se rompía la cisterna o la bomba de agua… y a veces pasaban días y hasta semanas sin clase… entonces, ¿cómo o cuando pensar en lo pedagógico?
Y allí apareció el gremio. Porque fue el lugar al que acudieron las maestras para encontrar alguna solución, o al menos para ser escuchadas. Se conformó una comisión que decidió investigar para conocer con profundidad lo que estaba sucediendo allí, no solo para tener la información, sistematizarla y hacerla pública, sino para operar a partir de la misma. No nos quedamos solo en el diagnóstico, se tomaron decisiones que apuntaban a las políticas públicas, y esto es para nosotros un lugar de mucho orgullo: en el año 2000 presentamos al gobierno de Córdoba un proyecto que palabras más, palabras menos, fue refrendado el año pasado por la confederal de ministros de la Nación en la resolución 174, que será de aplicación progresiva entre el 2012 y el 2016.
Para nombrar algunos puntos de coincidencia con esta resolución ya el año 2000 planteábamos que teníamos que pensar en algo distinto, que la escuela tal como estaba no contemplaba las características de los alumnos que poblaban sus aulas. Hablábamos de salas de jardín desde los tres años en estos sectores, del bloque pedagógico entre primero y segundo grado, para garantizarle a los chicos un inicio de escolaridad sin fracaso, porque ya había investigaciones que señalaban el poco éxito de la repitencia como estrategia pedagógica.
También hablábamos de la necesidad de otros actores en los primeros grados, y así surgió la maestra de apoyo. La maestra de apoyo significó la invención de un nuevo rol en la escuela primaria. Era y es una figura polémica, con un rol que no termina de definirse, porque el conocimiento no es estático, sino todo lo contrario. De modo que fue completando, ajustando su presencia, centrándose en las prácticas de enseñanza, esto no tiene que ver con negar problemas de aprendizaje, que sabemos que existen y mucho, sino con la creencia de que todos los alumnos, aun los que tienen problemas, pueden aprender…
Y nuevamente señalamos el lugar del sindicato en la construcción de políticas públicas: determinamos que la formación de las maestras y los maestros de apoyo tenía que realizarse en varios sentidos: en primer lugar en la mirada del contexto de exclusión, que nos pusiera a pensar a la pobreza y la exclusión como resultado de políticas neoliberales y cristalización en la sociedad de discursos que terminan culpabilizando a las víctimas: los pobres son pobres porque quieren, viven de planes sociales, son chorros, no les interesa trabajar, cuestiones que han calado muy hondo en buena parte de la sociedad, naturalizadas por los sectores que detentan el poder hegemónico y económico.
Se optó trabajar lo que hoy llamamos las prácticas del lenguaje, porque las investigaciones señalaban que era el área con mayor dificultad en los aprendizajes (como sigue siendo actualmente) pero también porque es el lenguaje lo que posibilita el aprendizaje en las otras áreas, los que les permitirá apropiarse de otros mundos posibles, de leer la realidad de modo crítico. La inclusión de los niños pobres en el mundo letrado es responsabilidad de la escuela pública. Porque una diferencia fundamental que tienen estos chicos respecto de otros de clase media es que tienen muy poca experiencia con la cultura escrita.
Grafica muy bien esta diferencia una experiencia similar en dos escuelas del proyecto: una céntrica y otra de un “barrio ciudad”. Durante la visita al Sitio de la Memoria les preguntan a los chicos su opinión sobre los memoriales. Los nenes de la escuela céntrica pudieron leer nombres y apellidos, encontrar nombres y apellidos parecidos a los suyos… Los nenitos de la otra escuela dijeron “nosotros no sabemos leer” “Hay letritas”… Esto marca una diferencia. Los niños de la segunda escuela necesitan más experiencias con textos de circulación social para lograr apropiarse de las características del lenguaje escrito, de la posibilidad de comunicarse que brinda el lenguaje escrito, para apropiarse de la posibilidad de organizar el pensamiento que solo lo brinda el lenguaje escrito, porque las otras funciones como comunicarnos con alguien que está lejos, conservar memoria… se puede lograr de otro modo, pero organizar el pensamiento no. Por eso es que celebramos laResolución 174, porque les dará tiempo a los niños que más lo necesitan.
A grandes rasgos estas son algunas acciones que llevamos a cabo desde el proyecto, pero respondiendo al eje que seleccionamos para participar “Las Instituciones Educativas y la Comunidad. La escuela de todos y para todos” y teniendo en cuenta la larga experiencia en las aulas que nos llevó a convencernos que la escuela no puede sola, nos propusimos realizar un proyecto con la colaboración y el asesoramiento del área de educación del Archivo Provincial de la Memoria. El APM de la Provincia de Córdoba se crea a partir de la sanción de la Ley 9286, el 22 de marzo de 2006, en
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