La Escuela De Los Annales (Obras Y Autores)

La escuela de los Annales fundada por Marc Bloch y Lucien Febvre en 1929, propuso nuevos aires para el espacio histórico, estableciendo una serie criterios para abordar en la historia, cuyos datan características y aportes que enaltecen la denominada “Revolución historiográfica francesa” los cuales expondremos y analizaremos en los siguientes puntos:

Apertura de nuevas fuentes: Reconocimiento e importante adjudicación a registros orales, imágenes (iconografía), y vestigios arqueológicos.

Análisis más intrínseco: Transición de la “Historia narrativa”, a una que examina los acontecimientos desde una perspectiva más profunda, en la cual se reflexiona de la existencia de diferentes niveles de tiempo histórico, y se configura un problema como eje orientativo.

Descentralización histórica: Visión desde abajo, focalización y relativismo cultural (aspectos sociales, colectivos), paralelamente al paradigma tradicional que se centraba en el nexo concomitante entre las hazañas y personajes “relevantes”.

Interdisciplinariedad: coexistencia y colaboración con otras doctrinas, como la geografía, economía, psicología, antropología, sociología entre otras.

Innovaciones: Gracias al debate con las ciencias sociales, la historia adquirió problemáticas, métodos, conceptos, técnicas y añadió protocolos cuantitativos a sus filas.

Autores y Obras.

“Genios y figuras”, comencemos examinando las publicaciones de Marc Bloch, y Lucien Febvre. Es el primero quien ha determinado, y ha sido capaz de dialogar a través de sus textos con otras ciencias, implantando un ideario casi bíblico para el historiador, separando como por piezas de rompecabezas cada fracción de la historia y su construcción en sí , criterios similares que podemos percibir en sus ejemplares más afamados, como “Introducción a la historia” (Un escrito muy autodidacta, que subraya un precedente al prescindir del recurso “citas”) “Apología para la historia”, “Historia e historiadores” y “El compromiso del historiador”. El segundo en referirme, será Febvre, quién se encargó de acentuar una diversidad pionera en cuanto a temáticas (v. desde abajo), pues dedicó gran parte de sus líneas en las hojas, a conceptos tan ínfimos pero tan magnamente tratados, como es posible corroborar en su obra, “La aparición del libro”, en el trayecto una odisea de contenidos, de rendiciones a los elementos atingentes a la revista Annales, como cabe apreciar en “El problema de la incredulidad en el siglo XVI”, en donde dirige su investigación (cumpliendo con los puntos) a un problema en específico que desemboca un fenómeno de una sociedad.

Fernand Braudel, historiador francés perteneciente a la segunda generación de esta corriente, escribió una de las obras más insignes dentro de este escenario, su libro “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II”, concibe la historia de aquel entonces, bajo un margen que articulaba la disciplina geográfica y la estructuraba con las realidades subyacentes en dicho contexto (movimientos políticos y religiosos, emigraciones, medio ambiente, entre otros). Sin embargo en

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