La España de las tres culturas.

La España de las tres culturas

Luego de la caída del imperio romano,  se habla de la existencia en la península ibérica de tres comunidades: la cristiana, la musulmana y la judía. Este periodo de relaciones diversas entre estos tres grupos étnicos –religiosos, diferentes el uno del otro, se ubica a lo largo de la Edad Media.

La comunidad cristiana, era la comunidad con presencia mayoritaria en toda la península, especialmente en el norte de la región, exceptuando en Granada, donde predominaban los musulmanes (conocidos como mudéjares). Por otro lado estaba la comunidad judía, minoritaria, quienes podrían decirse gozaban de protección, así como también eran víctimas del desprecio social de acuerdo al reino predominante a lo largo de la Edad Media. Durante esta época estas tres culturas vivieron momentos de hostilidad y violencia así como también de tolerancia.

Se comenta que la determinación de la presencia Judía en la región data de cuando la dominación romana, y que para entonces no eran considerados por los latinos como una etnia sino como un grupo religioso. Su paso por la historia de España sigue en el siglo VI con la dominación del Imperio Visigodo, quienes prohibían el casamiento entres cristianos y judíos, así como la conversión de alguno o construcción de nuevas sinagogas. Sin embargo podían seguir practicando su religión, restaurar sus edificaciones para fines religiosos y seguir con el ejercicio judicial para resolver sus asuntos civiles y legales de acuerdo a los preceptos del torah. Ya para el siglo siguiente las leyes antijudías fueron más severas, exigiéndoles la renuncia publica de su región, convirtiéndolos en esclavos y hasta siendo perseguidos a muerte; esto cambia con la llegada de los musulmanes y su afirmación como imperio en la península.

Entonces bien, tenemos una España dividida por dos extremos dominantes, la comunidad cristiana (al norte), y la comunidad musulmana (al sur). Con la llegada de estos últimos los judíos vieron una salida a la vejación y persecución propiciada por los reinos cristianos. Estos fueron recibidos y aceptados por  los mudéjares, bajo la condición de ‘protegidos’, los cuales tenían como beneficio la vida, la completa enajenación de sus bienes y propiedades y libertad de culto, más sin embargo no podían aspirar cargos políticos, eran considerados de clase inferior y como tal eran al igual que con los visigodos y cristianos, sometidos a vejaciones de todo tipo (los obligaban a usar vestimenta musulmana, e ingesta de su comida, entre otras cosas). Cabe destacar que este mismo trato era dado por parte de los musulmanes a los cristianos.

 En esto se enmarcaba la tolerancia del reino islámico de la península, el cual fue menos o más rigurosos de acuerdo a la época, algunos historiadores comentan que judíos alcanzaron puestos políticos en los reinos del sur con los almorávides, y que antes con el Califato de Córdoba, la comunidad judía vivió su edad de oro en la región. Pero esta sabiduría y conocimiento judío también sirvió a los reinos cristianos, quienes vieron grandes avances en la medicina gracias a esta comunidad minoritaria, así como apoyo en la recaudación de tributos y aranceles. Los judíos sirvieron de puente de comunicación entre musulmanes y cristianos, pero esto no fue impedimento de ser blanco de las persecuciones y ejecuciones durante la inquisición.

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