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La autora se dispone a describir las interrelaciones de los centros y las periferias de la vida económica de Europa y la sucesión de los centros del sur y del este hacia el norte y el oeste.


Enviado por   •  17 de Febrero de 2017  •  Resumen  •  2.628 Palabras (11 Páginas)  •  146 Visitas

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Historia económica de Europa, 1500-1800.-  H. SCHULTZ

En el año 1500 la identidad de la sociedad europea era la cristiandad. La religión era el elemento de unión de tales regiones. No obstante, ya para finales de la Edad Moderna la identidad cristiana de Europa era una ilusión tras largas guerras de religión por todo el continente y gracias también a la secularización llevada a cabo por la Ilustración. Pero las regiones de Europa estaban ahora conectadas entre sí en el sistema económico por la división del trabajo y políticamente contaban con un sólido sistema económico que arrastro a todo el continente a la era de la industrialización.

La autora se dispone a describir las interrelaciones de los centros y las periferias de la vida económica de Europa y la sucesión de los centros del sur y del este hacia el norte y el oeste.

 CENTRO

 PERIFERIA        

VENECIA:  Venecia brillaba a comienzos de la Edad Moderna con su esplendor intacto. La conquista de Constantinopla por los turcos no afectó con el dominio de Venecia sobre el Mediterráneo Oriental. La economía de Venecia se basaba en la industria, poseía recursos propios de algodón, madera, vino y sal. Su flota importante en la región.

Venecia fue durante el siglo VI el centro de producción de mercancías de lujo: tenían producción de vidrios, jabones perfumados, telas preciosas, etc. En el centro de a producción de vienen suntuosos se pagaban los salarios más altos, pero estos elevados salarios estaban en consonancia con el coste de vida y con los precios de los productos.

Para mediados del siglo XVII, Venecia ya no estaba en el centro del mundo europeo. Decayeron las industrias gracias a la divulgación de sus secretos de producción y superioridad tecnológica. Sin embargo, Venecia siguió siendo intermediaria en los pagos extranjeros.

A comienzos del nuevo siglo se hizo notar el ascenso de los países bajos, que se convirtieron en el competidor de Venecia, tanto en los mercados continentales con mercancía extranjera como en el comercio marítimo.

La guerra de los Treinta Años causo una caída dramática e irreversible tras la pérdida de importancia y la perdida de Creta ante los Otomanos en el año 1669 fue un golpe del que Venecia ya no se pudo recuperar.

Venecia sufre a mediados del siglo XVII un cambio negativo, extensivo además a toda Italia. Los centros comerciales perdieron su esplendor, los comerciantes judíos y protestantes huyeron de Milán, caída a comienzos del siglo XVI bajo el dominio español, por miedo a la Inquisición y la floreciente industria italiana con la disolución de las viejas relaciones comerciales con otros países. Sin embargo, en el ámbito de la agricultura se nota un crecimiento en las producciones de la vid, el olivo y los cítricos gracias al sistema de arrendamiento o trabajo asalariado. Las regiones vecinas a las metrópolis pasaron a ser lugares de florecientes industrias y comercio de bienes de consumo masivo.

POLONIA: el río Elba partió el continente a la mitad dividiéndolo en un Occidente rico en ciudades, manufacturas, densamente poblado, y un Oriente de escasa población, agrícola y con ciudades dispersas. Aquellas regiones al este del Elba que tenían acceso a los puertos del Báltico como Prusia, Polonia-Lituania y los Países Bálticos, se convirtieron mediante el comercio intermediario holandés en el granero del continente. Su magnitud alcanzó su punto más alto en tiempos de guerra coincidentes con las crisis de cosechas en Europa Occidental. La demanda llego a decaer por las mejoras agrícolas de Inglaterra y de los Países Bajos.

La economía y la sociedad de Polonia se vieron transformadas durante la gran penuria de cereal en la Europa Occidental. Creció la demanda para exportar, lo que hizo elevar el coste de vida y los salarios. Sim embargo, la producción no se basaba en la mano de obra asalariado, sino en el trabajo de campesinos siervos. Hasta tal punto se extendió este tipo de trabajo que autores como Engels lo llamaba una ‘‘segunda esclavitud’’.

El dinero de las exportaciones de cereales iba a manos de los nobles que a la vez controlaban el negocio de las manufacturas que ingresaban, por lo que la industria nacional sufrió mucho. Durante los siglos XVII y XVIII decayó igualmente la independencia económica y cultural de la burguesía urbana polaca.

Al retroceder drásticamente y de forma duradera las exportaciones de cereales a partir del siglo XVII, el resultado fue negativo para el florecimiento de las ciudades, para la nobleza y la burguesía.

        

PAISES BAJOS: Amberes era una ciudad mercantil del sur de los Países Bajos, que estaban bajo el dominio de los Habsburgo españoles. Bajo el reinado de Felipe II gobernaban también Portugal y el Imperio colonial portugués.

En Amberes se concentró el tráfico internacional de pagos y se acumuló una riqueza enorme, sin que se llegara a ser un centro del sistema económico europeo. Como parte del Imperio español no podía llevar una política económica independiente por lo que se vio arrastra por la decadencia del Imperio. La potencia mercantil de Amberes se acabó cuando Alejandro Farnesio la conquisto en 1585, durante la lucha por la libertad de los Países Bajos. Los ricos comerciantes protestantes y judíos escaparon de los españoles hacia Ámsterdam, llevando sus riquezas, conocimientos y contactos mercantiles, haciendo de la ciudad un centro de comercio mundial.

Las siete provincias del norte de los Países Bajos liberadas eran en aquella época el sitio ideal para centro del sistema económico europeo: se encontraba en la costa atlántica y estaban muy bien conectadas con los centros del interior de Europa. No obstante, las condiciones geográficas no eran favorables para la agricultura y el consumo de leña y madera. Los habitantes hicieron de estas debilidades su fortaleza: protegieron al país de diques y secaron las tierras con molinos de viento, utilizaron la turba de los pantanos como combustible e importaron la madera para la construcción. También encontraron solución al problema del puerto y la flota.

Al convertirse las Provincias Unidas en el centro de la economía europea, la urbanización recibió un poderoso impulso. En este espacio libre de las estructuras feudales prospero el calvinismo a la vez que se toleraban las demás confesiones.

En estas provincias floreció la producción de mercancías refinadas junto con todos los recursos necesarios para el comerciante (barcos mejorados). La industria holandesa solo sufrió un revés considerable en el último tercio del siglo XVII, cuando la política aduanera francesa le cerro el acceso a los mercados de consumo europeo más importantes.

Durante el siglo XVII, los comerciantes de Ámsterdam dispusieron de la flota más fuerte del mundo y manejaban el comercio de las Indias Orientales. En la zona de Báltico también crecía en esa época la producción de cereales

Así se convirtió Ámsterdam en el centro de un sistema económico europeo que dio forma a una economía mundial.

HUNGRIA: así como Polonia era el granero del sistema económico europeo, Hungría fue su emporio ganadero. A diferencia de Polonia que conoció una época de prosperidad, Hungría tuvo un destino político desgraciado; su mayor parte cayó bajo dominio otomano en 1526, mientras que el noroeste quedo como reino sometido a la influencia de los Habsburgo, y Transilvania sobrevivió como principado tributario a la sombra del Sultán.

¿Cómo pudo integrarse el país en el sistema económico europeo en estas condiciones? A comienzos del siglo XVI, Thurzo y los Fugger llevaron a los mercados europeos los tesoros de las minas de cobre de la Alta Hungría. Estas minas solo tuvieron una importancia temporal tras el hundimiento de los Fugger y el metal de América. Eslovaquia fue, hasta el comienzo de la industrialización del siglo XIX, los centros manufactureros más desarrollados.

En las grandes llanuras de Hungría se comenzó a criar ganado vacuno a gran escala. El ganado se consumía dentro del país y también se exportaba al centro y sur de Europa, por lo cual el comercio de este creció en el siglo XVI.

Como consecuencia de la cría intensiva del ganado en Europa central y occidental, el comercio ganadero sufrió un retroceso durante el siglo XVII. La agricultura mantuvo un perfil bajo y tendía al monocultivo, al cultivo de la vid para la exportación de vinos. En las importaciones predominaban los productos textiles y las herramientas agrícolas.

En Hungría los magnates formaron una capa dominante, apoyados por la poderosa pequeña nobleza. En el siglo XVI esta nobleza redujo a los campesinos al estado d servidumbre.

INGLATERRA: la edad dorada de los Países Bajos fue la época del capitalismo mercantil. Londres había sido siempre competidor natural de Ámsterdam. Tanto así que lo desplazo a este del centro mundial.

Lo que dio paso al cambio para que Inglaterra se posicione como centro fue el establecimiento de la Monarquía Constitucional. Se sucedieron transformaciones en todos los campos de la vida económica.

Se realizó una revolución en la agricultura al desposeer a la vieja aristocracia y derribar las ultimas barreras del feudalismo que había obstaculizado el camino hacia una economía orientada por el mercado, basada en el trabajo asalariado libre y en relaciones capitalistas de arrendamiento. Inglaterra, que a comienzos del siglo XVII tenía que importar grano  en los años de mala cosecha, se convirtió en exportadora de productos agrícolas. El centro de la economía mundial europea se había liberado de la dependecia en los suministros de la periferia.

Como consecuencia, bajaron los precios de los alimentos y las transformaciones ocurridas en la agricultura estimularon la urbanización de la sociedad.

Las manufacturas se expandieron del mismo modo. El mercado interno era la fuerza de Inglaterra en su competencia con los Piases Bajos, más pequeños y menos poblados. Del comercio con América se abasteció con azúcar, té, café, tabaco y ron. También era asiduo el comercio con Oriente.

Las exportaciones se desarrollaron con más ímpetu aun que las importaciones.

Londres era el centro del mercado inglés (mercado nacional). Como capital de Inglaterra, esta había competido con parís por la primera posición entre las ciudades de Europa. Posición que alcanzo en la época de las guerras civiles y revoluciones y se prolongó durante dos siglos.

Londres se convirtió en el corazón del sistema circulatorio del comercio internacional. La fuerza del joven capitalismo era inagotable, y no se vio estorbada por las guerras marítimas o por el continente norteamericano. Los ingleses vencieron en esas guerras a Holanda y  a Francia, haciéndose con la flota más importante del mundo.

Los ingleses consiguieron ligar el dominio comercial con un imperio colonial. Con la adquisición de los nuevos territorios se les ampliaba el suministro de materias primas a la vez que se convertía en un mercado que abastecer con productos manufacturados, lo que duplicaba la economía de la madre patria.

Sin embargo los colonos cansados de ser explotados sin tener ellos injerencia en la política de la metrópolis, en 1776 se declararon independientes. Esto sin embargo no significo la ruina de Inglaterra.

RUSIA: en un territorio desfavorecido ante la inexistencia de una frontera natural que los separe de sus vecinos, desfavorecía tanto al Estado como a la economía del país. el áspero clima de bosques y pantanos, la falta de entrada de mares, la escasez de ríos navegables hacia el resto de Europa, la dispersión de los asentamientos y la pobreza impidieron el desarrollo del comercio, la industria y la cultura urbana. Todo ello aislaba a Rusia de las demás regiones de Europa.

El Estado explotaba a sus campesinos con impuestos y servidumbre y transformando al reino en un sistema autocrático, desconocido por las demás regiones de Europa. En consecuencia se llevaron a cabo grandes rebeliones campesinas. Con las reformas de los zares, Rusia logró en el siglo XVII ser una importante potencia europea. Sin embargo, las asociaciones económicas seguían siendo débiles, y la estructura interna de la sociedad y la economía continuó siendo diferente de la del resto de Europa.

El lazo económico más importante entre Rusia y el resto de Europa lo proporcionaban los ingleses. En concordancia con su desarrollo económico, lo que Rusia le ofrecía al resto de Europa eran los tesoros de sus extensos bosques: pieles de marta y cueros, miel y cera, y ruibarbo, al que se le atribuían propiedades medicinales. Inglaterra se abastecía de Rusia con la madera, la brea, lienzos, herrajes, para la fabricación de sus barcos.

Rusia aprovecho también del comercio con el extranjero la oportunidad de hacer el transporte de mercancías hacia los puertos del Ártico, ya que los fletes se pagaban al contado.

Sin embargo, el débil comercio interno, con su escasa demanda de productos manufacturados, fue el punto de desequilibrio en la balanza comercial. La exportación de materias primas superaba a la importación de productos manufacturados procedente del oeste de Europa.

Durante el último tercio del siglo XVIII, Rusia creció bruscamente. El comercio y la exportación de hierro, junto a los impuestos, fueron las fuentes de ingresos más importantes. Pero los gastos del Estado en construcción y marina, hicieron que Rusia se endeudara gravemente.

Como respuesta a la necesidad de hierro se desarrollaron minas y fundiciones, como también ante la demanda de tela, dispusieron de más de  400 fábricas textiles.

Es evidente que Rusia trataba de incorporarse al desarrollo europeo. Pero esta adaptación se hizo sobre la base del sistema de servidumbre y tenía que conducir callejón sin salida.

Muchos hombres se sublevaron  en Rusia a finales del siglo XVIII, en nombre de la Ilustración, contra el maltrato de las personas.

FIN DE LA LIGA HANSEÁTICA: la liga de la ciudades formada por la Hansa reunía las urbes mercantiles del norte de la Europa central hasta muy dentro del interior, pero fue perdiendo paso a paso desde el fin de la Edad Media su posición de monopolio en la zona del Mar Báltico.

Los tropiezos sucedieron uno tras otro en el transcurso del siglo XVI. Las desgracias de la Hansa debieron comenzar  con el hecho de que la Reforma redujo fuertemente la demanda de arenque como alimento de vigilia. Como los bancos de arenque se habían retirado de las costas, se acabó la mercancía principal de los comerciantes hanseáticos. No obstante el golpe decisivo lo dio la competencia holandesa.

La Hansa poco podía hacer para competir u oponerse a los Estados del norte de Europa, ya que estos habían ganado un poder considerable tras la Reforma.

La liga se fue disolviendo fatalmente al no perseguir ya las ciudades dela Hansa intereses mercantiles comunes. Ya antes de la Guerra delos Treinta Años se selló la decadencia de la liga en 1669.

LOS OTOMANOS Y EUROPA: el Imperio Otomano experimentó su mayor extensión bajo el gobierno de Solimán el Magnífico, a comienzo de la edad moderna. Algunos países como Viena y Hungría pudieron ser recuperados, pero el resto de la Europa meridional siguió siendo parte del Imperio turco hasta los movimientos naciones del siglo XIX. El Imperio turco fue por lo tanto, una parte de la historia europea de la edad moderna.

El Imperio Otomano no fue un despotismo asiático, su tolerancia respeto de otras confesiones era mayor que la de la Europa cristiana. Los campesinos no eran siervos como en Europa del este, sino que debían entregar al Estado una parte de sus cosechas. Se mantuvo un tipo de economía campesino y extremadamente conservador.

El Imperio Otomano abarcaba regiones de las civilizaciones  más antiguas y con una cultura urbana desarrollada. El grado de urbanización de las ciudades superaba a las ciudades europeas como Londres y París.

La balanza comercial del Imperio con Europa estuvo muy desequilibrada, dominada por la exportación. La mercancía más importante era el algodón. El comercio gozaba tradicionalmente de un prestigio muy alto desde el sistema económico islámico. El Estado tendía a favorecer a los comerciantes por sobre los artesanos, por lo que la industria manufacturera y la agricultura estaban muy descuidadas.

El Imperio Otomano perdió claramente  fuerza expansiva a partir de la mitad del siglo XVII. Sin embargo siguió siendo de importancia gracias a las relaciones comerciales que tenía tanto con el este como con el oeste.

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