Las Sociedades Agrarias
Enviado por aletorgif • 1 de Abril de 2013 • 5.682 Palabras (23 Páginas) • 921 Visitas
TEMA 1 Las sociedades agrarias,feudalismo tardío y capitalismo
1.Población y alimentación: el modelo demográfico antiguo y evolución de la población preindustrial europea
1.Las sociedades agrarias
Se sustituye el factor que escasea, la tierra, por el factor que abunda, el trabajo. El conocimiento de nuevas tecnologías hace que se inicie un círculo virtuoso: mejor alimentación, más población.
Según Boserup, el hambre hace acto de presencia y el hombre tuvo que confiar su subsistencia en el trabajo, sobre todo en el agrario. Era un trabajo muy constante y duro.
A partir de la revolución agraria de la prehistoria, las innovaciones y el progreso quedaron vinculados a las sociedades agrarias. La agricultura seguía siendo la base de la economía. Las sociedades agrarias exigen el sedentarismo, que tendrá efectos económicos o culturales secundarios (utensilios, herramientas y sistemas de almacenamiento, organización más compleja de la sociedad), aparece el principio de los derechos de propiedad, los primeros sistemas de escritura, las religiones, la guerra y esclavitud..
EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN EN LAS SOCIEDADES AGRARIAS
-El Modelo demográfico antiguo
El modelo demográfico antiguo corresponde a las sociedades depredadoras y a las sociedades agrarias hasta llegar a las sociedades industriales. Sus características son unos altos índices de natalidad, entre el 35 y el 40%, y unos altos índices de mortalidad alrededor del 30-35%. Unas cifras no muy alejadas de la media de los índices de natalidad y una esperanza de vida al nacer baja: 25 años para un europeo a principios del siglo XVIII. La mortalidad era en gran parte mortalidad infantil. Además la mortalidad era muy irregular, se caracterizaba por la existencia de momentos de mortalidad extraordinaria a causa de epidemias y, secundariamente, de hambres o de guerras.
La población crecía a corto plazo, pero se estancaba o crecía muy lentamente a largo plazo. En momentos de epidemias fuertes y generalizadas, la población podía incluso experimentar un descenso importante, como pasó en Europa a consecuencia de la Peste Negra de 1348, que redujo en un tercio la población europea; sin embargo en conjunto la tendencia general era creciente.
La evolución de la población depende de la vitalidad natural, es decir, de la diferencia entre nacimientos y defunciones. El número de nacimientos dependía de factores culturales (matrimonios más o menos jóvenes, consideración de la soltería) y a veces también de factores económicos (tierras o puestos de trabajo disponibles) A su vez, el número de defunciones dependía de factores aleatorios (contagios, guerras, desastres naturales) al igual que de factores económicos (capacidad de producción de alimentos y otros productos básicos, reparto de la renta)
El techo malthusiano
La idea básica de Malthus es que cualquier población tiene un límite en la cantidad de alimentos de los que puede disponer, es el llamado techo malthusiano. Malthus afirmaba que la población tendía a situarse a menudo en dicho techo porque mientras que la producción de alimentos crece en proporción aritmética, el número de bocas lo hace en proporción geométrica. En consecuencia, las poblaciones con dificultades para obtener una alimentación suficiente se veían afectadas por un incremento de la mortalidad y un parón del crecimiento demográfico.
Este planteamiento pesimista ha sido objeto de dos críticas principales:
• Los que atribuyen la crisis demográfica a la desigualdad
• La de aquellos que acusan a Malthus de poco observador por no haberse dado cuenta de que la revolución industrial permitiría un crecimiento de las subsistencias disponibles y haría desaparecer la limitación al crecimiento demográfico.
Tanto si el reparto de la renta es menos desigual como si aumenta la capacidad de producción de alimentos, el techo maltusiano se aleja, incluso se puede perder de vista temporalmente, pero continúa existiendo.
La tesis de Malthus tiene una segunda parte: las sociedades humanas tienden al techo maltusiano, pero cuando se acercan a él empiezan a funcionar una serie de controles o frenos que hacen disminuir o cambiar temporalmente el signo del crecimiento. Estos controles son de dos clases: frenos compulsivos o positivos y frenos preventivos.
Los frenos compulsivos detienen el crecimiento de la población mediante el incremento de la mortalidad. Funcionan automáticamente: la alimentación insuficiente priva al cuerpo de sus defensas e incrementa la mortalidad.
Los frenos preventivos disminuyen y pueden llegar a detener el crecimiento de la población mediante la disminución del índice de natalidad. Los principales instrumentos de dicha disminución son históricamente el retraso en la edad del matrimonio y el aumento de la soltería definitiva.
Aunque los frenos compulsivos y los frenos preventivos actúen conjuntamente en las sociedades próximas al techo maltusiano, lo importante es el predominio de unos u otros.
Puesto que los frenos preventivos actúan antes que los frenos compulsivos, las sociedades que las utilizan quedan más lejos del techo maltusiano y no alcanzan niveles de pobreza de las sociedades en las que la mortalidad es la causa principal de la limitación de la población. Por ello, las sociedades en las que predominan los frenos compulsivos se consideran de alta presión demográfica mientras que las sociedades con dominio de los frenos preventivos son de baja presión demográfica.
Según la primera idea de Malthus (la población crece más deprisa que la producción de alimentos), el factor limitador del crecimiento de la población es la falta de tierra suficiente: el aumento del número de hombres hace que se disponga de menos tierra per cápita o, si se ponen en cultivo nuevas tierras, que la calidad media de la tierra baje.
Al mismo tiempo, la oferta de mano de obra abundante mantiene los jornales bajos. El resultado es una mayor diferenciación social y en consecuencia una parte de la población tiene dificultades para obtener alimentos suficientes. Esta población próxima al límite de la supervivencia resulta fácilmente víctima de cualquier adversidad.
2.La expansión europea
LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS
A finales del siglo XV y con muy pocos años de diferencia, Colón llegó a América y Vasco de Gama a la India. Era el comienzo de una expansión militar y comercial que supondría el dominio de gran parte del mundo en beneficio de Europa.
Los grandes descubrimientos representan la culminación de
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