Lengua, Cosmovisión y Religiosidad Mapuche
Enviado por didac01 • 22 de Mayo de 2023 • Síntesis • 1.644 Palabras (7 Páginas) • 54 Visitas
CULTURA
LENGUA
El mapudungún (del autoglotónimo 'mapudungun', "lengua de la tierra") tiene entre 100000 y 200000 hablantes activos, y el número de hablantes pasivos asciende hasta 100 000 personas más. [1]
No ha sido clasificada satisfactoriamente, por lo que actualmente se la considera una lengua aislada. [1]
Algunos de sus rasgos gramaticales más importantes son los siguientes:
-Fonología: Sadowsky identifica 6 fonemas vocálicos como parte del inventario de vocales del mapudungún [13]: "ɐ̯", vocal abierta central; "ɛ", vocal media anterior; "ɪ", vocal cerrada anterior; "ɔ", vocal media posterior; "ʊ", vocal cerrada posterior; y "ɘ", vocal media central.
Las cinco primeras pueden pronunciarse fácilmente como las vocales del español "a", "e", "i", "o" y "u" respectivamente, mientras que la sexta responde al grafema "ü" y se podría pronunciar como una vocal intermedia entre la "e" y la "o".
-Morfología: Se trata de una lengua polisintética con incorporación nominal y composición radical. Lo cual implica la existencia de palabras equivalentes a frases enteras en otros idiomas, por ejemplo, la palabra 'Trarimansunparkelayayngu' se traduce al español como "¡Ellos dos no enyugarán a los bueyes aquí!".
-Sintaxis: El mapudungun es una lengua SOV, lo que significa que la estructura de las oraciones sigue la secuencia Sujeto-Objeto-Verbo.
Otra particularidad de esta lengua que refleja una rasgo importante de su cultura, es que, en los verbos, el número puede ser singular, dual o plural, dando el segundo, un claro testimonio de su visión dualista del mundo.
Así mismo, el mapudungún no contaba con escritura propia, por lo que se utilizó el alfabeto latino para trascribirse.
En la actualidad, los siguientes tres grafemarios son los más aceptados:
-El Alfabeto Unificado: elaborado por la Sociedad Chilena de Lingüística en 1986, es un alfabeto romano con dígrafos y letras especiales (ch, ḻ, ṉ, ñ, ng, tr, ṯ, ü) que está formado por las siguientes veintisiete letras:
a, ch, d, e, f, g, i, k, l, ḻ, ll, m, n, ṉ, ñ, ng, o, p, r, s, t, ṯ, tr, u, ü, w, y.
-El Grafemario Raguileo: elaborado por Anselmo Raguileo en 1982, es un alfabeto romano cuya característica es que cada sonido del idioma es representado por una sola letra, de modo que queda constituido por las siguientes veintiséis letras:
a, c, z, e, f, q, i, k, l, b, j, m, n, h, ñ, g, o, p, r, s, t, x, u, v, w, y.
-El Grafemario Azümchefe: creado por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, CONADI, es promovido por el Estado chileno y combina características de los dos anteriores; sus veintiocho letras están en un orden poco convencional, de modo que las primeras casi coinciden con la palabra ‘azümchefe’, “persona que enseña”:
a, z, ü, m, ch, e, f, i, k, t, nh, tx, o, y, q, g, lh, ñ, r, s, ll, p, u, w, l, n, sh, t'.
COSMOVISIÓN
Los mapuches conciben al mundo tangible ligado con el espiritual. Para ellos el cosmos está conformado por una serie de plataformas superpuestas en el espacio. Estas son todas cuadras, del mismo tamaño y fueron creadas en orden descendente en el tiempo de los orígenes, tomando como modelo la plataforma más alta: el recinto de los dioses creadores.
Las plataformas están agrupadas en zonas fácilmente identificables como el cielo, la tierra y el infierno. Las cuatro plataformas del bien, 'wenu mapu' o 'meli ñom wenu', son el aposento ordenado y simétrico de los dioses, espíritus benéficos y antepasados. Ellas se oponen a las dos plataformas del mal, 'anka wenu' y 'minche mapu', zonas oscuras, extrañas y caóticas en las cuales residen, respectivamente, los espíritus maléficos, 'wekufe', y los hombres enanos o pigmeos, 'laftrache'.
Ambas zonas cósmicas se oponen y perpetúan un conflicto que se proyecta dinámicamente en la tierra.
[GRÁFICO 1]
Las plataformas que conforman el mundo mapuche están orientadas según los cuatro puntos cardinales, siendo el Este, lugar de la Cordillera de los Andes, el organizador de su noción espacial.
Esta disposición parece sostenerse en la perspectiva que los habitantes de dicha zona tenían respecto al movimiento del sol, que en apariencia emerge de la cordillera y se oculta en el mar, y sirve de guía para importantes ceremonias como el 'Nguillatun', en que las plegarias se hacen primordialmente en dirección a la cordillera.
[Gráfico 2]
Asimismo, los puntos cardinales recibieron connotaciones morales, algunas de ellas quizás por experiencias previas que marcaron el imaginario colectivo mapuche, como las invasiones incaicas y españolas provenientes del norte o sus buenas relaciones con los huilliches, provenientes del sur.
El Este se relaciona con los dioses, los espíritus benéficos, los antepasados, la abundancia, la salud, la buena suerte, el buen tiempo, la buena cosecha, el buen viento. El Sur, con el sol, la salud, la buena suerte, la buena cosecha, la buena brisa. Al Norte se le vincula con la muerte, la enfermedad, la mala suerte, el mal tiempo, las heladas, el trueno, la lluvia, el agua, el rocío. Y al Oeste se le asigna la mayor carga negativa emparentándolo con el mal, la muerte, los espíritus malignos o 'wekufe', la enfermedad grave, la ruina del cultivo, la mala suerte, el maremoto, las heladas, la oscuridad, la nieve. [PDF de cosmovisión mapuche]
→> Religiosidad
La honda interrelación entre el mundo tangible y el espiritual es la característica principal en su cuerpo de creencias religiosas. Para ellos la naturaleza es la parte visible de un todo invisible. La tierra posee un rasgo inherentemente sagrado, motivo por el cual sería innecesaria algún tipo de arquitectura sacra, pues un claro en el bosque rodeado por árboles (generalmente canelos) y ‘purificado’ mediante bailes rituales, cumpliría la misma función de un templo.
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