Literatura Japonesa
Enviado por andrea_9623 • 24 de Febrero de 2013 • 5.867 Palabras (24 Páginas) • 717 Visitas
Tabla de contenido
1. OBJETIVOS 4
2. OBJETIVO GENERAL 5
3. INTRODUCCION 6
4. LITERATURA JAPONESA 7
5. LITERATURA JAPONESA EN LA ANTIGÜEDAD 9
6. LITERATURA JAPONESA PRE MODERNA 10
7. LITERATURA JAPONESA EN LA ACTUALIDAD 13
8. PERIODOS DE LA LITERATURA JAPONESA 15
9. SABIDURÍAS DE LAS CULTURAS ANTIGUAS 17
10. LIBROS Y ESCRITORES RECOCNOCIDOS DE JAPON 19
11. CONCLUCIONES…….………………………………………………………….20
12. BIBLIOGRAFIA ………………………………………………………………….21
OBJETIVOS
Conocer acerca de la literatura antigua
Saber cómo se origino la literatura en Japón
Conocer más acerca sobre sus escritos y como evolucionaron
OBJETIVO GENERAL
Tener una idea más clara y profunda de cómo evoluciono y que acontecimientos a tenido la literatura y escritos de Japón.
INTRODUCCION
La literatura japonesa abarca más de dos mil años. En sus primeros años la influencia de la literatura china era palpable, pero rápidamente el Japón logró encontrar un estilo propio y de calidad. Cuando el Japón, en el siglo XIX, abrió nuevamente sus fronteras al mundo, la literatura local fue influida fuertemente por la literatura occidental.
LITERATURA JAPONESA
La literatura japonesa abarca un período de casi dos milenios de escritos. En las obras más tempranas vemos la influencia de la literatura china, pero Japón desarrolló su propio estilo con rapidez. Cuando Japón reabrió sus puertos al comercio y la diplomacia occidental en el siglo XIX, la literatura occidental influyó enormemente en sus escritores, la influencia occidental sigo hoy todavía patente.
Traducir obras japonesas no es fácil debido a las diferencias culturales tan notables, por eso es recomendable leer siempre que se pueda las obras originales, como pasa en todas las lenguas. Japón tiene una gran tradición literaria aunque sus escritores no sean tan conocidos como los europeos y los estadounidenses.
En los inicios de la literatura japonesa predomina la poesía. La gran antología poética denominada Man’yoshu o Colección de las diez mil hojas, del año 759, y compilada por Otomo no Yakamochi, es la antología poética más antigua escrita en japonés aunque con los caracteres chinos. La obra está compuesta por veinte secciones que contienen unos cuatro mil quinientos poemas, algunos largos (chôka), otros breves (tanka), así como elegías o banka, misceláneas (zôka) y poesías de amor (sômonka). En época Heian (794-1185), etapa en la que el poder clerical es sustituido por el de la aristocracia, en especial el de las familias Fujiwara y Sugawara, el refinamiento cortesano alcanza cotas elevadas. La composición de waka (poesía japonesa, con versos de treinta y una sílabas), se convierte ahora en una actividad prestigiosa de la corte, asociada a la vida cotidiana. El Kokinshû o Kokinwakashû (colección de poemas antiguos y modernos), del año 905, es la primera antología de poesía japonesa. Fue encargada por el emperador Daigo a cuatro grandes poetas de esta época. La temática de sus waka se refieren a las relaciones humanas, al amor y al paso de las estaciones. La primera obra narrativa es el Taketori monogatari, es decir, El cuento del cortador de bambúes, una obra anónima de principios del siglo X. El Ise monogatari (Cuentos de Ise), también es de esta época. Se atribuye a Ariwara no Narihira. Esta obra reúne más de ciento veinte cuentos, a los que se suman varios poemas, narrando una serie de aventuras galantes y de corte con bastante desenfado, sin la presencia de algún tipo de censura moral sintoísta, budista o confuciana. A principios del siglo XI aparece el Genji monogatari, Historia de Genji, considerada la primera novela moderna japonesa. Fue escrita por una mujer perteneciente a la nobleza, llamada Murasaki Shikibu. Junto a otras damas de la corte, como Sei Shônagon e Izumi Shikibu, elevó la prosa japonesa a estándares insuperables en la forma de nikki, diarios basados en historias reales pero que, en ocasiones, contenían relatos ficticios. Estos diarios eran escritos por las damas japonesas que, aunque vivían en la corte, estaban excluidas del poder, que era eminentemente masculino y se expresaba en chino clásico. En su ambiente privado, estas mujeres anotaban, muchas veces fechándolos, los acontecimientos de su vida cotidiana, incluyendo los cotilleos, pensamientos, sentimientos y emociones relativos a las pequeñas e insignificantes cosas. En esta obra se narran las aventuras del príncipe Hikaru, un genji (descendiente del emperador pero sin la prerrogativa real propia de la sucesión dinástica). El relato aparece tejido como una serie de intrigas palaciegas y aventuras amorosas, sin dejar de lado los usos y costumbres del momento, así como algunas evocaciones naturales. En cincuenta y cuatro capítulos se narra la vida sentimental del protagonista, quizá una idealización del señor Fujiwara no Michinaga. Abundan las alusiones poéticas y los personajes son presentados a través de sus rasgos psicológicos, lo que permite al lector identificarse con ellos. De esta misma época es Makura no Soshi (El libro de la almohada), de Sei Shônagon, conformado por varios ensayos cortos acerca de diversos asuntos de la vida cortesana, en los que predominan la frivolidad, la crítica y las escenas divertidas. Se trata de un retrato de los gustos de la época y del fasto imperial.
Con el inicio del gobierno militar en Japón a través del predominio de los grandes jefes militares, especialmente con la instalación del bakufu de Kamakura, la poesía y la narrativa
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