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Los Aymaras


Enviado por   •  1 de Noviembre de 2013  •  1.312 Palabras (6 Páginas)  •  512 Visitas

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Cosmovisión Aymara

Hijos de la Pachamama

Contabilizada en unos 28.000 chilenos, la cultura aymara posee una refinada tradición

andina, rica en rituales y ceremonias que responden a una cosmovisión en cuyo centro

se encuentra la Pacha Mama, o madre tierra. Los ciclos de la naturaleza y la sabiduría

ancestral rigen el curso de sus vidas. El agua, indispensable para los cultivos, es

protagonista de sus invocaciones.

Por: Rosario Mena

Fotografías: Victoria Castro, Francisco Gallardo, Fernando Maldonado, Claudio Mercado,

Mauricio Uribe, Varinia Varela.

Obtenidas del libro: "Ceremonias de Tierra y Agua", de Victoria Castro y Varinia Varela,

editoras.

La población aymara en Chile, que se contabiliza en unos 28.000 individuos repartidos

en zonas rurales y urbanas que asumen este origen étnico, es heredera de una refinada

cultura andina, con un importante componente boliviano. Las comunidades originales

de la población aymara chilena se encuentran en las zonas cordilleranas y

precordilleranas de Tarapacá y Antofagasta, desde el extremo sur del Salar de Atacama

hasta las nacientes del río Loa.

Genéricamente, suele utilizarse el término "atacameño" para referirse a todas las

culturas andinas de esta región a pesar de las sutilezas que las hacen distinguibles y de

las particularidades étnicas, históricas y culturales.

El culto a la pachamama o madre tierra y el ordenamiento de la vida de acuerdo a los

ciclos de la naturaleza, a la configuración del espacio geográfico y a la sabiduría

ancestral, son la base de la cosmovisión aymara. En su religiosidad se integran en una

sola unidad los ritos precolombinos y las tradiciones católicas.

Toconce está ubicado a orillas del Río Salado, principal afluente del Loa, en la latitud de Chuquicamata, a 3600

metros de altura.

Ciclos vitales

Si es que para nosotros las estaciones son poco más que un accidente metereológico, para la

desconocida cultura aymara, son la guía que ordena cíclicamente su vida en una estructura

complejamente articulada, que incluye categorías espaciales y temporales y dirige todos los

aspectos de su existencia. El tinku o equilibrio natural determina el momento justo y la

proporción de cada una de sus acciones.

La cosmovisión aymara ordena religiosamente su mundo en tres dimensiones: sus relaciones

sociales, sus relaciones con divinidades y antepasados y sus relaciones con la naturaleza. La

visión religiosa que tiene el aymara de su historia y su geografía en términos mitológicos,

ordena su mundo temporal y espacial, sirviendo de base para las estructuras de la

comunidad. Su organización social se basa en cargos o jerarquías indígenas, que están

estrechamente ligadas a sus costumbres, tanto originarias como derivadas del catolicismo.

Cada pueblo posee una asamblea comunal, constituida por los dueños de tierras cultivables,

éstas pueden ser obtenidas por nacimiento, matrimonio o petición a la asamblea, que dirime

democráticamente cualquier asunto de interés común.

"Partiendo de la idea de la eterna repetición de los ciclos de la vida y la naturaleza, y de la

eficacia de observar fielmente las fiestas y costumbres, el aymara pretende sostener

ritualmente la continuidad del cosmos y de la comunidad; la prosperidad y la reproducción

permanente del ganado, la perpetuidad de la vegetación y la chacra, la transición de verano a

invierno y de invierno a verano y así asegurarse de una existencia duradera y tranquila.

Concibe el tiempo como un ciclo de vida - la vida de la Pachamama o madre tierra- y como

un ciclo delicado, frágil y detalladamente articulado" (Juan van Kessel, 1994).

El tiempo está definido por el ritmo del medio natural concebido como una unidad de las

fuerzas opuestas y complementarias. El ciclo vital de la Pachamama, o madre tierra,

determina en el calendario aymara las fases de dos ciclos económicos interdependientes: de

transhumancia pastoril andina y de agricultura precordilllerana. De acuerdo a este

calendario, las actividades festivas, sociales y religiosas se concentran en verano en la zonas

cordilleranas más altas, dedicadas al pastoreo, y en invierno en la zona agrícola, de la

precordillera. Aunque siempre los pastores bajan a celebrar a las "chacras" y todos asisten a

visitar los templos más altos, hacia la cordillera, que tienen un grado mayor de jerarquía,

acorde a la adoración que el aymara hace de los cerros, los cuales representan entidades

divinas.

Culto al agua

De acuerdo a la leyenda

...

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