Los testimonios de las excavaciones de antepasados directos de la humanidad
Enviado por lauragongora • 15 de Noviembre de 2012 • Trabajo • 2.084 Palabras (9 Páginas) • 468 Visitas
El registro fósil más antiguo de un homínido data de hace aproximadamente 12 millones de años. Se encontró en las colinas de Siwalk, Pakistán. También se los ha encontrado en partes de India, Turquía y África Oriental. Era un animal cercano a nosotros porque de los restos se ha podido ver que las muelas son como las de un grupo que incluye a los gorilas, los chimpancés, los gibones y los orangutanes. Estos son los parientes vivientes más cercanos al hombre, y han sido nombrados en conjunto como ramapitécidos. Pero, ¿qué tan cercanos son? Una característica que nos distingue de los chimpancés y los gorilas es que mientras nosotros tenemos la cara plana, ellos tienen un hocico (boca protuberante). De las reconstrucciones de las quijadas de los ramapitécidos se ha podido concluir que su cara, aunque no tan plana como la nuestra, no era tan prominente como la de los chimpancés y los gorilas (Figura 20). A partir de esto (que por cierto es el único elemento que podemos analizar porque no tenemos restos de otros huesos), podemos fácilmente decir que los gorilas y los chimpancés están menos relacionados al hombre que los ramapitécidos. Desgraciadamente no sabemos si estos animales andaban en dos patas o en cuatro ya que no tenemos los restos de la pelvis y el fémur que nos dirían cómo caminaban. Los ramapitécidos aparecen en el registro fósil de hace aproximadamente 14 millones de años y desaparecieron hace aproximadamente ocho millones. Quizá otros animales fueron los ancestros directos de la humanidad, pero por ahora éstos son los candidatos más probables a ser los iniciadores de nuestra historia.
Los australopitécidos de hace tres y cuatro millones de años eran bastante pequeños cuando llegaban a adultos. Medían no más de 1.20 m y no pesaban más de 40 kilos. Su cerebro era también pequeño, alrededor de 400 cm3 (la manera como se mide la capacidad del cráneo es calculando el volumen; esto puede hacerse bastante fácilmente con cráneos fósiles). Es decir, un australopitécido tenía alrededor de 10 cm3 de cerebro por kilogramo de peso.
Hace alrededor de 25 años se encontró en la barranca de Olduvai, en África Oriental un cráneo fosilizado de hace aproximadamente 1 750 000 años. Perteneció a un homínido que caminaba erguido y que tenía un cerebro de 800 cm3 para sus ¡40 kilos de peso! Esto significa que comparado con los australopitécidos este homínido tenía dos veces más de capacidad craneana (el hombre actual tiene un cerebro bastante mayor, de aproximadamente 1 350 cm3, que para los 60-70 kilos de peso promedio es también el doble que el de los australopitécidos). Posteriormente, en 1972 se descubrieron otros restos de estos homínidos en el lago Turkana, África, y se comprobó en forma definitiva que el tamaño del cerebro constituía la mayor diferencia con los australopitécidos. Además de restos de huesos, en esos lugares también se han encontrado pedazos de las herramientas que construyeron estos homínidos, que, aunque de tamaño pequeño, demuestran que tenían un cerebro relativamente grande. Es por esto que se les ha llamado Homo habilis, siendo, además, de los primeros homínidos que aparecieron en el registro fósil a los que ya se les puede llamar hombres. Estos aparecieron hace dos millones de años.
Cuando los arqueólogos buscan restos del pasado encuentran, además de huesos, muchas otras cosas que les hablan de la organización social y los hábitos de los homínidos que vivieron entonces. En el lago Turkana, en África, se ha descubierto uno de los sitios más interesantes en este aspecto. Del cuidadoso análisis de la basura dejada en un campamento usado por Homo habilis se ha podido entender el tipo de alimentación y la utilidad que las diferentes herramientas tenían para aquéllos. A partir de esta información se ha podido saber que sus actividades incluían la recolección de frutos y la caza. El hombre entonces cazaba en grupos y muy probablemente distribuía la comida que, unos cazando y otros recolectando, diferentes miembros de la comunidad obtenían. Así pues, la vida en comunidades donde se repartían las actividades ya existía hace dos millones de años.
Entre hace dos millones de años y un millón de años nuestro registro de homínidos vuelve a ser pobre. De no encontrar australopitécidos se ha concluido que se extinguieron en ese periodo de tiempo. Los únicos homínidos que quedaron desde entonces pertenecen al género Homo. A su vez, el Homo habilis también desaparece del registro fósil, pero de hace un millón de años se han descubierto una gran cantidad de fósiles que pertenecían a homínidos que usaban herramientas (por lo que se les considera del género Homo), además de que ya conocían el fuego, puesto que en las cuevas que se han excavado hay restos calcinados y quemados de huesos, piedras y pedazos de madera. El descubrimiento de los primeros restos de estos homínidos, que son llamados Homo erectus en la actualidad, lo llevó a cabo en Java un investigador holandés llamado E. Dubois en 1891. En ese entonces se le llamó Pitecanthropus (hombre-mono) erectus y muy pocas personas creyeron en la validez de ese descubrimiento. Se argumentaba que seguramente los restos pertenecieron a un hombre enfermo y con deformaciones.
En general los restos de Homo erectus se han encontrado dentro de sedimentos de entre 800 000 y 300 000 años. Los lugares donde se les ha hallado incluyen sobre todo Asia (China), África (Argelia, Tanzania y Sudáfrica) y Europa (Checoslovaquia y Hungría). De éstos sólo en Hungría y en China se han encontrado restos que comprueban que ya usaba el fuego. El tamaño del cráneo de Homo erectus, aunque grande (aproximadamente 1 000 cm3) no es tan grande como el del hombre actual. El uso del fuego le permitió sobrevivir en zonas en las que antes no se podía vivir por las bajas temperaturas. Esto amplió el área de distribución con respecto a la que tenían los australopitécidos o a los Homo habilis.
El registro fósil vuelve de nuevo a ser muy escaso entre hace 250 y 100 000 años. En ese periodo el Homo erectus desaparece del registro fósil, pero aparece otro Homo en varias zonas de Europa, el cercano Oriente y la Unión Soviética. En Europa se incluyen el valle de Neander, Alemania y varios sitios en Francia. En muchas de ellas se han encontrado
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