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Operacion Crusader. Las guarniciones aisladas


Enviado por   •  1 de Enero de 2017  •  Trabajo  •  1.683 Palabras (7 Páginas)  •  229 Visitas

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OPERACIÓN CRUSADER. LAS GUARNICIONES AISLADAS

La retirada del Afrika Korps dejó atrás varias guarniciones aisladas, que se encontraban sitiadas por las tropas británicas del XIII Cuerpo: Bardia, Sollum y Halfaya

Bardia se encontraba guarnecida por una mezcla de soldados italianos de infantería y tropas alemanas de los servicios logísticos, totalizando unos 8.800 hombres bajo el mando del mayor general alemán Schmidt

La otra guarnición se hallaba en la zona de Sollum-Halfaya, compuesta también por soldados alemanes e italianos, unos 6.500, y comandada por el general de brigada italiano Fedele De Giorgis

Ambas guarniciones se encontraban escasas de suministros, munición y, sobre todo, de agua. La situación del momento impedía que pudieran ser reaprovisionadas tanto por vía marítima como terrestre, con lo cual su capacidad ofensiva se encontraba bastante limitada. No obstante, era prioritario para las tropas británicas eliminarlas cuanto antes, puesto que su situación geográfica bloqueaba la principal vía de suministro de las tropas del VIII Ejército, la Via Balbia

BARDIA

El sector Bardia-Sollum-Halfaya fue inicialmente asignado a la 2ª División de Nueva Zelanda, que destinó su 5ª Brigada a la vigilancia de la zona de Bardia. El Cuartel General Británico decidió mover a la división hacia el oeste, para apoyar las operaciones del XXX Cuerpo de Ejército, y la 2ª División Sudafricana, que se encontraba en reserva, fue asignada a relevar a las tropas indias y neozelandesas. Su misión consistía en controlar y reducir las tres posiciones del Eje que aún continuaban resistiendo y comenzó a ocupar sus posiciones a principios del mes de Diciembre.

A partir del 9 de Diciembre la División organizó varios grupos móviles de combate que combinaban coches blindados, artillería e infantería, con el objetivo de limpiar el área alrededor de Bardia, mientras el grueso de las tropas mantenía la vigilancia hacia el oeste, por si se producía algún avance de las tropas de Rommel en esa dirección. A mediados de mes el perímetro de Bardia se encontraba limpio de tropas italoalemanas. Durante los quince días siguientes los sudafricanos llevaron a cabo una intensa labor de reconocimiento, tanto diurno como nocturno, con el fin de preparar el asalto definitivo a la población.

Haciendo uso de la experiencia acumulada en intentos anteriores, la noche del 30 al 31 de Diciembre comenzó el ataque La 4ª Brigada de Infantería y algunas unidades de la 3ª comenzaron a abrir brecha entre los campos de minas, las alambradas y los fosos antitanques del sector suroeste del perímetro de Bardia. Contaban con el apoyo de bombarderos medios, la artillería naval del crucero HMS Ayax y del cañonero HMS Aphis, una densa cortina de fuego de artillería y una brigada de carros Matilda y Valentine perteneciente a la 1ª Brigada de Tanques, cedida por el XIII Cuerpo de Ejército.

Inicialmente se consiguió abrir una brecha pero no se consiguió alcanzar el objetivo previsto, y el ataque se estancó. La amenaza de un contraataque alemán anuló las ventajas conseguidas y se consolidaron las posiciones obtenidas durante la noche del 31 de Diciembre al 1 de Enero. Tras una reformulación del plan de ataque inicial, se decidió intentarlo de nuevo a la noche siguiente. Una tormenta de arena en la tarde del 1 de enero estuvo a punto de obstaculizar la operación. No obstante, a las 22 horas los sudafricanos comenzaron a moverse. Atacando en un frente amplio, con toda la potencia de las Brigadas 4ª y 3ª, y con el apoyo de los tanques, este nuevo intento fue coronado por el éxito. Las tropas sudafricanas consiguieron realizar importantes avances y ocupar las estribaciones que dominaban la población de Bardia.

La madrugada del 2 de enero de 1942, antes de perder su última fuente de agua y bajo el riesgo de asalto de la ciudad, el comandante alemán envió dos parlamentarios para tratar las condiciones de rendición. Poco después se entregaba la guarnición, capturando los ingleses un total de 8.500 prisioneros y 35 cañones. Asimismo fueron liberados 1.150 soldados británicos, incluyendo 650 neozelandeses. Las pérdidas de los atacantes ascendieron a 450 bajas entre muertos y heridos.

La captura de Bardia representó todo un hito en la concepción táctica británica. Fue la primera vez que se adoptó un esquema de ataque combinando infantería, tanques y artillería, que sería aplicado con éxito una y otra vez en el escenario africano durante los meses siguientes.

SOLLUM

El sector Sollum-Halfaya comprendía la localidad costera de Sollum, el paso fortificado de Halfaya y las posiciones situadas al sur del mismo paso, entre éste y la línea de alambradas que delimitaba las posiciones iniciales de los ejércitos contendientes.

Sollum se encontraba ocupada desde el 21 de noviembre de 1941 por un contingente alemán compuesto por la 10ª Compañía Oasis, el cuartel general del 300º z.b.V. Batallón de Oasis y los restos de la 12ª compañía Oasis, bajo el mando del capitán Ennecerus. Sin apenas comida ni municiones, el 10 de enero de 1942 su fuerza se reducía a apenas 70 hombres, que sin embargo fueron capaces de rechazar un fuerte avance el día 11, e incluso tomar algunos prisioneros. Finalmente, el 12 de enero, tras resistir dos nuevos ataques de la 6ª Brigada Sudafricana, y agotadas las municiones, el capitán Ennecerus envió hacia los atacantes un prisionero con bandera blanca para avisarles que iban a capitular. Antes ordenó a sus hombres que destruyeran las armas y se prepararan para la rendición.

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