PROPUESTA PARA TRABAJAR LA REVOLUCION DE MAYO

PROPUESTA PARA TRABAJAR LA REVOLUCION DE MAYO

Proponemos abordar la efemérides del 25 de mayo desde una perspectiva que abarque el proceso. La Revolución de mayo de 1810 no se trata de un acontecimiento aislado, sino que forma parte de un proceso de transformación más amplio. Analizar “el antes”, “el durante” y “el después” permite entender su vinculación lógica en el tiempo.

Nuestra propuesta es trabajar este proceso desde la música, para ello elegimos una canción de Científicos del Palo, una banda originaria de la ciudad de Mar del Plata que comienza a gestarse a fines de los años ’90 y se consolida en el 2004. La misma fusiona rock con bases funk, ritmos folklóricos y reggae. El tema elegido abre el álbum “La Histeria Argentina”, donde cada canción comprende un período histórico relatado en orden cronológico desde 1810.

La Revolución de Mayo

(Científicos del Palo)

Napoleón e Inglaterra,

Se reparten la Tierra.

Y en América, los españoles,

Nos venden a Cristo y sus apóstoles.

La “Madre Patria” saquea y mata

En el Virreinato del Río de la Plata.

Mientras el pueblo echa a los ingleses,

Ve que el imperio no es lo que parece.

Cuando se cae la Junta de Sevilla

Los criollos saben que ha perdido su silla.

Las familias patricias, genuflexas,

Van para atrás, piensan en reversa:

Esos cipayos, entregadores,

Siempre del lado de los conquistadores.

Cae la lluvia

Y cae el Virrey:

La Junta es ley.

La legión infernal

Frente al Cabildo.

En la Plaza Mayor

Son como seiscientos.

“¿Dónde está el pueblo?”,

Se burlan los gallegos.

“Váyanse”, dice French,

“o los prendemos fuego”.

Saavedra es el títere de la Alta Sociedad,

Castelli y Belgrano van por la Libertad.

Moreno quiere para el Estado un “abrigo”,

Expropiando riquezas del enemigo.

Quiere hacer fábricas ese abogado

Y en un barco “pirata” morirá envenenado.

Llegan gobiernos centralistas,

Y al interior lo pierden de vista.

Buenos Aires tiene la aduana,

Y no repartir está en la naturaleza humana.

Objetivos:

• Comprender la Revolución de Mayo como un proceso complejo.
• Rastrear los antecedentes que posibilitan y provocan dicha revolución (multicausalidad).
• De construir la idea de estatismo entendiendo a la Nación Argentina como el resultado de un largo proceso y no como una nación preexistente.
• Identificar los actores sociales que protagonizan dicho acontecimiento, teniendo en cuenta la participación de los distintos sectores de la sociedad.
• Dar cuenta de las rupturas y continuidades.

Materiales:

• Pizarrón.
• Tiza.
• Afiche con la letra de la canción “La Revolución de Mayo” o fotocopias de la misma para los alumnos.
• Dispositivo para reproducir la canción “La Revolución de Mayo” (celular, notebook, notebook, etc.)

Desarrollo de la propuesta

Como actividad inicial sugerimos reproducir la canción acompañando esto con la letra de la misma (podemos escribirla en el pizarrón, en un afiche o entregarla en fotocopias a cada estudiante) para que los alumnos puedan escucharla a la vez que la leen. A partir de este disparador convocar a los conocimientos previos de nuestros estudiantes animándolos a relacionarlos con lo que acaban de escuchar. Algunas preguntas posibles para guiar esta actividad pueden ser: ¿Qué sucedió el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires que motiva que de año en año recordemos esta fecha? ¿Qué es un Imperio? ¿A qué se refiere la canción con “Madre Patria”? ¿Qué significa ser una Colonia? ¿Qué era una Junta? ¿Qué función te imaginas que tendría un Cabildo? ¿Cómo era la sociedad en aquella época? ¿Qué cuestiona el movimiento revolucionario? ¿Qué discusiones se abren a partir de la conformación de la Primera Junta? ¿A qué se refiere con “gobiernos centralistas”?

                El siguiente paso será esquematizar y completar los conocimientos previos. Para ello, proponemos desmenuzar el tema “La Revolución de Mayo” en estrofas y analizar la letra en conjunto con el análisis del proceso. A continuación facilitamos un posible análisis del mismo a partir de una breve reseña histórica que puede ser ampliada con la bibliografía citada. Esta es una bibliografía para el docente, la idea es que cada uno, a partir de la lectura de la misma, pueda manejar el contenido necesario para responder a las preguntas de los estudiantes, ordenar los conocimientos previos y guiar a los alumnos en la comprensión del proceso.

                La Revolución de Mayo de 1810 ha sido consagrada como el hecho fundacional de la Nación Argentina desde que fuera convertida en “mito de origen” hacia mediados del siglo XIX, por la prosa mitrista. Esta mirada sobre la Revolución constituyó el sentido común histórico de la sociedad y fue la que generalmente se sostuvo desde el Estado:

“Tales fueron en concreto las causas eficientes de la Revolución Argentina: el desarrollo armónico de las fuerzas morales y de las fuerzas materiales, de los hechos y de las ideas, del individuo y de la sociedad […] Al empezar el año 1810 la Revolución Argentina estaba consumada en la esencia de las cosas, en la conciencia de los hombres y en las tendencias irresistibles de la opinión, que hacían converger las fuerzas sociales hacia un objetivo determinado. Ese objetivo era el establecimiento de un gobierno propio, emanación de la voluntad general y representante legítimo de los intereses de todos […] La Revolución Argentina, lejos de ser el resultado de una inspiración personal, de la influencia de un círculo, o de un momento de sorpresa, fue el producto espontáneo de gérmenes fecundos por largo tiempo elaborados, y la consecuencia inevitable de la fuerza de las cosas. Una minoríá activa. Inteligente y previsora, dirigíá con mano invisible esta marcha decidida de un pueblo hacia destinos desconocidos. Ella fue la que primero tuvo la inteligencia clara del cambio que se preparaba, la que contribuyó a imprimirle una dirección fija y a darle formas regulares el díá en que la revolución se manifestó́ en todo su esplendor; sin dejar por esto de representar un solo instante las necesidades y las aspiraciones colectivas de la mayoría, que a su vez le comunicaba su impulso y le inoculaba su espíritu varonil”. (Mitre, 1957 [1857]:63-64)

...