Por Que Perdimos La Guerra Con Chile
Enviado por tubocas147 • 10 de Agosto de 2013 • 1.346 Palabras (6 Páginas) • 523 Visitas
Por qué perdimos la guerra con Chile
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis presidentes tuvo el Perú durante los cinco años que duró la guerra. Imaginemos qué hubiera sucedido si durante la II Guerra Mundial, Inglaterra hubiese tenido seis primeros ministros o Estados Unidos seis presidentes; de hecho, el camino para Hitler se hubiera allanado muchísimo. No hay nada que proyecte más desorganización, que en pleno conflicto un país deje traslucir su desunión, su desesperación, y ponga en evidencia la mezquindad y la ambición de poder de sus gobernantes. Pero eso no fue todo, sino veamos la forma en que se produjeron esos cambios:
Cuando se declaró la guerra, Mariano Ignacio Prado era el presidente, viajó a Europa en pleno conflicto para comprar armas, primer error de un mandatario que abandona su puesto cuando más se requiere su presencia. ¿Por qué no envió un ministro plenipotenciario o una delegación completa? ¿Por qué tuvo que ir él personalmente? Dejó en el cargo como presidente provisional a Luis La Puerta. Los enemigos políticos de Prado encabezados por Nicolás de Piérola y Miguel Iglesias le dieron golpe de estado, ungiéndose Piérola como presidente. Acusaron falsamente a Prado de haberse llevado el dinero de las armas en provecho propio, eso fue una infame calumnia para justificar el golpe, justamente cuando Prado ya estaba de regreso en Guayaquil.
La estrategia de Piérola en la guerra fue un desastre, su exacerbado ego le hizo creer que dominaba el arte militar, no habiendo tenido nunca experiencia en ese campo, no hacía caso a sus generales, es más, cambió los generales profesionales por pierolistas sin importar si eran calificados o no. En la defensa de Lima, el entonces coronel Andrés Avelino Cáceres, le aconsejó concentrar las tropas en las inmediaciones de Lurín, ya que los barcos chilenos venían del sur, y era más que lógico que el sitio donde desembarcarían sería al sur de Lima; sin embargo, Piérola movió las tropas al norte; como consecuencia, las tropas chilenas desembarcaron en la playa de Curayacu sin casi resistencia alguna. Por supuesto que hubieron hechos notables de heroísmo, sobre todo en las batallas de Miraflores y Chorrillos, no solo de Cáceres, Recavarren y otros oficiales, sino también de muchachos casi adolescentes que ofrendaron su vida en defensa de la patria. Cuando Piérola vio que la defensa estaba perdida, abandonó a caballo el campo de batalla, abandonó palacio y se refugió en la sierra. Como resultado de este abandono, una junta de notables eligió como presidente a Francisco García Calderón. Los chilenos pensaron que era manejable, y que firmaría la paz con cesión de territorio, se equivocaron por completo, el patricio arequipeño se negó tajantemente, y por eso fue apresado y deportado a Chile, donde no se le permitió regresar hasta que acabó la guerra. El caos fue esta vez tremendo, quedó como presidente Lizardo Montero en el sur, que movió su estado mayor a Arequipa, y en el norte quedó como presidente Miguel Iglesias, apoyado este último por los chilenos, ya que había hecho saber que firmaría la paz con cesión de territorio, y así lo hizo. Ya firmada la paz y con el inefable convenio en la mano, los chilenos se dirigieron a Arequipa en su regreso a Chile y de paso sofocar a Montero, oficial piurano de nacimiento. Al ver que el ejército chileno en pleno se le venía encima, Montero abandonó la ciudad, dejando al pueblo sin su presidente y muy precariamente armado. Jóvenes enardecidos por la cólera lo persiguieron hasta la estación de ferrocarril para matarlo, pero logró huir primero a Bolivia y después Buenos Aires. La ciudad fue ocupada cuando la guerra ya había acabado, el contrato cediendo Tarapacá de por vida y Tacna y Arica por diez años ya estaba firmado, después de pocos meses abandonaron Arequipa.
En toda guerra hay actos de heroísmo y cobardía, de entrega total a la causa y de ambiciones ocultas, en ésta
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