RECUENTO Y REFLEXIONES SOBRE UNA LARGA HISTORIA

Recuento y reflexiones sobre una larga historia.

Autor: Arnaut, Alberto (1998).

Resumen

En los primeros años del México independiente de la educación elemental era un asunto predominante privado. Al suprimirse los gremios herederos del virreinato, entre ellos el gran gremio de maestros de primeras letras, la autorización y supervisión de la profesión docente quedo en manos de las autoridades civiles.

Con altibajos, a lo largo de medio siglo, los ayuntamientos aumentan sus influencias y participación directa en la difusión de la enseñanza elemental. Al triunfo de los liberales, durante la república restaurada, observamos la caída de las escuelas privadas laicas y religiosas, y el rápido aumento del número de escuelas laicas oficiales sostenidas por las arcas municipales ; al mismo tiempo, encontramos una serie de reformas legales encaminadas a consolidar la enseñanza pública, laica, obligatoria y gratuita.

Después, durante el porfiriato se inicia una etapa de grandes reformas en los métodos y contenidos de la educación primaria. Ademes, nacen y se multiplican las escuelas normales modernas.

El gobierno federal y sostiene dos escuelas normales en la capital de la república y lo mismo hacen la mayoría de los gobiernos de los estados. Las normales, pues, nacen al margen de los ayuntamientos y bajo una dependencia superior a éstos, de los cuales seguían dependiendo la mayoría de las escuelas primarias oficiales del país.

Las normales también nacen ligadas al proyecto porfiriano de construir un sistema nacional de educación primaria “uniforme laica, obligatoria y gratuita.” Así culmina al cambio de la transformación de la profesión docente. Una de las características de las normales y los normalistas es su permanente e intensa criticas del municipalismo educativo.

La revolución mexicana de 1910 a 1917 afecto a la profesión docente de múltiples formas. Muchos maestros fueron a la revolución, pero fueron muchos más los que padecieron: ceses por haber colaborado con el enemigo, suspensión de sueldos y despidos por las arcas municipales vaciadas por los grupos armados y la clausura temporal de escuelas primarias y normales.

En este aspecto sobresale el acentuamiento del carácter anticlerical de la educación laica y, en el extremo, la denominada escuela racionalista que se difunde en los estados del Golfo de México.

La revolución también introdujo o acelero otros cambios en la profesión docente. Los maestros iniciaron una participación mucho más activa y explicita en la vida política del país. Y como consecuencias de estas nuevas actividades y de la renovación de la clase dirigente del país, a finales del periodo revolucionario ya encontramos a varios maestros en puestos públicos y cargos de representación popular.

Hacia los primeros años de la década de los cuarenta, la profesión docente se había convertido

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