TOTONACAS PUEBLOS INDÍGENAS DEL MÉXICO CONTEMPORÁNEO
Enviado por José Martinez • 20 de Diciembre de 2016 • Resumen • 3.623 Palabras (15 Páginas) • 750 Visitas
TOTONACAS
PUEBLOS INDÍGENAS DEL MÉXICO CONTEMPORÁNEO
¿Quiénes son los totonacos?
Las primeras fuentes históricas señalan que los totonacos se llaman así porque adoraban a un dios llamado Totonac. Otras versiones ponen en énfasis en una interpretación etimológica tutu (“Tres”) y nacu (“Corazón”): Tres corazones. Algunos analistas plantean que este término se refiere a tres grandes centros ceremoniales: Tajín, en Papantla, Zempoala, cerca de la antigua fundación del puerto de Veracruz, y Yohualichan, en la sierra norte de Puebla, cerca de Cuetzalan.
Entre los totonacos del municipio de Zongozotla de Bonilla, Puebla, la población descompone su nombre étnico en tutu y nacu, tal y como se ha expuesto, en su mito de origen es posible entrever una intima relación entre la etimología del nombre étnico y aquellas interpretaciones que lo refieren a la antigua existencia de tres grandes centros ceremoniales.
La tribu de los totonacas estaba gobernada por tres sacerdotes, esos sacerdotes tenían dividido todo el Imperio totonaco. Eran como sacerdotes y tenían sus esposas, pero no permitían, ya desde entonces, que sus hijos e hijas se casaran con gentes que no fueran de su misma categoría. Tenían que casarse entre ellos mismos, y por eso cuentan que una vez un muchacho se enamoró de una hija del sacerdote que estaban por allá en el Tajín.
El cerro es el de Cozoltepetl y el río, el Zempoala; accidentes geográficos que son fundamentales para delimitar las fronteras étnicas de los totonacos de la Sierra Norte de Puebla. El río Zempoala divide el territorio de la sierra en dos mitades étnicamente diferenciadas: en su ribera su sólo habitan comunidades que hablan nahua, mientras que en el norte únicamente existen asentamientos totonacos. El cerro de Cozoltépetl, en cutas faldas se encuentra el municipio de Zongozotla, funciona como la última frontera del territorio totonaco de la Sierra hacia el sureste pues mas allá todas las comunidades son nahuas.
El termino naco es empleado como un despectivo por los mestizos e incluso por los miembros de la sociedad nacional, los totonacos responden que quienes así los llaman les obsequian en realidad una cortesía. Los totonacos denominan Iuwa a los mestizos, que quieren decir víbora, lo cual puede tener varias lecturas. Durante mucho tiempo los mestizos se autodenominaron gente de razón y consideran que los totonacos son tontos o nacos. Los totonacos asumen el origen del mundo en el mito del Quinto Sol, donde se relata que se juntaron 400 dioses y encendieron una hoguera; de los dos hermanos convocados uno se animó a arrojarse al fuego y de él nació Chichini (sol); el otro hermano que habia titubeado se arrojó entonces a la hoguera, pero esta ya se había apagado y solo quedaban cenizas.
En 1836 estalló una violenta rebelión totonaca, que duro dos años, contra la medida del obispo de Puebla de prohibir la celebración de la Semana Santa, pues esta ponía en peligro la reproducción simbolica del pueblo indio. Es importante recordar que los totonacos prehispánicos son el único grupo mesoamericano que tiene la sonrisa en el rostro de sus representaciones. Las caritas sonrientes arqueológicas tienen hoy su justa representación entre los totonacos contemporáneos. Según Alain Ichon, uno de los mitos más difundidos en la Sierra Norte de Puebla es el del nacimiento del sol; existen muchas variantes de este relato, aunque destacan aquellas en donde el sol permanece en forma embrionaria dentro de una gran roca.
La reformulación de la identidad y los límites étnicos
La identidad no pasa necesariamente por la lengua; en Tetelilla de Islas, la población se considera a si misma Totonaca, a pesar de haber perdido la lengua; emplean el castelano para comunicarse, como resultado de las políticas de aculturación lingüísticas implementadas en los años 40.
Los totonacos ocupaban un extenso territorio que abarcaba desde el Golfo de México hasta el actual Sierra Norte de Puebla, del río Cazones, al norte, hasta el río de la Antigua, al sur por sus características ecológicas, en este territorio la producción agrícola y silvícola era muy significativa, pues las intensas precipitaciones, resultado de los vientos húmedos del Golfo de México. Es importante destacar que los totonacos trabajaban en forma colectiva milpas dedicadas a los especialistas religiosos y a sus jefes étnicos.
La llegada de los españoles les permitio abrigar esperanzas de sacudirse el yugo de la Triple Alianza, sin saber que la cuestión seria aun más complicada. Les facilitaron los contactos con sus aliados tlaxtecas, y conformaron así una ruta, iniciando un sistema de alianzas que serian decisivas en la toma de Tenochtitlan; esta situación les permitiría también tener un mejor trato con los nahuas, lo cual fue un elemento estratégico en la reconstrucción de su población y en el mantenimiento de su etnicidad. En la actualidad los totonacos han perdido prácticamente la mitad del territorio que poseían al inicio de la invasión europea.
Los españoles respetaron durante el siglo XVI a los jefes étnicos totonacos y en el siglo XVII iniciaron sus estrategias de desestructuración de la organización étnica tradicional, abocándose sistemáticamente a descomponer las estructuras políticas de origen prehispánico; las jefaturas étnicas que abarcaban varios poblados fueron sustituidas por cabildos indígenas en cada comunidad, creando autoridades que se renovaban todos los años.
La ruptura del pacto colonial
Durante los primeros dos siglos de la Colonia la situación social estuvo relativamente en calma; sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVIII las relaciones entre los totonacos y los españoles entraron en un franco proceso de descomposición. Los mestizos en la zona veracruzana iniciaron el conflicto con la invasión de las tierras de los totonacos y éstos se sintieron lo suficientemente fuertes como para iniciar procesos de resistencia política y militar.
La configuración de las regiones interétnicas y la consolidación de los mestizos
Los mestizos desarrollaron durante la Reforma una nueva estrategia de desestructuración de los totonacos, que tenía varios ejes; las medidas más notables eran la privatización de las tierras comunales, la expropiación de los bienes religiosos y la prohibición del culto público.
Algunas cuestiones Etnograficas
La vestimenta de los totonacos tuvo distintos cambios, el más notable a principios del siglo XX, cuando se impuso la ropa de manta industrial. La manta es de algodón que desplazó a las telas tejidas en forma manual; los hombres visten el calzón, que es un pantalón similar al empleado en el siglo XVIII; en la costa veracruzana los hombres emplean una camisa muy similar a la de los marineros con una especie de pañuelo pegado al cuello, sobre la espalda, totalmente blanca; el sombrero de palma tejida es de uso general, y habitualmente es considerado un atributo femenino. Calzan huaraches (de suela de llanta de carro, con tirantes de piel), y en muchas ocasiones este término se utiliza para referirse al origen étnico de un personaje amestizado: su padre era de huarache o su mamá usaba naguas. Las mujeres usan un vestido también de manta industrial, pero con un bordado en el cuello, que puede adquirirse aparte en el mercado. También pueden emplear una blusa o quexquémitl y una falda de manta blanca o de lana tejida, que en las zonas más frías generalmente es negra. El abrigo típico de las mujeres es el rebozo, un chal ancho de algodón liviano en verano o de lana en invierno. Éste sirve también para cargar a los niños en estado de lactancia. Las mujeres habitualmente caminan descalzas y si usan calzado, casi siempre son sandalias de plástico.
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