TRABAJO TEÓRICO-PRÁCTICO FINAL

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TRABAJO TEÓRICO-PRÁCTICO

FINAL

Integrantes: Gina Astete A.

                  Gonzalo Carrasco M.

                  Alexia Cea T.

                                                                                     Francisco Cortés M.

                                                        Profesora: Laura Benedetti

                                                                                                                                                        Fecha: Lunes 14 de Enero, 2013            

Preguntas.

Explique el funcionamiento del comercio durante las dinastías de los Habsburgo y de los Borbones en la América Española. Considere en su respuesta: las rutas comerciales, productos de exportación, la doctrina económica, puntos neurálgicos, instituciones responsables, problemas, etc.

La economía de la colonia deriva de las aplicación de medidas mercantiles estas se respaldaba por el Nuevo sistema de gobierno económico para la América (1743) de Campillo.

Al principio, la conducta comercial de España fue lamentable. En 1689 se estimó que de las 27.000 toneladas de mercancía enviadas legalmente a Hispanoamérica, sólo 1.500 tenían su origen en la península. La mayor parte se embarcaban desde Francia, Inglatera y Holanda. Incluso las tasas de aduana se rebajaban por la alta incidencia del contrabando del Caribe y desde Sacramento. En 1704 el embajador Amelot obtuvo permiso para que los barcos mercantes franceses entraran en el Pacífico y comerciaran libremente con Perú y Chile. En el período 1701-1724 por lo menos 153 navios comerciales franceses visitaron estas costas y sólo en 1716 alrededor de 16 barcos llevaron tal abundancia de mercancía europea que los mercados estuvieron saturados durante años.

Por un abierto desafio de monopolizar el comercio español las autoridades de Madrid intentaron desesperadamente restaurar el antiguo sistema de flotas periódicas que zarpaban de Cádiz, con las ferias comerciales de Porto-belo y Veracruz como los únicos puntos legales de entrada para la mercancía importada. Para Sudamérica esta decisión representaba la prolongación del cierre de la ruta del cabo de Hornos y una severa restricción de las llegadas a Buenos Aires. el traslado de la feria en 1720 a Jalapa trajo consigo el que las transacciones pudieran realizarse en una agradable ciudad de montaña, justo sobre el puerto.

La presión diplomática excluyo a los barcos franceses de los puertos coloniales, pero no había forma de escapar a los barcos comerciantes ingleses debido a que la Compañía del Mar del Sur disfrutaba del derecho, obtenido en el tratado de Utrecnt

La Guerra de los Nueve Años (1739-1748) supuso un cambio en el desarrollo del comercio colonial, la destrucción de  Portobeo acabo con la flota de Tierra Firme desde entonces todo el comercio legal con las islas del Caribe y con Sudamérica se hizo con registros. También importante fue que abrieron la ruta del cabo de Hornos y se permitiera a más barcos desembarcar en Buenos Aires. Con la fuerte caída de los precios, el comercio europeo con todo el virreinato peruano creció, incorporándose Chile y la zona del Río de la Plata al comercio directo con España. Otro gran beneficio de esta guerra el fin del comercio con otras grandes potencias, por el tratado de paz de 1750 la Compañía de los Mares del Sur renunciaba al “asiento” y al derecho a un mercante anual a cambio del pago de 100.000 libras. Por lo menos, después de cuatro décadas, España había recobrado el ejercicio sin restricciones de su monopolio comercial sobre el imperio americano.

Un elemento importante del renacimiento del comercio español lo aporto la Real Compañía Guipúzcoana de Caracas que estableció en 1728 los derechos exclusivos de comercio entre San Sebastián y Venezuela, autorizo a contar con guardacostas para evitar el contrabando. A partir de esto, con embarques de cacao  que se multiplicaron por tres entre los años 1711-1720 y la década de 1760, aunque el monopolio ejercido por la Compañía se fue haciendo cada vez más pesado para la población venezolana, la corona no abrió la colonia a otros mercaderes hasta 1780, el éxito de esta empresa vasca llevó a los ministros a patrocinar toda una serie de otras compañías, de entre las cuales las más importantes fueron la Compañía de La Habana (1740), creada para manejar la exportación de-tabaco de Cuba, y la Compañía de Barcelona (1755), para comerciar con las restantes islas caribeñas. Pero como a ninguna de ellas se le aseguró un monopolio comercial, decayeron pronto.

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