Trabajo Historia de chile

Trabajo Historia de Chile

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 www.memoriachilena.cl/Luis Fernando Rojas/ 1879.

Introducción

Esta imagen es un retrato de Arturo Prat Chacón, quien fue un abogado, marino y militar chileno. Participó en diversas batallas navales, como la guerra contra  España y la guerra del Pacífico. En esta última murió específicamente en el combate naval de Iquique, el cual lo transformó en héroe de Chile.

A pesar de que estos años estuvieron caracterizados por una cantidad importante de batallas en la cuales se buscaba defender tanto el territorio como la soberanía de cada país,  la mayor parte de la población no tenía un sentimiento tan especial hacia su nacionalidad, por motivos que especificaremos en el desarrollo. Algo que cambió en el tiempo por diversos factores, entre los cuales podemos encontrar al arte.

En este trabajo demostraremos la importancia que tuvo la obra de Luis Fernando Rojas en la cohesión del espíritu nacional chileno a través de representar el retrato de Arturo Prat. Es para demostrar esto, que en un principio abordaremos la relación que tuvo el arte con la guerra y estos en el ámbito sociocultural,  fundándonos en textos de diversos autores de la época, especialmente en la obra de Gabriel Cid “Arte guerra e imaginario Nacional: La Guerra del Pacífico”. Ya que esta obra en primer lugar, toma como punto de partida la ampliación del concepto de guerra, en la cual esta se considera un campo de estudio multidisciplinar que permite estudiarla en función de la construcción de las identidades colectivas de las naciones en conflicto^[1]. En segundo lugar, considera no solo que la guerra fue un motivo central para las artes locales, sino que ningún hecho bélico ha producido en Chile tantos proyectos realizados como la Guerra del Pacífico”^[2].

 Muchas de las obras acerca de personajes importantes en guerras se crearon debido a la necesidad de tener registros iconográficos de los héroes, por lo que las batallas significaron un gran aliciente para la producción artística, tanto a nivel de obras de largo aliento como a nivel de retratos y particularmente litografías. Necesidad que se vio potenciada específicamente el combate naval de Iquique y la gesta de Arturo Prat.^[3]

Desarrollo

Como mencioné anteriormente, después de la independencia de Chile, previamente a las guerras de Chile contra sus países vecinos, existía un escaso sentimiento nacional. Como lo expresa Collier cuando afirma que la conciencia nacional se manifestaba de formas débiles en los grupos populares analfabetos y rurales,^[4] lo que nos permite entender ciertas dificultades estructurales en el país que dificultaban el proceso de construcción nacional. ^[5] Estas condiciones estructurales consistían en que el 90% de la población era analfabeta, lo que claramente imposibilitaba cualquier intento, del Estado o de cualquier persona, de difundir el patriotismo a través de textos, los cuales tampoco abundaban.^[6] Tampoco existía un interés alguno en la guerra ya que era visto con una fuerte connotación económica la cual no les interesaba al común de las personas resididas en Chile. ^[7] Por lo que no debiese extrañar que para la mayor parte de la población la idea de nación fuese extraña y escasa, debido a la abstracción de este concepto.^[8] Sin embargo, este sentimiento nacionalista comenzó a tomar fuerza luego de guerras como la Guerra del Pacifico, difundiéndose a través de diversos medios, como lo fueron las obras de arte en todas sus formas.

Para comprender el impacto del arte en la sociedad, en primer lugar tenemos que considerar lo que Francis Haskell denomina “el impacto de la imagen en la imaginación histórica”^[9] , lo que comprende la estrecha relación del arte con la guerra, destacando el valor de las fuentes visuales a la hora de fijar un imaginario iconográfico de los conflictos bélicos.^[10] En segundo lugar debemos destacar la fuerte relación entre pintura histórica e imaginario nacional. Entendiendo por “imaginario nacional”  el “conjunto de discursos e imágenes con pretensiones de homogeneidad que se desarrolla en el marco referencial de un relato autorizado de la historia nacional, donde se unen lo simbólico, lo típico y lo convencional”^[11]. Componiéndose este por “héroes fundadores, ideas, valores y alegorías patrias que tienen un efecto vinculante para la vida política y social, ya que son cohesionadoras del cuerpo social”^[12]. Lo que nos permite darnos cuenta del papel protagónico que tuvieron las representaciones artísticas centradas en las guerras para conformar lo que sería el imaginario nacional.

Como señalamos en la introducción, la guerra con mayor importancia en cuanto a la tesis de este texto fue la Guerra del Pacifico, la cual estalló en 1879. Una de las partes más importantes de esta se disputó en el combate naval de Iquique, en el cual se destacó la figura del protagonista del retrato a analizar, Arturo Prat. Su figura fue destacada por su dedicación y pasión por Chile expresada como sacrificio. Un sacrificio no solo como concepto, sino en su sentido más literal ya que se sacrificó por Chile usando su vida como arma para intentar vencer el combate. Este hecho fue algo muy importante para nuestro país, debido a que desde la independencia que el pueblo chileno estaba buscando una fuerza transversal que los uniese a todos sin importar la clase social o el círculo al que pertenecieran. Es por esto que Arturo Prat se convirtió en algo más que en un héroe de una guerra.

Se convirtió en la encarnación de un liderato dinámico y de una superioridad espiritual: el hombre que trajo fama a Chile, el guerrero que había igualado las proezas de los antiguos griegos. Para una nación donde la venalidad abundaba, donde una pequeña camarilla devaluaba la moneda del país y corrompía su sistema electoral, Prat representó la encarnación de la virtud cívica, un hombre tan dedicado a sus deberes que ningún motivo personal le impidió el cumplir con sus obligaciones cívicas.^[13] 

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