ADAN BUENOSAYRES
Enviado por silvinavaleria • 14 de Febrero de 2014 • 4.896 Palabras (20 Páginas) • 280 Visitas
INDICE
Esquema de Presentación___________________________________ Página 2
Introducción_______________________________________________Página 3
El autor_____________________________________________Página 3
Adán Buenosayres____________________________________ Página 4
Contexto Literario_____________________________________ Página 5
Desarrollo________________________________________________ Página 6
Estructura narrativa___________________________________Página 6
Niveles de significación_______________________________ Página 6
El espacio__________________________________________ Página 6
Técnicas narrativas__________________________________ Página 7
Fuentes literarias____________________________________ Página 9
El martinfierrismo____________________________________ Página 10
El narrador________________________________________ _Página 13
La sátira___________________________________________ Página 13
Julio Cortázar: el crítico________________________________Página 14
Conclusión___________________________________________ ___Página 16
Bibliografía______________________________________________ Página 18
Anexo__________________________________________________ Página 19
ESQUEMA DE PRESENTACIÓN
“La pluralidad temática en Adán Buenosaires”
INTRODUCCIÓN
Adán Buenosayres es una novela de Leopoldo Marechal que desde el título plasma un planteamiento conflictivo, en donde lo real como Buenos Aires y lo simbólico como el nombre Adán se entrecruzan en una eterna búsqueda del personaje.
Abarcar todos los temas que se desarrollan en esta obra puede ser una tarea imposible, sin embargo, como en todo texto, se evidencian las huellas más hondas que puedan conducir a un significado que se aproxime a lo que el autor haya querido transmitir en su obra. De este modo, las costumbres de los argentinos y las características culturales de los mismos permiten abrir interrogantes intelectuales literarios y también acerca de la existencia misma.
El autor
Leopoldo Marechal (Buenos Aires, 1900 - 1970) Narrador, poeta, dramaturgo y ensayista argentino vinculado inicialmente al vanguardismo, aunque luego se orientó hacia posturas filosóficas neoplatónicas y de carácter nacionalista, autor de la importante novela Adán Buenosayres (1948).
Aunque esencialmente porteño, Marechal mantuvo estrecho contacto con la vida rural de Maipú, ciudad provinciana a la que iba a visitar a su tío, acompañándolo en sus viajes por el interior. Allí le llamaban "Buenos Aires", nombre que adoptaría para el protagonista de su famosa novela.
A los dieciocho años quedó huérfano de padre y su condición de primogénito lo obligó a hacerse cargo de la familia: trabajó como maestro, bibliotecario y profesor de segunda enseñanza hasta 1955. Ocupó cargos públicos durante los gobiernos de Juan D. Perón, circunstancia que lo llevó al enfrentamiento con sus antiguos compañeros de generación literaria y relegó al olvido su obra, descubierta luego por las nuevas generaciones.
Fue poeta precoz: a los doce años escribió los primeros versos y publicó Los aguiluchos con poco más de veinte. Se vinculó a los grupos Proa y Martín Fierro. En 1926, en España, se relacionó con los redactores de La Gaceta Literaria y Revista de Occidente, mientras que en Francia se reunía con los pintores y escultores del llamado grupo de París: Antonio Berni, José Fioravanti y Lino Eneas Spilimbergo, entre otros.
Durante su segundo viaje a Europa, en 1929, año en que publicó Odas para el hombre y la mujer, escribió los capítulos iniciales de Adán Buenosayres. Vivió hasta 1931 en París y a su regreso ingresó como redactor fundador al diario El Mundo y se reconcilió con la Iglesia católica. Publicó, entre otros, los poemarios Laberinto de amor (1936), dedicados a su primera esposa, Cinco poemas australes (1938), El centauro y Sonetos a Sophia (1940). En Descenso y ascenso del alma por la belleza (1939) dio cuenta de su poética, mientras que su postura estética y filosófica se encuentra en Cuaderno de navegación (1966). Enviudó en 1947 y en 1950 se unió a Elvia Rosbaco, inspiradora y destinataria de sus nuevos poemas.
Adán Buenosayres
Adán Buenosayres es a la vez alegoría, autobiografía y novela en clave que tiene como personajes a los exponentes de la vanguardia porteña, J. L. Borges entre ellos. No fue bien recibida por la crítica, que la vio injusta y parcialmente como "una mala copia" del Ulises de J. Joyce, y silenció lo esencial: su carácter insólito dentro de la tradición novelística en castellano, y la libertad igualmente inédita en el uso del lenguaje narrativo, aspectos que sólo destacó J. Cortázar, por entonces un desconocido columnista que la saludó con lucidez y alborozo.
Obra en clave, de gran vigor alegórico y satírico, escrita a partir de una perspectiva cristiana y platónica que encuentra su adecuado modelo estructural en la Divina Comedia, tiene tres partes: en la primera, Adán despierta y realiza una expedición con un astrólogo y un grupo de "martínfierristas" por las calles y las afueras de Buenos Aires; en la segunda, figura la biografía espiritual de Adán ("El cuaderno de tapas azules"), y en la tercera cuenta el descenso al infierno de la oscura ciudad de Cacodelphia.
Contexto Literario
Con Adán Buenosayres, Leopoldo Marechal realiza una novela en clave donde retrata diferentes intelectuales de la década del ’20 tales como Jorge Luis Borges, Jacobo Fijman, Raúl Scalabrini Ortiz, Norah Lange e, incluso, se retrata él mismo en el personaje de Adán. En la figura del astrólogo Schultze, a su vez, reconoceremos al pintor argentino Xul Solar.
Los años veinte aparecen como el epicentro de los blancos ridiculizados por los medios narrativos hasta aquí señalados: las críticas al martinfierrismo y al criollismo del Borges de los veinte han sido comentadas repetidas veces por la crítica como un eje del Adanbuenosayres que, de hecho, se dice situada en esa década. Sin embargo, la Buenos Aires de esta obra, como señala Sylvia Saítta, es propia de “la ciudad del imaginario peronista de la producción y del trabajo”; y si nos regimos por datos sobre la población, Martínez Estrada señala en 1940 “dos millones doscientos
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