Analsis Los Siete Saberes Necesario

INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR E INVESTIGACION SEXOLOGICA

INSTITUTO MEXICANO DE SEXOLOGÍA A.C.

ESPECIALIDAD EN SEXOLOGIA EDUCATIVA

TALLER DE HERRAMIENTAS DIDACTICAS

ANALISIS DEL LIBRO:

LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACION.

ROSARIO AURORA PÉREZ PÉREZ

SEDE: CHIAPAS

GRUPO: G29

COORDINADOR DEL AREA:

PROFESOR. MAX JIMENEZ ROJAS

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS CHIS, JULIO DE 2010

Muchas veces los docentes se preocupan en demasía sobre cuáles deberían ser lo conocimientos básicos o necesarios, que los alumnos en cualquier curricula, deberían aprender o conocer y muchos se pierden en el dominio de su propia asignatura. Dejando a un lado la correlación que se hace necesaria en cualquier formación, y no solo ser especialista de un segmento de información.

Y creo que la propuesta de Morín trata de unificar no solo conceptos, sino actitudes y creencias respecto de cómo aprendemos y como conocemos. Y en este contexto la enseñanza de la sexualidad, no esta exenta de caer en la segmentación de ciertas aéreas del conocimiento.

El nos habla de siete saberes básicos, que una vez aprehendidos pueden transformarse en actitudes respecto a cómo nos enfrentamos al conocimiento.

El primero de estos saberes; Una educación que cure la ceguera del conocimiento. Es muy reciente el hecho de que la educación, que es la que tiende a comunicar los conocimientos, permanezca ciega ante lo que es el conocimiento humano, sus disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error como a la ilusión, y no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo que es conocer.

Sera necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto psíquicas como culturales que permiten arriesgar el error o la ilusión.

El segundo de estos saberes nos habla de una educación que garantice el conocimiento pertinente. Que nos habla de la necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar problemas globales y fundamentales para inscribir allí conocimientos parciales y locales.

Es de lo que hablaba al principio se da supremacía a un conocimiento fragmentado según las disciplinas y asignaturas impide, encontrar el vínculo entre las partes y las totalidades y, debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades y sus conjuntos.

Es necesario desarrollar la aptitud y capacidad para ubicar informaciones en un contexto y en un conjunto. Es necesario enseñar los métodos que permiten aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo complejo.

El tercero de estos saberes es , Enseñar la condición humana aquí nos habla que el ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser “humano”. Hay que restaurarla de tal manera que cada uno desde donde esté tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos. Y esto también se refleja en la enseñanza de la sexualidad se segmenta la información y solo se habla de aspectos únicamente biológicos dejando a un lado toda la riqueza de posibilidades y potencialidades que el ser humano.

Así, se propone, la condición humana debería ser objeto esencial de cualquier educación.

El cuarto de estos saberes es enseñar la identidad terrenal, esto nos habla de que, el destino planetario del género humano es otra realidad fundamental ignorada por la educación. El conocimiento de los desarrollos de la era planetaria que van a incrementarse en el siglo XXI, y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos, debe convertirse en uno de los mayores objetos de la educación.

Morín considera muy importante enseñar la historia de la era planetaria que comienza con la comunicación de todos los continentes en el siglo XVI y mostrar cómo se volvieron

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