CONTRATO SOCIAL (La voluntad general)

CONTRATO SOCIAL  (La voluntad general)

Los seres humanos siempre han sido seres sociales, esto conlleva a que dentro de  esas relaciones se genere actos, como pueden ser el intercambio de bienes,                      subordinación laboral y otras que ocasionan un movimiento de dinero. Hoy a todo        esto se le conoce como actos jurídicos. Estos en parte buscan un beneficio mutuo y desencadenan una serie de cambios los cuales afectan directa o indirectamente el    patrimonio y derechos de las personas.

Son muchos los actos jurídicos que existen y que un ser  humano   puede    ejecutar  pero hay uno en especial en que las personas establecen lo que ellos decidan                siempre que la ley lo permita, este es el contrato, así mismo, encontramos otro, que según lo que dice Rousseau, podemos afirmar que  es el primer acto jurídico que          realiza una persona, y este es el de nacer, ya que des del momento que una persona nace renuncia a una serie de derechos que la naturaleza le ha dado y empieza a     cumplir con unas obligaciones ya estipuladas para poder ser considerada persona.

Rousseau nos da una versión positivista del contrato, donde la soberanía recae             sobre el pueblo, y para que una persona sea parte del pueblo debe celebrar un               contrato con el propio​ Estado, esto con el fin de mantener el orden social puesto            que   todos  sacrifican derechos particulares Para beneficiar a la propia                                 comunidad, pero esta mantendrá una voluntad llamada  “Voluntad general” que se              materializa, por ejemplo, al momento de que un contratante incumple los preceptos   generales, ya que al obligar a la persona que ha incumplido estos preceptos a                   qué los cumpla y ser sometido a una sanción, se manifiesta de manera transparente esa  voluntad, el castigo   que se le aplica es para proteger el bienestar social.

Observamos que desde el  precisó momento en que se nace, aún que se exprese       tácitamente, “el hombre es un lobo para sí mismo” (Hobbes, 1651) Con esto queda    claro que el hombre es un ser el cual podría extinguirse a sí mismo, por eso Hobbes  también habló de un contrato social, con esta teoría se puede aclarar el concepto de la voluntad ya que se le da un sentido a la misma.

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