Calidad Total En México

Fronteras cerradas y mercados cautivos no fueron en el pasado motivos de estímulo para ofrecer productos y servicios con una calidad no sólo aceptable en cuanto al cumplimiento de ciertas especificaciones, sino también a que éstas observaran un comportamiento constante a través del tiempo (Acle Tomasini, 1994). En contraste, la apertura que actualmente vive la economía mexicana ha significado, para casi todas la ramas industriales y algunas del sector servicios, la necesidad de revalorar y redefinir el concepto de calidad, ya no sólo para estar en posibilidad de competir sino para algo más elemental: sobrevivir.

Esto ha implicado entender que el concepto de calidad va más allá que el simple cumplimiento de ciertas especificaciones, pues esto no asegura que el cliente esté satisfecho: un producto o un servicio será de calidad cuando logre satisfacer las necesidades, expectativas y requerimientos del consumidor; por ende, será él quien establezca los parámetros a alcanzar. A su vez, el dinamismo implícito en este punto de referencia significa que la calidad no debe concebirse como un status, sino como un proceso de mejora continua.

En México estamos viviendo un proceso de toma de conciencia hacia la calidad, pero el simple hecho de que exista un marcado interés por la Calidad Total, no asegura que en todos los casos habrá un resultado exitoso, ni tampoco que este entusiasmo inicial sea suficiente para aplicar dicho concepto a escala nacional. Se tienen que tomar aspectos importantes como lo son la sabia utilización de los recursos con los que cuenta cada organización, haciendo énfasis en el capital humano, el capital humano para las organizaciones es y será siempre el mayor elemento que pueda poseer, el resultado que se quiera obtener de cada uno de los asociados en la preparación de los entregables de productos o servicios dependerá del manejo que se le dé a cada uno de ellos, pudiéndose mencionar capacitaciones, motivaciones, inventivos que busquen un ganar-ganar entre los involucrados, trabajo que debe llevarse y tratarse bajo la supervisión un líder, que sea quien tome las decisiones para promover la calidad en el servicio, que sea quien tenga la habilidad de convencer a los asociados a cumplir con los objetivos fijados. La alta dirección debe actuar de forma coherente respecto a la filosofía de calidad total, comportándose como líderes y estimulando la colaboración y participación de todo el personal en el proceso de mejora continua.

El efecto de estas acciones por parte de los lideres promueven en las organización el trabajo en equipo, que es uno de los aspectos clave en la implantación de calidad total es reconocer la dignidad y potencial intelectual de todos los miembros que conforman la empresa, lo cual se consigue a través la integración de equipos de trabajo, la creación de este valor es vital en la implantación de Calidad Total, porque precisamente todos los proyectos de control y mejora se realizan mediante el trabajo en equipo y la colaboración de cada uno de los integrantes de los equipos sustentada en la sinergia permiten a las organizaciones cumplir con sus objetivos. “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos. La fuerza del equipo es cada miembro individual. La fuerza de cada miembro es el equipo”. (Domenech, Marta)

Por supuesto que para que un equipo de trabajo puedo desempeñarse en su totalidad y que un líder pueda tomar sabias decisiones, es necesario que las operaciones y los procesos de las organizaciones sean medidas mediante sistemas

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