DIDACTICA PARA PROFESORES DE A PIE (ANALISIS DE TEXTO)

DIDACTICA PARA PROFESORES DE A PIE

(FELIPE TRILLO ALONSO Y LILIANA SANJURJO)

(Prefacio)

Con este libro, los autores invitan a los profesores a un proceso de reflexión a los profesores que de vez en cuando se cuestionan si están haciendo las cosas de la mejor manera posible y se plantean como podrían hacerlo un poco mejor.

La idea del libro es ser una ayuda para ellos y para los que están en formación, tomando en cuenta su esfuerzo diario por hacer tan bien como puedan las cosas, lo mas razonable sería admitir que, esté como esté la enseñanza actualmente, siempre se puede ser mejor.

Lo mas importante es lo que se sugiere y ojalá se promueva.

Los autores se refieren a los procesos de reflexión sobre la propia práctica (vivida o soñada), a partir de los conocimientos que se desgranan y las recomendaciones que se ofrecen.

Propuestas para comprender y mejorar la práctica.

Introducción:

Este capítulo se refiere a la clase, que es un espacio reducido en cuanto a dimensiones pero enorme en cuanto al tiempo que pasan los profesores junto con los alumnos dentro de las aulas.

Este es un lugar muy importante, porque los alumnos tienen la oportunidad de acercarse y comprender conocimientos científicos y culturales distintos a los que aprenden en otros lugares, a pesar de reconocer el poder de las nuevas tecnologías.

La propuesta es brindar instrumentos teórico-prácticos que guíen nuestras decisiones didácticas cuando interaccionamos con los alumnos (este es uno de los momentos mas complejos de la práctica docente), cuando debemos tomar decisiones, esto muchas veces como profesores nos llena de incertidumbre y nos angustia.

¿Qué debe saber hacer un profesor para mejor comprender y organizar sus clases? (Liliana Sanjurjo).

1) El aula como oportunidad: ¿aprovechada o perdida?

Menín (2002), en su enfoque considera al aula como el meollo de la cuestión docente, porque se trata del tiempo y el espacio donde se concreta el proceso de aprendizaje y enseñanza.

Entendemos el aula como un espacio con dimensiones afectivas, sociales, espistemológicas y pedagógicas, donde se atraviesan distintas situaciones, lo que impide utilizar recetas.

Una de las características de la vida compleja del aula es la multidimensionalidad, donde cada situación es siempre singular. Otra característica es la inmediatez, es decir, pasan cosas una detrás de otra, sin dar tiempo a tomar decisiones mas pensadas, también la simultaneidad, porque pasan cosas al mismo tiempo, la impresvisibilidad, es decir, aunque planifiquemos, se van a dar acontecimientos inesperados.

El trabajo en el aula tiene una dimensión epistemológica, donde la relación epistemológica está mediada por el contenido, que es uno de los componentes de la triada didáctica (alumno-docente-contenido y la relación que se establece entre los mismos). Si alguno de estos tres elementos está ausente o devaluado, se desvirtúa la relación pedagógica.

Ocurre que algunos docentes, se enfocan mas en los aspectos socio-afectivos en la relación con sus alumnos, dejando en segundo plano la preocupación acerca del contenido, entablando así relaciones que no son estrictamente pedagógicas, que si bien es necesaria para para el aprendizaje, no es suficiente.

Mas alla de que el docente y los alumnos se lleven bien y se aprecien mutuamente, ¿aprenden?, porque esa es la razón de la escuela.

Además, si el docente se preocupa solo por el contenido y no por su tarea de lograr la compresión del mismo, también se desvirtúa la relación pedagógica.

Sucede a veces que el docente no modifica el programa o la forma de desarrollarlo porque le va bien con él, pero ¿Cómo le va a los alumnos?.

Si está ausente la intervención del docente, ¿para que existen las instituciones educativas?.

Por lo tanto, la relación pedagógica es de a tres y es social, epistemológica y pedagógica, y esta relación se concreta en el aula.

Es muy importante la tarea previa y posterior a la clase. La tarea profesional docente es una “gran conversación” que el docente entabla con su práctica, con el contexto y con el contenido a enseñar.

Esta “conversación” empieza cuando el docente comienza a pensar sobre que hablará y trabajará con los alumnos. El momento mas crítico de la misma es cuando el profesor ve en las caras de los alumnos que no comprenden lo que está tratando de explicar, también sigue cuando se va del aula pensando que la clase fracasó o que sintió que todos disfrutaron la clase. Estas reflexiones le permiten revisar lo que hará la siguiente clase.

También hay otras formas en los que se puede dar el proceso de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo la educación a distancia. En estas experiencias, también es necesario un encuentro, aunque sea virtual con quien conoce el contenido, lo organiza y propone actividades para que el alumno pueda comprenderlo.

Para transmitir los conceptos y que sean entendidos, se hace necesaria la transposición didáctica, que es el proceso a través del cual el docente logra que el contenido científico se transforme en contenido a enseñar y en contenido aprendido sin que sea deformado. (Frigerio, 1992). Por lo tanto, compresión y rigurosidad son dos condiciones básicas.

Para una buena transposición didáctica es necesario que el docente comprenda el contenido y lo pueda elaborar didácticamente, diferenciarlo de otros, organizarlo, relacionarlo, dar buenos ejemplos, hacer buenas preguntas, proponer actividades relacionadas y tomar decisiones adecuadas para el contexto.

Para concretar esta transposición didáctica (articular el contenido y el método), es importante que el docente se prepare en distintos tipos de conocimientos: El conocimiento comprensivo del contenido que va a enseñar, conocimientos acerca de la enseñanza y el aprendizaje y acerca del contexto micro (alumnos, aula,institución) y macro (sociedad, país, actualidad).

La buena enseñanza: (Fenstermacher y Litwin): Es aquella que propone y provoca procesos reflexivos, genera el aprendizaje de reflexiones activas con el conocimiento, busca la compresión y apropiación significativa por parte de nuestros alumnos.Todo ello favorecido por un buen clima, por la autoridad del docente ganada a través de su trato respetuoso y de su experiencia.

También los autores distinguen distintas dimensiones de la enseñanza:

La ética: Comprende la actitud de todo buen docente, que tiene en cuenta que sus alumnos son personas merecedoras del mayor respeto y que se compromete a que crezcan y mejoren como personas, y que además toma

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