Demasiados abogados

Demasiados Abogados es un escrito que nos da una imagen sobre los abogados según la concepción y percepción en Italia, la cual, evidentemente, estaba en deterioro. Está profesión es de gran importancia porque se encuentra en medio entre el particular quien quiere que se le satisfaga sus intereses y el abogado le brindará su ayuda para que esta se haga de la manera correcta ante el órgano correcto perteneciente al Estado, y por el otro se encuentra la figura del Estado encarnado en el Juez, el cual es estudiara los intereses del particular y como fueron previamente presentados, si cumplen con todos los requisitos, y por consecuencia merece una declaración de certeza positiva, o en su caso una declaración de certeza negativa, el abogado será el encargado cumplir con las formalidades que el Estado pide para que pueda este adentrarse y estudiar los intereses del particular, para que dé pueda dar una solución lo más pronto posible.

Muchas veces, las personas cuando se les pide su opinión de la función del abogado, ellos responden de una manera negativa desprestigiando a una de las más nobles de las profesiones, tachándolo de mentiroso, ambicioso, y otras formas no gratas, pues los muchos Abogados con sus acciones han ido desprestigiando poco a poco la profesión.

Pero debemos de estar de acuerdo de que la justicia no podría funcionar si no existen los profesionistas del derecho, pues son los únicos, cuando se ejerce la profesión de manera correcta, que tienen la seriedad de poder resolver los problemas.

Al ser la figura del Abogado tan importante para el Estado, este debería establecer y poner las condiciones en que los paladines al servicio de la justicia para que adquieran las habilidades adecuadas, pues en nuestro país actualmente existen "n" cantidad de abogados que no están aptos para ejercer la profesión, pues ponen sobre la cuerda floja los intereses de los particulares, y al no contar con los conocimientos necesarios ni con las habilidades, estos caerán y le echaran la culpa al Estado y al Juez.

No se trata de cantidad, si no de calidad, la producción de abogados debería ser estricta, ya que no cualquiera puede ser abogado, aunque se hayan graduado y titulado, son contados aquellos que con sus acciones se ganan el título de abogado. 
Al haber demasiados Abogados, es imposible saber cuál es el que desarrollará la profesión de la manera correcta. Son muchos que por sus acciones desprestigian a esta profesión.

"Son necesarios pocos abogados y bien escogidos; de otro modo la utilidad social de la abogacía es una mentira y una ironía".

El autor en una parte de obra, hace referencia a los estudiantes, el los divide en cuatro categorías:

Los hijos de abogados que tienen un despacho, jóvenes inclinados a la ciencia del derecho como una materia donde existe una gran riqueza de estudio, hijos de personas pudientes que sólo necesitan el título académica para disfrazar sus ocios, y los jóvenes en busca del pan cotidiano.

Los primeros son aquellos que se interesan especialmente en la práctica de la profesión, entre ellos se encuentran los verdaderos abogados que se encargarán a litigar, dentro de los segundo se encuentran aquellos que se interesan especialmente por una rama jurídica y a futuro serán los nuevos profesores universitarios.

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