EL Asesinito Del Profesor De Matemáticas
Enviado por manuel_21 • 16 de Noviembre de 2013 • 976 Palabras (4 Páginas) • 350 Visitas
Capitulo 1
NADA más oírse el timbre que daba por finalizada la
clase, él les dijo:
—Adela, Luc, Nico, quedaos un momento, por favor.
Los tres aludidos abrieron primero los ojos y después
se miraron entre sí. El que menos, se aplastó en
el asiento como si acabasen de pegarlo con cola de
impacto. El resto de los alumnos se evaporó en cuestión
de segundos. Algunos les lanzaron miradas de ánimo
y solidaridad, otros de socarrona burla.
—A pringar —susurró uno de los más cargantes.
Adela, Luc y Nico se quedaron solos. Solos con Felipe
Romero, el profesor de matemáticas. El Fepe para
los amigos, además del profe o el de mates, que era
como se le llamaba comúnmente.
El maestro no se puso en pie de inmediato ni empezó
a hablarles en seguida. Continuó sentado estudiando
algo con atención. El silencio se hizo omnipresente a
medida que transcurría el tiempo. Más allá de ellos, tras
las ventanas, la algarada que hacían los que ya estaban
en el patio subía en espiral hasta donde se encontraban.
Adela se removió inquieta. Su silla gimió de forma
leve.
Era una chica alta y espigada, de ojos vivos, cabello
largo hasta la mitad de la espalda, ropa informal como
la de la mayoría de los chicos y chicas. Su preocupación
no era menor que la de los otros dos. Volvieron a
mirarse. Luc arqueó las cejas. Nico puso cara de circunstancias.
El primero era el más alto de los tres, rostro
lleno de pecas, sonrisa muy expresiva, delgado
como un sarmiento. El segundo era todo lo contrario:
bajo y un poco redondo, cabello bastante largo, mirada
penetrante. Curiosamente, los tres eran amigos.
Siempre andaban metidos juntos en todos los líos,
buenos y malos.
Felipe Romero por fin dejó la hoja de papel que estaba
leyendo y los atravesó con su mirada más penetrante.
—Bueno —suspiró.
Eso fue todo. Siguió la mirada. Primero en dirección
a Adela. Luego en dirección a Luc. Por último en
dirección a Nico. No era mal profe. Lástima que diera...
matemáticas. El Fepe era el único que les llamaba
por sus nombres de pila, no por el apellido. Y el único
que aceptaba lo de Luc en lugar de Lucas en atención
a que Lucas era un fan de Star Wars. Otros preferían
apodarle el Skywalker, pero en plan burlón.
—¿Qué voy a hacer con vosotros? —preguntó en
voz alta.
—¿Qué tal dejarnos ir al patio? —propuso Nico.
El profesor ignoró el comentario.
—Sabéis por qué os he hecho quedaros, ¿verdad?
—Tenemos una vaga idea —reconoció Adela.
—Sois los tres únicos de la clase que vais a suspender
la asignatura.
—Pues vaya noticia —bajó la cabeza Luc.
—¿Y no os da rabia?
—Rabia sí, claro.
—No lo hacemos aposta.
—¿Qué quiere que hagamos?
Los tres hablaron al mismo tiempo.
—¿Y os resignáis? —se extrañó Felipe Romero.
—No —dijo Adela.
—Pero si no nos entra..., no nos entra —manifestó
Nico.
—Ya lo intentamos, ya —aseguró Luc.
—Vamos, chicos, vamos —el profesor acabó poniéndose
en pie—. No puedo creerlo. Si fuerais tontos o
no dierais más de sí, lo entendería, pero vosotros tres...
He visto vuestras otras notas, ¡y todas son bastante
buenas por lo general! ¿Qué os pasa con las matemáticas?
¿Que no os entran? ¡Tonterías! Les habéis cogido
manía y ya está. ¡Las odiáis! De acuerdo, odiadlas
si queréis, pero no me digáis que no las entendéis. Es
una cuestión mental.
...